Prólogo: Un Año Atrás .

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-¡Mamá no lo hagas!- le grito mientras las lágrimas comienzan a brotar. Esta en su habitación sentada sobre la cama.
Esta sosteniendo una pistola junto a su cabeza.

-No puedo seguir así. Cada vez allá afuera es peor. ¡Esa maldita enfermedad vendrá por nosotras, o el mismo planeta terminará matándonos! - grita, aún con el arma apuntándole la cabeza.

-Eso no va a pasar.- digo, cada vez estoy más segura que va a tirar del gatillo.
-¿Y quién nos lo asegura?, el gobierno esta menos preocupado por nosotros. Al final vamos a morir de todas maneras. Esto es menos doloroso que ir muriendo poco a poco.-dice, ahora ella es la que esta llorando.

-Por favor, mamá. Bryn y yo te necesitamos. Ella no se merece esto.-intento acercarme a ella pero amenaza con disparar, cierra los ojos. Veo a través del espejo que el rostro de mi hermana de cinco años, nos observa desde nuestra habitación. Parece muy asustada, le hago un gesto con la mano para que entre y cierre la puerta.
-Piensas de una manera egoísta. Le prometiste a papá que nos cuidarías. No nos abandones tú también-

Me mira y medita un momento antes de contestar.
-Vengan conmigo- su voz suena bastante fría, y hace que me estremezca ante su respuesta.

No quiero morir. No quiero que mamá muera. No quiero que Bryn muera.

-No digas eso.- la voz se me quiebra. La imagen de mamá, Bryn y yo suicidándonos, casi hace que me desmaye.

Es cierto que el planeta esta completamente destruido y las condiciones climáticas son extremas.
Después de que se talaran todos los árboles, y de que los polos se hayan descongelado, provocó un tremendo impacto.
Países enteros destruidos. Escasez de alimento y agua. Calores extremos en el día, y ahora, hay más horas de sol que de costumbre, y las pocas horas de la noche, son fríos intensos.

Las guerras se intensificaron, han dejado miles de muertos y heridos.
Y la enfermedad. Es la peor de todas, cuando la posees, tus extremidades se vuelven en tu contra, aparecen alucinaciones horribles, a veces, las personas llegan a asesinar. Mueres lenta y dolorosamente.

-Todo mejorará - digo, intentando sonar fuerte.
-No es cierto. Todos vamos a morir. El mundo no mejorará- hace una breve pausa antes de hablar.
-Cuidala. Las amo y espero que entiendan por qué lo hice - y dispara.
-¡No!- el grito desgarra mi garganta.
Tengo que voltear la cara hacia otro lado porque no puedo ver la sangre esparcida por la pared.

Mamá ha muerto.

Tengo que regresar donde mi hermana...

Prometo Cuidarte|| [SinEditar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora