¿Te conozco?

1. El principio de un final

Todo iba tal y como Jake había planeado: las flores, la cena, la canción... Sólo faltaba ir al parque de atracciones donde le esperaba a Lucy una gran sorpresa. Ya llevaban un año saliendo y hoy era el día en el que Jake dio el paso de pedirle salir por fin, su aniversario.

- Espérame aquí Lucy. Antes he de ir a pedir las entradas para que podamos entrar. No tardaré mucho- dijo guiñándole un ojo a su primer amor. 

- Te estaré esperando- contestó ella con una pequeña sonrisa, esa sonrisa que a Jake siempre le volvía loco.

Tras unos minutos esperando en la cola para las entradas, por fin pudo conseguirlas y volvió corriendo hacia donde estaba su novia esperándole, pero no estaba allí. No puede ser, pensó. ¿A donde habrá ido a parar? ¿Tendría mejores planes que estar conmigo? ¿Y si esta viendo a ese chico del que tanto habla con sus amigas? O peor aun, ¡¿y si están ahora mismo en su casa de dos pisos haciendo lo que sea y ha salido conmigo solo para acercarse más a él?! Jake se esperaba lo peor y rezaba por que la chica estuviera en el baño o buscando algo de comer. Buscaba y buscaba entre toda aquella multitud que se encontraba en la salida de aquel parque, hasta que... Oyó un ruido ensordecedor que le sacó de sus pensamientos y que pareció ser una pistola. Por favor Jesusito dime que no es lo que estoy pensando ahora mismo... La gente al oír esto empezó a gritar y a correr tan rápido como podían, lo que hizo que éste se desesperara más en encontrar a Lucy.

- ¡Lucy! ¡Lucy! ¡¿Dónde estas?!- gritaba pero no encontraba respuesta alguna. - ¡Lucy! ¡Lucy! 

- ¿Te conozco?- dijo una desconocida que Jake no había visto nunca y que al parecer se llamaba igual que su novia.

- No, lo siento, estoy buscando a otra Lucy- este respondió algo avergonzado.

- Oh no importa- le sonrió. Siguió buscando sin volver a hallar a la persona que quería ver. Venga Lucy aparece, por lo que mas quieras. Estaba apunto de rendirse hasta que...

- Jake... ayuda...- dijo Lucy casi en un susurro. ¿Había oído bien o eran solo imaginaciones suyas? 

- Jake... aquí... a-ayuda- volvió a repetir esta vez casi sin fuerzas. El chico vio a ésta tirada en el suelo y corrió a ayudarla lo más rápido posible. 

- Gracias a Dios por fin te encuentro. Te he estado buscando por todas partes y...- En ese momento notó su mano mojada al cogerla entre sus brazos. Al ver que era, vio que su mano se encontraba roja. Sangre. Oh oh, esto no te lo esperabas eh Jakito. Lucy cada vez estaba mas débil e iba cerrando los ojos poco a poco.

- Oh no oh no nonono ¡Quédate conmigo! ¡Mantén los ojos abiertos! ¡Se fuerte!

- Jake...- la chica susurró mientras su amado corría lo más rápido que podía intentando socorrerla -Te quie... ro...- No aguantaba más, estaba muy débil. 

- ¿Lucy?- dijo entre sollozos. Siguió corriendo aún más rápido recordando que había un hospital a dos manzanas de allí. No había tiempo para correr tenia que coger un medio de transporte.

- ¡Taxi! ¡Taxi!- Todos pasaban delante suyo, pero ninguno paraba. - Aaagh. Malditos taxistas de hoy en día. Olvídalo iré corriendo. Lucy no vayas a la luz. ¡Mantén los ojos abiertos hasta que lleguemos! ¡Prométemelo!- Sus ojos casi se habían cerrado pero ella aún seguía consciente y asintió. Minutos después, que parecieron horas, habían llegado al bendito hospital.

- ¡Por favor que alguien me ayude está gravemente herida!- gritó Jake con todas sus fuerzas y en tan solo unos pocos segundos varias enfermeras llegaron con una camilla. Él no soltó la mano de la chica hasta que llego al límite de su camino y tuvo que dejarla ir.  

*1 hora después*

- ¿Por qué tardarán tanto?- estaba apunto de entrar por esa puerta para ver que sucedía hasta que...

- Lo siento joven pero no puedes entrar sin permiso- Ya estaba harto de esperar. Quería saber porque tardaban tanto en decir si Lucy estaba bien o... Mejor no pensarlo. 

- ¡Pero tengo que verla! 

- Y yo tengo que ver mi culebrón pero como ves estoy aquí atendiendo a los pacientes, así que ¡siéntese y no replique!- Que malos humos tenía. Ya sabes lo que hay que hacer Jake, saltarte las reglas. Tras llegar a un acuerdo con su subconsciente y al ver que la enfermera no estaba atenta, corrió hacia la puerta en la búsqueda de la sala donde se encontraba ella.

- ¡Eeeeh eeeh!- gritó la vaga enfermera  en un intento de levantarse. -Hummm ya volverá. Todos los hombres siempre vuelven a Linda.

Encontró la sala donde se encontraba y la vio. No podía creer lo que estaban viendo sus ojos. Estaba inconsciente y  uno de los doctores intentaban reanimarla, tal y como en los programas que echaban en la tele.

- Doctor déjelo, la hemos perdido- se podía escuchar a una enfermera decir desde el otro lado de esa puerta.

- Pobre chica. Era tan joven... Por qué habrá gente tan cruel en el mundo como para disparar a una dulce adolescente- este suspiró y continuó diciendo -Hora de la muerte diez y media de la noche. Lo hemos intentado equipo.

Estaba en shock. Esto era solo una pesadilla. Sí, una pesadilla de la que se iba a despertar en cualquier momento. 1, 2, 3...¡Ya! ¡Despierta!... Lágrimas empezaron a cubrir sus ojos al ver que era la cruda realidad. La había perdido y no había marcha atrás. 

- Lo siento chico- dijo el doctor intentando animarle, pero nada podía animarle en esos momentos. Había perdido a la única persona que le hacia muy feliz. Corrió hacia la ventana de la habitación de Lucy para verla una última vez. Se atrevió a entrar a su habitación viendo a una novia sin pulso, inconsciente... Jake se echó a llorar al lado de su camilla agarrando su mano fuertemente, no quería decirla adiós, no quería dejarla ir, no estaba listo.

- Lo siento, lo siento mucho. Todo esto es culpa mía, no debía dejarte sola, no debíamos haber ido a ese parque de atracciones... Por favor no me dejes- sollozó mientras apoyó su frente en la mano de Lucy- Te necesito en mi vida Luce, eres mi vida.

Cuando ya no caían más lágrimas de sus ojos, volvió a la sala donde aún se encontraba esa enfermera sentada leyendo su revista.

- Sabía que volverías chico. ¿Has podido ver a tu novia? ¿Cómo está? 

- Está... E... Está...- A Jake no le salían las palabras para poder describir lo que estaba ocurriendo en ese mismo instante.

- ¿Está bien? ¿Mal?  Vamos chico suéltalo.

- Muerta