Capitulo 1: Mi pequeña y delicada Luna.

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La Luna brilla sólo para mi.

Era de noche. Había Luna llena. Hacía frío. Había escapado de casa, ya era la cuarta vez de ésa semana. Estaba corriendo ¿A dónde? No sabía. Estaba agitada, sin respiración, sin más opción que detenerme y descansar unos minutos.
No sabía dónde estaba. Había un lago, un pequeño puente y a la orilla un enorme árbol. No había faroles que alumbraran, sólo la Luna repartiendo su suave blanco en todo el lugar, reflejandose en el agua, dando calma. Me pareció un buen lugar para aclarar mis ideas y distraerme un rato, por lo que habia decidido ir debajo del árbol. Pensé que estaba sola...eso creía.
Al acercarme al árbol, pude distinguir una delicada silueta. Era una chica, cabello y vestido blanco, lacio y largo hasta por debajo de los muslos, parecía la Luna personificada. Estaba mirando hacía las estrellas. "Su mirada refleja angustia, nostalgia y dolor" -fue lo primero que había pensado. Miraba con tal tristeza el cielo como si aquel fuese su hogar, y ella, alguien que perdió de vista su camino pero con tantos deseos de volver a su sitio sin saber cómo. Me acerqué a ella, tratando de saber si había algo que pudiese hacer por ella.
-Disculpa..- Se giró a verme. Me había paralizado. Sus ojos blancos, sus mejillas rosadas y sus labios secos me provocaron un pinchazo en el corazón.-Te puedo ayud...- En ese momento, no podía continuar, no me podía mover. Su mirada clavada en mi hacía que no pudiese pronunciar una sola palabra, hacer un movimiento. Sentí mareos y cansancio. Se me acercó a tal punto de dejar nuestras caras a centímetros. Estaba sonrojada, mis mejillas ardían pero no podía apartarla, mis ojos no se despegaban de los suyos, todo lo que yo hacía era observar sus gestos y sentir cómo poco a poco me abrazaba, hasta que luego sentir sus finos y delgados labios sobre mi frente y recuerdo haber cerrado los ojos y despertar debajo de ése árbol.
Me dolía la cabeza. El malhumor me dominaba. Recordé a la chica, su mirada, su cabello, su vestido, su delicada silueta y la sensación de sus labios aún la sentía. No la pude olvidar. Desde esa vez, iba todas las noches a ese lugar donde conocí una pequeña y delicada Luna. Recuerdo mis sentimientos y mis pensamientos mezclándose, haciendo que no pueda ver todo con claridad.
Fui a ese lugar una y otra y otra y otra vez...y así durante 10 años. Ya me había rendido. Había buscado en cada rincón de la ciudad, redes sociales y demás. No la encontré. Ni siquiera pude saber su nombre, a qué colegio iba, nada. Hasta el día de hoy trato de olvidarla, pero no es fácil. Fue la primera vez que sentí tanta confusión....mi primer amor.

Mi nombre es Nagisa Usami, tengo 25 años y me estoy dedicando a la medicina. Temporalmente trabajo en una guardería con dos amigos, Derek (20 años) y su hermano Richard (26 años). Somos amigos de la infancia y los tres estamos planeando el mismo futuro.
Nunca les conté sobre la pequeña y delicada Luna que conocí hace 10 años, ya que, tenía miedo de que alguien más la quisiera. Así que decidí guardarme el recuerdo de su pequeña y delicada silueta, su imagen tan deslumbrante y su mirada tan cautivadora, en mi interior, y así aunque ya no la viera más, la mantendría en mi toda mi vida.
No soy el tipo de persona a la que se la pueda enamorar fácilmente, pero ella logró entrar en un ser prácticamente impenetrable. Con el paso de los años, no hice otra cosa más que cerrar mi corazón y suspender mis sentimientos, porque ella fue mi primer y último amor, no quería segundo ni tercero, la quería a ella.

En estos momentos estoy volviendo de la guardería. Los niños son tan puros e inocentes. Siempre pretendo ser agradables con ellos por más siniestra que pueda ser mi personalidad, es imposible no querer ser amables con ellos. Ellos para mi son la esperanza de la humanidad, son el lugar en el que quiero estar.

"Hace frío, mucho frío." -me dije. Estaba caminando hacia mi departamento, era muy tarde y no me habia dado tiempo para comprar la cena, así que no iba a cenar hoy. De pronto sentí un vacío.
Ese vacio...ya lo había sentido noches anteriores y es el mismo que hace diez años.
Me perdí tanto en mis recuerdos que sin darme cuenta terminé en aquel lugar al que yo llamaba "pedacito de cielo". Suspire y me digné a sentarme debajo de aquel árbol. Parecía haber vuelto a aquella noche fría y nostálgica.
Cerré los ojos dejando al viento entrar a mis oídos y darme calma. Escuchaba pisadas, creía que era mi imaginación, pero alguien estaba parado en frente de mi, así que me animé a abrir mis ojos y allí estaba ella.
-Nos volvemos a encontrar. Han pasado 10 años...-le dije. Ella no cambiaba su expresión y no emitia sonido alguno. Su mirada no era la misma de aquella vez, ésta vez su rostro me daba tranquilidad, tenía el mismo rostro iluminado que el de hace 10 años.
Se giró y empezó a caminar alejandose de mi. Sentí pánico. Presentía que pasaría lo mismo que hace diez anos,que ya no la volvería a ver. Mi miedo me impulso y la detuve sosteniendo su blanca mano.
-Espera..-Estaba helada. La temperatura de su mano estaba baja..-Estás bien? Tienes frío?- Me paré sin soltar su pequeña mano.
Se volvió hacia mi y con un gesto de nostalgia se acercó a mí para besar nuevamente mi frente como hace diez años.
No podía moverme y sus ojos me hacían ver el paraíso. Estaba hipnotizada por su rostro y su hermoso cabello blanco hasta que finalmente cerré los ojos.

"Abrelos!! Te pasará lo mismo que hace diez años. Volverás a sentir un enorme vacío por perderla dos veces, no dejes que escape." - me decía mi subconsciente.
En ese mismo instante usé toda mi voluntad para poder abrir los ojos y finalmente lo conseguí.
Lo primero que vi fue su barbilla, estábamos caminando. Ella me cargaba y no sabía a dónde me llevaba.
-N-no...me- decía- dejes...por favor.-Suspire para poder continuar.-Por favor...no de nuevo. Te busqué durante...10 años....por eso.. No me abandones..-Sentí como mis lágrimas caían, sentía el calor en mis mejillas por la vergüenza que tenía al haber dicho eso. Esas palabras son las únicas que queria decirle... Ella solo soltó un suspiro y una sonrisa y luego tomó aire para decir algo.

-Duerme bien Nagisa- en ese momento mis párpados se cerraban, siendo su belleza la última cosa que mis ojos vieran. No sabía si era la última vez que la vería, me Sentí pesada y triste. No sabía qué hacer, la iba a perder y no sabía si regresaría.

*********

*Despertador*

Abrí los ojos, lo apagué y me senté en mi cama.
Me dolía la cabeza.
-Espera!- pensé. En ese momento recordé lo que sucedió y no pude evitar llorar y sentir un peso y un vacío al mismo tiempo. Ella no estaba, se había vuelto a ir . No sabía cuándo la iba a volver a ver y eso me desesperaba.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2016 ⏰

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