Keep you ; kellin quinn [iych #1.5]

XXVI (3/nop)

"Recuerda que cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando."

: : C A P Í TU L O  V E I N T I S E Í S | Solo, en un mundo repleto de gente

(Kellin)

Mis pies vagaban sin rumbo alguno mientras las luces incandescentes y borrosas a la vez pasaban frente a mí, sin ninguna función, personas transitaban la calle esquivándome mientras me lanzaban una mirada fruncida con reprobación.

Estaba solo, en un mundo repleto de gente.

Le di una extensa calada a mi cigarrillo.

Lo sabía, esta cosa tarde o temprano pudriría mis pulmones y me haría hablar como si estuviese lijando una roca, pero aun así era lo único que quitaba un poco del excesivo peso que traía en mis hombros.

Tantas cosas que se arremolinaban en mi cabeza, y no tenía tiempo para descifrar el significado de todas.

Mi padre, el hombre que me abandonó a mi madre y a mí, no era el cabrón que creía que era.

Mi madre, la perra que me abandonó para vivir con un multimillonario, era más farsante y cobarde de lo que tenía consciencia.

El hombre que hizo mi vida un infierno durante años me amenazó con algo que sabía que me heriría a muerte. Por esa razón evitaba hablar con Mary, por más que llorara, suplicara y rogara arrodillada en la puerta de mi apartamento, yo no podía creerle ninguno de sus cuentos nunca más.

"Él solo quiere tu bien" ¿qué clase de retorcida mentira de porquería era esa? Henry jamás quiso mi bien, ni en sus peores pesadillas.

"Debes agradecerle, él crió muy bien a Finny y te sacó del reformatorio".

Sus excusas inundaron mi mente con una fuerza arrolladora.

"Él te dio una educación privilegiada"

"Él pagó tus deudas con esos tipos malos."

"Él te mandó al centro de rehabilitación para sanar tu adicción."

Froté brutalmente mis ojos para espantar las lágrimas saladas. ¿Cuánto había tenido que pagar por todos sus malditos "favores"? Mi vida entera. Porque ese hombre no conocía la palabra gratis. Para él todo tenía un precio y consecuencia.

¿Dejé las drogas? Porque me dijo que tía Monic murió por mi culpa. La mujer que me había cuidado, a la que tanto había fallado cuando mamá me abandonó y me fui por el mal camino, ella era la que me acariciaba y me hacía creer en un final mejor. ¿Pagó mis deudas? Eso fue simple y llano remordimiento, nada más y nada menos. ¿Me dio educación? Él me quitó a mi madre.

Apreté los dientes y lancé la colilla de cigarro en un montón de tierra. 

Levanté la cabeza hasta mirar el cielo. Las nubes y estrellas iluminaron mi rostro, solté un suspiro. Lentamente una paz me invadió.

Y una pequeña y alegre cara penetró mi consciencia. Mi princesa.

Megan Blair.

Mi única debilidad. 

Y ese tipo lo sabía. Lo sabía y lo usó en mi contra. Casi suelto una carcajada sarcástica. Mary dijo que fue la única excusa que encontró para devolverme a su lado, pero yo no le creo un carajo. Henry advirtió que si no volvía a su casa junto a Mary, él tendría que tomar medidas contra mi novia.

Ese hijo de puta sin remordimiento. 

- La voy a proteger - prometí con un susurro, aunque con mi pecho apretado por la convicción de mis palabras -. La necesito demasiado para perderla. No voy a permitirlo.