Poca suerte

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Como dicho en la descripción de la historia, este es un concurso hecho por @LeterLet. 


-Oye Gladys ¿qué tienes hoy?- La joven se recargó en la entrada de Glady's, una tienda de antigüedades bastante vieja.

-Esta semana nos llegaron varias cosas, explora querida- Gladys, la anciana encargada de la tienda se sentó en su taburete y continuó a leer su diario matutino. 

Beth era una joven adulta de veinte años, le fascinaba la tienda de antigüedades de Gladys y siempre que podía compraba uno que otro objeto. Esta vez vio varios objetos "nuevos", pinturas viejas algo abstractas, cajas de todo tipo, muñecas de porcelana, sillas viejas y mucho más. El olor de la tienda también le fascinaba, era como si hubiese humo de tabaco en el aire aunque estaba claramente prohibido fumar en la tienda. Beth decidió recorrer el área de ropa antigua y entre tantos chalecos y trajes encontró una alfombra de un rosado claro, parecía que se le había perdido el color pero aún estaba en buen estado. Tan solo verla era suficiente, la quería. Estuvo a punto de tocar la alfombra para comprobar su suavidad pero esta se movió. Beth soltó un pequeño gemido del susto.

-¡Oh perdón, no quería asustarte!- al otro lado de la alfombra se escuchó la voz de una mujer. La chica salió y se disculpo nuevamente. -Es que me enamoré de esta alfombra y su suavidad es estupenda-. 

La chica era una cabeza más alta que Beth, estaba un poco rellenita y era hermosa. Su cabello corto y rizado era de un color negro increíble y sus ojos grises la hipnotizaron. -¿Quieres sentirla?-. Beth reaccionó a su pregunta y sintió que volvió a la realidad. 

-Claro- Beth acarició la alfombra, era suave. -Es fantástica-.

-Se verá maravillosa en mi sala- La chica la agarró y se fue caminando por la tienda con ella.

A Beth le tomó unos segundos realizar lo que sucedió, fue casi corriendo tras aquella chica, verla por atrás también la dejó estupefacta, tenía unas piernas grandes y fuertes y unas caderas increíbles. 

-¡Esperé!- La chico volteó hacía Beth, -De hecho yo también quiero esa alfombra-. 

La chica siguió avanzando, -Seguro hay otra igual, sígueme-. Fueron a la entrada de la tienda donde se encontraba Gladys, seguía sentada pero esta vez estaba leyendo un libro.

-Gladys, ¿tienes otra alfombra como esta?-. La chica interrumpió la lectura de Gladys.

Gladys hecho un vistazo a la alfombra, se paró del taburete haciéndolo rechinar e inspecciono la alfombra. -No mi amor, es la única de este tipo que tengo-. 

-Lo sabía, es una tienda de antigüedades, no pueden vender más de un mismo producto- Beth quería la alfombra, su obsesión por antigüedades era tanta que se estaba poniendo triste.

-Lo siento pero enserio quiero esta alfombra, suerte para la próxima- La chica dejó la alfombra en una mesa especial de apartados y envíos que tenía la tienda. -Te la encargo Gladys-.

Beth se entristeció, pero con su poca suerte esto le sucedía a menudo así que optó por seguir adelante y decidió explorar más la tienda. 



¿Cómo ligar con una alfombra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora