Capitulo 4. El Antidoto (primera parte)

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Disclaimer: Los personajes de Avatar the last airbender no me pertenecen a mí, sino a Nickelodeon y sus creadores.


Era cerca de media noche cuando llegaron al templo de aire del oeste. Zuko saltó al suelo con Katara en brazos y la llevó hasta su habitación. Ahí la depositó gentilmente en su cama.

– ¡Todo esto es tú culpa! – gritó Sokka – dijiste que ella estaría bien y mira lo que sucedió. Sabía que tú sólo nos traerías problemas

– ¡Ya basta Sokka! – dijo Aang – Gritar no servirá de nada. Tenemos que pensar en como ayudar a Katara.

– ¿Cómo? – gritó Sokka – Ella es la única que puede curar ¿qué podemos hacer nosotros? Y tú Zuko ojalá que pienses en una solución o te aseguro que voy a... ¿Dónde está Zuko?

El príncipe estaba corriendo por los pasillos hasta que se detuvo ante la enorme puerta de la biblioteca. Sin perder un segundo, el joven se dirigió a una sección y empezó a revisar los pergaminos. Lleno de ansiedad, Zuko tomaba un pergamino, lo revisaba brevemente y luego lo arrojaba al suelo. Después tomaba otro y repetía el proceso.

– ¿Qué estás haciendo? – preguntó Aang, que había seguido al joven.

– Sé que lo vi por aquí.

– ¿ver qué? – preguntó el avatar al ver que el príncipe leía con avidez un viejo pergamino.

– ¡Este es! – exclamó el joven sonriendo.

– ¿qué es eso?

– ¡Un antídoto! Acompáñame, necesitamos algunos ingredientes – Zuko recogió algunas cosas que necesitaba y las colocó en una bolsa. Después, los dos amigos fueron corrieron en busca del bisonte volador.

– ¿Qué está sucediendo? – preguntó Sokka

– Existe un antídoto para el veneno de la cobra real – explicó Zuko mientras sujetaba el pergamino con su puño – Aang y yo buscaremos los ingredientes.

– Yo los acompañaré

– No Sokka – dijo Zuko – Katara te necesita aquí, nosotros buscaremos el antídoto.

– No sé si deba confiar en ti.

– Katara salvo mi vida y te prometo que no voy a dejarla morir – declaró el príncipe con melancolía – ¡Por favor Sokka, cuida bien de ella!

– Lo haré.

– Nosotros volveremos a tiempo ¡Lo prometo!

Zuko subió al bisonte y observó a Aang con la cabeza inclinada.

– No te preocupes – dijo el joven colocando su mano en el hombro del niño – ella estará bien. La salvaremos juntos.

– Sí – contestó el avatar con voz apagada.

Entonces Appa despego y los dos amigos surcaron los cielos en busca del antídoto que necesitaban.

– Necesitamos reunir tres ingredientes para elaborar el antídoto – declaró Zuko – Una orquídea negra de los acantilados, dos espinas rojas de la ortiga carnívora y tres gotas del veneno azul de una anaconda blanca.

– Eso suena difícil.

– Para ser francos, la empresa tiene una parte fácil, una difícil y me temo que una muy peligrosa, pero tenemos que encontrar todo antes de que obscurezca el día de mañana.

Appa llegó volando a la cima de una montaña. Los dos jóvenes bajaron y encendieron una llama en sus manos para poder ver en la oscuridad. Juntos buscaban la orquídea que necesitaban.

Un Amor Imposible. Zuko & KataraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora