Abrió los ojos cuando el primer zumbido del teléfono aún estaba sonando y lo único que pudo visualizar fueron los dígitos verdes de su radio-reloj. Por ello pudo saber que la llamada no podía ser buena.Ninguna llamada lo es en la madrugada.
Alargó el brazo en el preciso momento en que sobrevenía el silencio entre el primer y segundo zumbido, y tropezó con el vaso de agua depositado en la mesita de noche.
Lo derribó.
A su lado, su mujer también se agitó por el brusco despertar. Fue ella quien encendió la luz de su mesita de noche. La mano del hombre se aferró al tubo del teléfono. Lo descolgó mientras se incorporaba un poco para hablar, y se lo llevó al oído.
—¿Sí? —su pregunta fue rápida, alarmada.
—¿El señor Min? —escuchó una voz neutra, opaca. Una voz desconocida.
—Soy yo —afirmó el hombre con un nudo comenzando a formarse en su garganta.
—Verá, señor —la voz, de mujer, tomó una especie de respiro. O más bien como si se dispusiera a tomar impulso—. Le llamo desde el clínico. Me temo que ha sucedido algo delicado y necesitamos...
—¿Es mi hijo? —preguntó automáticamente él, interrumpiendo a la mujer.
Sintió como su mujer se aferraba a su brazo, por la repentina llamada telefónica.
—Sí, señor Min —continuó la voz abierta y directamente—. Lo han traído en bastante mal estado y... bueno, aún es pronto para decir nada, ¿entiende? Sería necesario que viniese cuanto antes.
—Pero... ¿está bien? —la tensión le hizo atropellarse y decir lo primero que se le venía a la mente, la presión de la mano de su esposa le hizo daño, su cabeza entró en una espiral de miedos y angustias—. Quiero decir...
—Su hijo a tomado algún tipo de sustancia peligrosa, señor Min. Lo han traído sus amigos y estamos haciendo lo posible por él. Es cuanto puedo decirle. Confío en que cuando lleguen tengamos mejores noticias que darle —habló un poco apenada la mujer.
—Vamos inmediatamente —afirmó muy seguro el señor Min, aún atónito por las palabras que escuchó.
—Hospital Haneul. Entren por urgencias.
—Gracias... sí, claro, gracias —se quedó con el teléfono en la mano, sin darse cuenta de que su mujer ya estaba en pie. Después la miró y colgó el tubo.
—¿Un accidente de coche? —ella apenas si consiguió articular palabra, y formar una pregunta.
—No, dicen que se ha... tomado algo —exhaló él.
La confusión y el miedo de que suceda algo desafortunado se empezaba a reflejar en sus pálidos rostros.
—¿Qué? —fue lo único que logró decir su esposa en las brumas de su nueva realidad.
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Tears || Suga (BTS)
FanfictionFue una sorpresa. Pero no una buena. Una mala noticia para todos. Yoon Gi entra en coma. ¿El motivo? Una descompensación debido al consumo de una pastilla de éxtasis, la droga de diseño que está de moda. Sus amigos, su novia, sus padres, la policía...