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Hoy no quiero desperdiciar el tiempo, quiero liberarme de todo aquello que me ha estado torturando todo el año. O sea, Él.

Me he escondido tras una pluma y un papel todo este tiempo.

Noviembre 13, ultimo día del curso en el Instituto. He decido entregarle todas y cada una de mis notas al chico, justamente hoy, junto con una carta que también escribí para él. Probablemente después de hoy nunca vuelva a verlo así que ser humillada esta demás. Quisiera poder decir que soy lo bastante fuerte para lidiar con la realidad y aceptar el rechazo, además de que tampoco quiero su lastima.

Lo que visto muchas veces en su casillero con un chico de ojos azules, antes de que los dos se encuentren con los demás chicos y los vea usualmente en la cafetería. Es la mayor estupidez que he hecho en mi vida. Pero, ¿Que más podía hacer?

~•~

Estoy completamente, totalmente, enamorada de ti. Y no puedo entender exactamente por qué. Tal vez sea la forma en la que tu cabello largo y rizado cae tan perfectamente a lo largo de tu rostro y tu nuca, como asienta en la parte superior de tus hombros, o tal vez sea la forma en la que tus cejas se fruncen juntas y ese pequeño pliegue que aparece en medio de ellas, cuando estas pensando. Tal vez sea la sonrisa torcida, que ilumina todo tu rostro, tal vez sea como levantas una ceja más que la otra, cuando miras a alguien. Podrían ser tus hoyuelos, que delinean tu perfecta sonrisa. Quizás sean las arrugas al lado de tus ojos esmeralda cuando ríes. Podría ser la forma en que tus labios se mueven cuando hablas con pasión. O tal vez sea la tinta que está tatuada en tu piel, que cuenta las historias que sostienen tu corazón. Quizás sea el collar con una cruz que llevas todos los días y la forma en que descansa sobre tu pecho. Puede ser la forma en la que trata a los demás, con tanto respeto y amabilidad. Podría ser la forma en la que tienes esa luz, que llevas alrededor donde quiera que vayas, por lo que es imposible no notar su encanto excepcional. Podría ser la forma en la que tu pecho sube y baja con cada respiración. No se cual es la razón, pero de lo que estoy segura es que, estoy tontamente, completamente, encaprichada contigo. Yo, yo estoy enamorada de ti.

Quizás esto en realidad no era amor. Pero se sintió como tal.

Nunca supe tu nombre. Así que para mi siempre seras el chico de la cafetería.

-Leah.

El Chico de la Cafetería | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora