La vida de una adolescente suicida.

Dentro de la mente de Andrea.

18 otoños, 18 otoños había vivido yo, antes de darme cuenta que jamás seria suficiente. Jamás seria lo que la sociedad considera ideal, una persona con pensamiento profundo, bajas expectativas y muy realista. Claramente mi presencia no era necesaria en el mundo, fácilmente lograba pasar desapercibida. La chica tímida, la antisocial, la que odia a todo el mundo, esos y otros bullicios eran los que retumbaban el pasillo cada vez que yo pasaba. La realidad es que yo no era antisocial, solo era una persona que necesitaba estar en paz, con pensamientos alborotados, al borde de la locura, necesitaba equilibrar mis sentimientos. Nunca me considere capaz de arrastrar a mis supuestas amistades en mis problemas, si, dije supuestas, ya que cuando vives por 18 otoños y sufres lo que he sufrido en mi corta vida entiendes que nadie se quedara contigo por un momento ilimitado de tiempo. Esto no solo ocurre porque necesitas estar sola, sino porque consideras que los demás están muy ocupados en sus propios asuntos que no deseas molestar. La ironía, siempre intentas ayudar a pesar de que los demás se basen en rechazarte solo porque no entienden la lógica que la situación hace en tu mente alocada. Buscas a personas que no merecen ser encontradas, sufres humillación buscando ser aceptada. Se estremece mi piel con solo pensar el tiempo que he gastado con personas equivocadas, me aterra el hecho de que son meses e inclusive años que no recuperare. Pero aquí me encuentro, en una tarde de primavera contemplando lo que he hecho y lo que será de mi, no considero pensar a largo plazo ya que el futuro eriza hasta lo mas profundo de mi ser. Soy una mujer inconforme tiendo a ser ruda conmigo misma, pero de que otra manera puedo ser, si eso es lo único que he podido aprender. Tengo miedo de los que me rodean, tengo miedo de los que se irán. Vivir esto que vivo no debe ser considerado vivir, estar aterrada del pasado, odiar el presente y temer al futuro, ¿qué tipo de vida puede ser? Jamás estar segura de tus decisiones, pensándolas hasta desfallecer. ¿Que me dices de temer a las personas mas cercanas a ti? Estar en una prisión interna solo por no poder revelar quien eres, con virtudes y defectos. Finalmente estás harta de lo que te rodea, la monotonía se ha adueñado nuevamente de tu vida, esa vieja amiga viene con acompañante, la depresión, tu peor enemiga. Consideras desaparecer y huir de todo, creas un plan, hasta que te das cuenta que no es viable, solo eres una mujer que ha vivido 18 otoños y jamás serás suficiente ni tan siquiera para ti. Hundida en un mar de lágrimas decides volverte invisible, hasta que te sientas suficiente.