Se quedó mirando la puerta que terminaba de cerrarse. No podía moverse. Su cerebro lo único que hacía era repetirle esa absurda despedida que se habían dado. Sí las dos se habían deseado buenas noches, pero había sido ella la que lo había comenzado todo con su "Buenas noches Comandante"
-Pareces tonta- Se decía a ella misma. Se tumbó sobre su cama. Intentando dormir, pero cada vez que cerraba los ojos una imagen aparecía en su mente, era Lexa tirada en el suelo y Roan a punto de matarla con la lanza. Recordar aquella imagen pese a saber que todo había terminado bien hacía que su corazón se encogiese.
Se levantó de la cama. Y por una vez hizo lo que su corazón le gritaba. Caminó hasta la puerta y la abrió, salió de su cuarto y sus pasos de encaminaron hasta el dormitorio de la Comandante. Cierto que sus pasos eran un poco dubitativos, pero aun así le llevaron hasta dónde quería ir.
En el interior Lexa estaba sentada en su cama, ni siquiera había hecho el intento de dormir. Su cuerpo se revelaba, le pedía a gritos otra cosa. Se sorprendió cuando escuchó como llamaban a su puerta. Aquella noche, había dado orden para no tener guardias en la puerta, así que fue ella la que tuvo que abrir. Una tímida sonrisa se dibujó en su rostro, negó con la cabeza al tiempo que se hacía a un lado dejando paso a la persona que había al otro lado.
-No revisé la herida del brazo- Lexa negó- Debería cambiar también ese vendaje.
-Deberías- Contestó caminando hasta su cama y sentándose en ella.
La rubia se acercó un poco más, lo justo para poder acariciar el rostro de la comandante, tras hacer aquello se giró y se fue alejando de aquella cama. Había sido un error ir hasta allí.
-Clarke – Lexa pegó su espalda al cabecero de la cama.
Se paró con el picaporte de la puerta ya en su mano, suspiró.
-Clarke – volvió a escuchar a su espalda -Clarke – se acercó hasta ella y se sentó, como había hecho la rubia en el suelo, a su lado. Acarició el rostro de Clarke.
-Déjame – Clarke retiró la mano de Lexa.
-Clarke, tenemos que hablar – insistió ella.
-No hay nada de lo que hablar – contestó encogiéndose un poco más.
-Me fijé en ti en el mismo instante en el que entraste en mi tienda – Lexa decidió que había llegado la hora de ser sincera- Te quería en mi cama, era pura atracción, sólo sería sexo, sin afectar al corazón. Pero luego todo se me fue de las manos, te conocí, y entonces el deseo se transformó en otra cosa. Llegó tu rechazo, fuiste la primera mujer que lo hizo, y eso sólo acrecentó mi deseo por ti – Clarke se movía inquieta en el suelo- Juré que nunca me enamoraría de nadie otra vez. El amor nos hace débiles. Pero no he podido cumplir mi juramento. Y te aseguro que eso es la primera vez que me ocurre. ¿Por qué? ¿Por qué te niegas a aceptar que en este tiempo tú también te has enamorado de mí? – Lexa se puso en pie.
-No me niego a aceptar nada – contestó Clarke poniéndose en pie.
-Clarke – sujetó la mano evitando que se alejase de ella.
-No lo entiendes, no importa si yo siento algo o no. No puede haber nada entre nosotras – Las lágrimas corrían por su mejilla- Realmente el amor nos hace débiles. Tu amor por mi casi hace que te maten. Y lo que siento por ti, hace que no actúe con lógica. Me reuní con Nia para asesinarla, sabiendo que eso habría iniciado una guerra entre su clan y el mío. Pero no me importó, porque sólo tenía una cosa en la cabeza y eso era evitar tu muerte como fuese.
Lexa aun tenía sujeta a Clarke, se acercó y sus dedos comenzaron a limpiarle las lágrimas que le bañaban el rostro.
-Lexa, por favor, déjame ir – suplicaba Clarke.
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3x4 La escena Robada
FanfictionEl titulo lo dice todo. Después del capitulo cuarto de esta tercera temporada, capitulo redondo, mi mente se puso a trabajar en un final alternativo. Porque ese final fue ccomo ¿perdona? ¿No nos habéis robado algo? Y decidí escribir lo que debería h...