Mi Vicio (Andrés - DVICIO fanfic)

Prólogo

La tarde de un sábado, era fresca y soleada, lo suficiente para ofrecer una excelente vista y un ambiente cálido en una de las bodas más importantes del año. La afortunada era una joven de veinticinco años, quien entrelazaba su vida con la de su novio, hombre con el que estuvo seis años y con quien estaba segura de querer pasar el resto de su vida ¿Qué tenía de interesante o importante esa Española? Su padre era el dueño de las disqueras más importantes del país, había creado los mejores exitos y dio a conocer a muchos de los cantantes de mismo. Un hombre mayor, con cabello gris, un porte muy elegante, de un metro ochenta, pero con una sonrisa calida y amable, al menos hasta que le sacan de sus casillas y pierde toda la amabilidad.

Marcel estaba encargado de hacer brillar a su hija en el día más importante de su vida, era su princesa y darle todo lo que deseaba hasta el último momento, era lo menos que podía hacer por ella, lo que lo llevo a estar en un dos por tres, la joven Marcela quería una decoración de cuento, un banquete real, un lugar de ensueño y todo lo obtuvo, pero la música era algo complicado en aquélla ocasión. Acostumbrada a las bandas, cantantes comunes y muy conocidos de su padre, quería algo más, algo sencillo, romantico, real, no falso y que no llegara a opacar la atención que ella tenía. Su padre se vio apurado, tenía a los mejores músicos, pero solo con aquello, ella quería algo distinto.

Fue cuando entre busquedas, Marcel dio con una banda constituida por amigos, apenas comenzaban y se presentaban en bares, teatros, eventos privados en los que las bodas entraban entre ellos. Luego de escuchar un poco de los jovenes estuvo interesado, eran bastantes buenos sin contar que varias canciones eran de ellos, lo que sumaba puntos con el. Decidió contratarlos, todo vía telefónica, encontrandose con los 5 jóvenes el día de la boda.

5 chicos formaban parte de la banda, dos de ellos hermanos, Andrés y Martín, con características distintas, Martín era bastante alto, su rostro era alargado, sus ojos oscuros y su cabello largo de un color rubio, su cuerpo estaba relativamente formado y personalmente era bastante juguetón y bromista. Por su parte Andrés era distinto, sus ojos de un verde esmeralda, cautivadores, su piel era más clara y combinaba con su cabello cenizo sobre las orejas, no estaba tan formado como su hermano, pero era igual de delgado, con una sonrisa bastante cautivante y un humor un poco más cerrado que el contrarío, aun así, un joven muy amable.

Los otros tres chicos eran solo amigos, pero entre todos se llevaban como hermanos, Luis, era el más bajo, con el cabello castaño y ojos del mismo color, una barba baja que mantenia su estilo y su cuerpo era delgado. Seguido Nacho, con las mismas características a diferencia de la forma de sus rostro y ojos, hacian un gran cambio, su ojos eran solo un poco más claros y caidos, a comparación de los demás era muy risueño y agradable, su cuerpo tan formado como el de Martín. Finalmente Alberto, apodado missis, el menos común pero uno de los más atractivos, tan alto o más que Martín, cabello castaño oscuro, con el corte de copete hacia atrás, su piel en un tono claro, pero no tanto, ojos oscuros y sonrisa amigable, su cuerpo delgado y un tanto trabajado, no mucho.

-Tio, me encuentro un poco nervioso.

-Vamos Nacho, solo porque se trate del encargado de sony en el país, no deberías sentirte así.

Hablo Martin sarcasticamente montando los intrumentos sobre el escenario, se podía observar en la pista las personas disfrutar de la celebración y de la música grabada, la novia con un vestido ondeante y con encaje, daba vueltas junto al novio, parecian una pareja perfecta llena de amor y realmente lo eran, Marcela no se había dado cuenta de la sorpresa de su padre, hasta que la música se detuvo y se volteo al escenario en cuanto escuchó como comenzaban a tocar la canción de su infancia "Muñequita linda" con una sonrisa flameante y unas lagrimas notables, la emoción la contuvo y de la mano de su ahora esposo se acercó a la tarima observando al joven y a la banda que cantaban aquélla melodía.