Capítulo 7

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No podía para de llorar, se sentía sucio, es uno de los piratas más fuertes de todos los tiempos y se ha dejado violar por uno de sus nakamas y no ha hecho nada, mas no podía, no podía lastimar a sus nakamas por muy cruel que hayan sido con el.

Pero lo más doloroso de todo, es que no puede dejar de amar al hombre que le ha conquistado, el primero de sus nakamas, el que siempre ha estado hay, apoyándolo y viendo su progreso, pero ha sido el que más daño le ha hecho. Sabía que con los dos actos que ha cometido y más que suficiente para echarlo del barco, pero lo último que quiere es alejarse de el.

Debe estar loco para seguir amando a la persona que más le ha hecho daño. La única solución es callarse y olvidarlo. Aunque sea duro y difícil, viviendo en el mismo sera una descomunal proeza, debe intentarlo.

Con paso lento y dolorido, se a la ducha. Dejo que el agua caliente, aunque le debilitara, recorriera todo su magullado y dolorido cuerpo, con marcas del reciente acto y del anterior. Después de limpiarse y asearse, lentamente fue a su habitación, se cambio de ropa, ya que la que tenía puesta al principio fue destrozada por Zoro y finalmente, se dirigió a la máxima velocidad que podía ir por el dolor de su entrada, a la habitación de las chicas.

Entró silenciosamente, evitando hace el mínimo ruido, pero se sorprendió al ver la habitación vacía. Decidió acostarse y esperar a Nami y a Robin, pero desde que acostó, las lágrimas retenidas durante su caminata salieron por si solas. Le dolía su cuerpo, su entrada ardía, su cara estaba llena de moretones, pero lo que más le dolía era su pecho, cada latir de su corazón dolía, cada recuerdo, podía sentir como era golpeado y violado.

Estaba tan sumergido en una burbuja de dolor, ajeno al mundo exterior, que no se dio cuenta cuando dos mujeres entraron a la habitación, enfadadas y desesperadas por la repentina desaparición de su capitán.

Nami: ¿Se puede saber en dónde estabas?.- dijo en tono enfadado-. Te hemos buscado por todos lados.- recalcó-.
Luffy:....- no hubo respuesta, estaba tan sumergido en sus pensamientos-.
Robin: ¿Luffy?.- lo llamo preocupada-.
Nami: Seguro que estará durmiendo tranquilamente.- dijo muy enojada-. Pero no se saldrá con la suya.- dijo con voz de ultratumba-.

Con la misma, encendió la luz y se abalanzó sobre el menor, pero lo que no se esperó fue la reacción de este. Sin más, grito de dolor y se alejo rápido de la mujer.

Luffy: P-por f-favor.- dijo empezando a llorar-. No más.- suplicó desesperadamente-.

Ambas chicas se llevaron las dos manos a la boca, sorprendidas y preocupada en el estado que se encontraba su capitán. Marcas y golpes por todos lados, sangre seca en la comisura de sus labios y marcas de lágrimas secas por toda su magullada cara.

Nami: Luffy.- lo llamo pero en diferente tono, más preocupado-. ¿Qué te ha pasado?.- preguntó, temiendo que un enemigo haya entrado en el barco-.
Robin: ¿En dónde estabas?.- preguntó la azabache, igual de preocupada-.
Luffy:- no sabía que responder. Si les decía todo, iban a matar a Zoro y acordándose de la amenaza de este, descarto inmediatamente esa idea-. F-fui al baño.- respondió tembloroso y con miedo, se odiaba por no mentir bien-.
Nami: Bien ¿y qué te paso?.- preguntó preocupada, no era normal encontrarse a su capitán en ese estado si no ha tenido una dura batalla-.
Luffy: Me encontré con un poderoso enemigo que quería robarnos el barco.- contesto rápido y nervioso, esperaba que sus amigas lo creyeran-.
Robin: No escuchamos ningún ruido ni tampoco vimos indicios de ninguna batalla.- argumentó decepcionada, esperaba que Luffy después de este magnífico día confiara más en ellas-.
Luffy:- noto que sus amigas estaban decepcionadas, no quería hacerlas sentir mal pero ¿qué podía hacer?. Al final decidió darles un voto de confianza-. Esta bien.-dijo resignado-. Os lo contaré, pero mañana que ya es tarde.- dijo algo cansado-.
Nami: Esta bien.- dijo feliz, Luffy confiaba en ellas-.

Heridas Del Corazón  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora