Capítulo 9: "Lo malo empieza con C"

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Narra Adrien.

Luego de tener aquel épico fin de semana, mi cabeza andaba en las nubes. A penas soy consciente de que me estoy dirigiendo a la preparatoria.

Llegué al salón siguiendo a Nino por instinto, mientras que él me hablaba sobre algo, pero a mi mente no llegaba ninguna de sus palabras.

Nino: Entonces, no sé qué haremos... ¿Oíste algo al menos?

Adrien: ¿Qué? ¡Ah! N-No, lo siento.

Nino: Mira como te tiene el amor amigo -deja su bolso en el asiento-. ¿Cómo van las cosas?

Volví a vivir algunos rápidos segundos de lo que últimamente me había pasado, acomodándome en mi asiento, estirando mis brazos mientras una sonrisa inevitable se me escapaba.

Adrien: Genial.

Nino: Me alegro por ti -ríe-.

Suspiré pensando en que quería verla ahora mismo, pero la profesora entró al salón rompiendo mis ilusiones, al mismo tiempo que todos se levantaban para saludarla como se debía.

Profesora: Bien, la clase de hoy de dedicará especialmente para que expongan sus trabajos de historia. Comenzaremos de inmediato.

Oí tras de mí como todos se quejaban al unísono, pero un fuerte golpe nos calló a todos. Me di la vuelta, exaltado, y vi a Marinette tirada en el piso con los ojos muy abiertos. De inmediato me levanté y le extendí mi mano a la que, muy dudosa, aceptó.

Marinette: G-Gracias.

Sonreí ante su agradecimiento y volví a mi puesto, oyendo como Alya empezó a hablarle.

Alya: ¿Estás bien?

Marinette: Nosotros, yo, n-no sé... El trabajo lo olvidé, no tenemos nada.

Le lancé a Nino una mirada inquisitiva y él solo parecía preocupado; después de todo mi grupo terminó en un día y el de él apenas comenzó.

Adrien: ¿Qué harás?

Nino: Afrontarlo -se acomoda la gorra-

Luego de un rato comenzaron a pasar los grupos uno por uno, el mío fue el penúltimo y ya sólo quedaba uno. Al momento en el que la profesora llamó al "grupo de Chloé", Sabrina, Marinette y Niño se levantaron al instante, con la cara sin expresión y una postura exageradamente rígida.

Cuando ya estaban frente a todos con la pizarra a sus espaldas, el receso se anunció y el alma pareció volverles al cuerpo. Me limité a reír por lo bajo.

Tomé mi bolso y aunque las clases aún no terminaran me parecían aburridas, así que escabulléndome de la preparatoria me dispuse a dar una vuelta por la ciudad.

-¡Oh dios! En serio, ¿Adrien Agreste, el modelo, está ante mis ojos? Soy Cindy, ¡tu mayor fan!

Me giré y vi a una chica de pelo corto y negro, de tez bastante blanca. De un rápido movimiento, me agarró del brazo y con su celular nos tomó una foto. Dediqué un sonrisa un poco incómodo, quería seguir con mi tranquila caminata pero no encontraba el modo de decirlo.

Adrien: Lo siento, debo continuar con mi—...

Cindy: ¡Por mí ni te preocupes, te acompaño!

Esta vez iba a ser menos amable, pero cuando iba a hablar, una figura roja cruzada de brazos delante de nosotros nos distrajo. Al mirar con detención, sudé frío.

Ladybug: Me preguntaba por qué no te encontré en la preparatoria. Por desgracia, ahora, lo sé.

Adrien: No, no, no, Lady—.

Antes de poder tener siquiera la intención de explicar algo, ella volteó y se comenzó a alejar con rapidez. Un tanto desesperado, le di un empujón a la tal Cindy para dejarla de lado, comenzando a avanzar sin siquiera tomar mi bolso que había soltado un rato antes. Corrí, aunque era molesto no poder hacerlo tan rápido como cuando era Chat Noir.

Mi grito diciendo "espera" llegó a sus oídos. La tomé del hombro y se detuvo en el acto, volteando y dejándome ver su seria mirada.

Ladybug: ¿Por qué lo malo empieza con C? Chloé, Cindy.

Adrien: Celos.

Oí como refunfuñó ante mi acotación, pero incluso con las mejillas infladas y el ceño fruncido, para mí era la mujer más hermosa del mundo y nunca nadie la podría superar. Terca, obstinada, como quieran llamarla, yo sé que tiene el mejor corazón del mundo y aunque no pueda decir lo mismo del mío, le pertenece totalmente a ella.

Adrien: Vamos -acercándose- No puedes enojarte, soy irresistible.

Vi como intentó taparse la boca para que no me diera cuenta de cómo se reía, pero para su mala suerte si noté aquello y apartando sus manos le di un beso.

Ladybug: No es justo.

Esta vez, fue ella la que me besó a mí. Íbamos a continuar con el pequeño "juego" que habíamos comenzando, pero un ruido nos distrajo a ambos. De inmediato reconocí la voz de Cindy, y viendo como nos iba a atacar, busqué a Plagg para transformarme. ¡No! Espera, ¿y mi bolso...?

Repitiendo las palabras de Ladybug: Todo lo malo empieza con C, como por ejemplo, "Chat Noir, eres un estúpido".

Déjame conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora