DirkJake- Al fin(Lemon)

Encuentro

Hoy no era un día normal para Jake, hoy era el día en el que por fin podría conocer a su mejor amigo y el chico del cual está enamorado, Dirk Strider.

-Jake English-

Me encontraba tumbado en mi cama, un sudor frío recorría mi frente y no podía cerrar los ojos en ningún momento. Hoy...era el día, si...ese día, no podía ojo en ningún momento. Me levanté de la cama soltando un gran gruñido de frustración y empujando con fuerza las mantas que me aprisionaban

-¡Maldito Strider! ¡Sal de mi cabeza y dejame dormir de una vez!

Grité en la soledad de mi cuarto mientras me dirigía hacia el escritorio, donde tenía mi móvil cargando, desbloquee la pantalla cerrando los ojos con fuerza al notar el abrasador brillo de la pantalla en mis ojos, los cuales estaban acostumbrados a la oscuridad. Mas tarde me permití abrirlos y observar la hora en la parte superior de la pantalla

-Son las cuatro de la mañana...

Suspiré bloqueando el móvil de nuevo volviendo a cargarlo, lo que menos quería era quedarme sin batería mañana/hoy. Salí del cuarto para dirigirme al baño y así poder darme una ducha bien fría, estaba claro que no iba a volver a dormir, al menos no iba a estar andando como alma en pena toda la noche ¿no?. Después de aquel momento tan refrescante solamente me puse unos calzoncillos verdes para más comodidad por mi parte, volví a mi cuarto para encender mi videoconsola y así poder jugar toda la noche, esto si que es vida. Bueno...menos por el echo de estar haciendo esto por culpa del insomnio y no por diversión.

Las siguientes horas se pasaron rápidamente, este videojuego realmente me entretenía de alguna forma, conseguía que me metiera en la piel del personaje mientras iba matando zombies con mis dos pistolas. Y no es que yo no tuviera de esas en mi casa, al contrario, esta se encontraba llena de estas, pero no las usaba por el simple echo de que no existen los zombies. ¿Que se va a hacer?

En cuanto me quise dar cuenta ya eran las diez, tragué saliva sonoramente y apagué la maquina casi al instante

-Oh...¡Mierda mierda mierda! ¡Voy a llegar tarde!

Me levanté con una rapidez increible del suelo y fuí corriendo hasta mi armario, lugar donde cogí mi ropa de siempre, unos pantalones cortos que me llegaban por las rodillas color marrón clarito, una camiseta blanca con el sigo de una "calavera" verde en el centro del pecho y una camisa del mismo color que el pantalón que acostumbraba a llevar a modo de "chaqueta". Me levanté las mangas hasta los codos y limpié mis gafas con la camiseta para que no estuvieran tan sucias. Fuí de nuevo al cuarto de baño y ahí me lavé los dientes sin haber desayunado antes,me lavé la cara, me peiné y finalmente me bañé en colonia, esa tan especial y tan cara que había comprado solo y exclusivamente para que el increible chico del pelo blanco y piel pálida pudiera olerla.

Terminé de arreglarme y salí corriendo al aeropuerto, bueno, corriendo quizás no, en metro exactamente.

Empujaba a la gente al entrar en aquella pequeña entrada que daba paso al intrerior del aeropuerto, comprobré el reloj de mi muñeca y ví que llegaba diez minutos tarde. Corrí con mucha mas velocidad para llegar lo antes posible al lugar donde habíamos quedado el y yo, tropezando con alguna gente en el camino al fin llegué, jadeaba por la carrera de hace unos segundos, mi corazón bombardeaba sin piedad mi pecho y me sujeté las rodillas con las manos inclinando mi cuerpo hacia adelante, realmente cansado. Y en ese momento, al fin me dí cuenta de que estaba realmente nervioso. Iba a coocerle, al chico de mis sueños... A aquel que me roba el aliento cada vez que hablamos por Skype y el pone la cam... Mi mente comenzó a llenarse de recuerdos, pero el sonido del un móvil interrumpió mis pensamientos, el pequeño vibraba y sonaba en mi bolsillo indicándome que alguien me estaba llamando. Supe de inmediato quién era. Lo saqué y descolgué acercandolo a mi oreja