Historias De Terror

#1#

Era de noche y las calles de Tokio estaban muy oscuras y silenciosas, solo estaba yo caminando por ellas.

Hacia unos días me había llegado una carta diciendo que fuese a las 3 de la mañana a una casa abandonada que hay cerca del centro de Tokio. Me llamó mucho la atención, así que decidí ir, y aquí estoy, caminando de madrugada por estas silenciosas y terroríficas calles. Por el camino a la casa me pareció escuchar pasos detrás mía, pero al girarme no veía a nadie.

Una vez llegué a la casa llamé a la puerta. "No se porqué llamo si la casa está abandonada" pensé. Decidí empujar la puerta para ver si estaba abierta y, efectivamente, lo estaba. Entré en la terrorífica casa y esperé hasta que por fin la puerta se abrió de nuevo. Pensaba que era la persona que me había citado aquí, pero nadie entró así que supuse que seria el viento que había abierto la puerta.
Esperé un buen rato más pero nadie vino. Decidí volver a mi casa, todo había sido una perdida de tiempo, pero cuando fui a abrir la puerta me di cuenta de que estaba cerrada. Tiré de esta con todas mis fuerzas pero no se abría. Me había quedado encerrado en una casa abandonada a las 3 de la mañana. Algo sonó detrás mía. Me di la vuelta y vi una sombra correr a esconderse detrás de una de las cajas que había en el suelo. Me acerqué a la caja tembloroso y me asomé. Detrás de esta había una niña cubierta de sangre sentada en el suelo con las rodillas abrazadas llorando.
Cuando fui a preguntarle que qué le pasaba dijo con voz temblorosa
-m...mama ha...ha muerto. Él la ha...la ha matado.
-¿Quién es Él?- le pregunté en un susurro.
La niña, que seguía en la misma posición, levantó el brazo señalando a la izquierda. Me di la vuelta despacio y lo ultimo que vi fue a una cosa con forma humana con la cabeza retorcida arrastrándose por el suelo hacia mi. Intenté correr pero se movía demasiado rápido. Me agarró una pierna, intenté forcejear pero me tenia fuertemente agarrado. Me tiró al suelo de un tirón y se subió encima mía dejándome indefenso. De cerca era aún más terrorífico. No tenia ojos y la boca la tenia cosida. Tenia la cara completamente deforme y el cuello totalmente torcido. Estando encima mía, con las afiladas garras de una de sus manos me cortó lentamente el cuello. Una vez terminé desangrado arrancó mis brazos y mis piernas y lentamente fue arrancandome la cabeza. Cuando hizo ató una cuerda a esta y la colgó del techo.