Prólogo

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-Y entonces Woofy y Mickey fueron a la playa a tomar el sol -decía mi madre, con ese tono de voz dulce que hacia olvidarme de todo a mi alrededor.

-Y luego ¿Que más?- decia yo con tono ansioso, amaba que mi madre me leyera desde pequeña, pero, ese día seria muy diferente a los demás, a pesar de mi corta edad, entendía mas de lo que deseaba.

-Mickey encontró un objeto brillante el cual...-no termino de hablar, pues tocaban la puerta. Era mi padre.-Disculpa princesa, pero tengo que ir a hablar con papi, regreso en unos minutos ¿vale?

-Okey ¡No te tardes mami!- decia con esa tierna voz que salia de mi boca, la cual, hozo que los músculos de la cara de mi madre se relajaran.

La vi salir, cerro la puerta de mi habitación a mis espaldas. Entonces los escuche hablar con calma. No recuerdo mucho, solo se quedaron grabadas en mi cabeza las siguientes palabras provenientes de mi padre:

-Tengo que ir linda. Cuida a nuestra princesa ¿Vale? Solo sera unos días...-el tono de mi padre era diferente, un poco mas nervioso de lo normal.

-Vale, pero ve con cuidado...-mi madre lo decía con un tono triste. Ambos sabían algo que yo no comprendía.

Después de eso comenzaron a susurrar cosas. Podría jurar jurar que eran en otro idioma, inclusive, otra lengua.

-¡Estoy esperando!- dije energética, no recibí respuesta alguna. Así que hice algo, algo de lo que aun me arrepiento.

Tome el libro, observe los dibujos, todos los personajes eran muy simpáticos, sin embargo, allí ocurrió lo inesperado; Todos comenzaron a moverse, unos se percataron de que los observaba, así que solo se limitaron a saludarme. Al bajar mas la mirada para observar mas a detalle, Mickey Mouse me hacia ademanes de que me acercase a donde el se hallaba, lo hice de inmediato, si protestar,  y escuche:

-Crea tu propia historia, cuida tus espaldas, haz lo que deseas...Pero, nunca dejes que nadie descubra tu poder.- En ese momento, ese peculiar ratón me guiño un ojo y me obsequio algo-Toma, esto te servirá en tu recorrido, pero recuerda: Esto es un secreto.

Por arte de magia, del pequeño libro salio un guante, pero este era peculiar;  era de colores del arco iris, sin los dedos , se podría decir que solo estaba cocido por el dedo pulgar, pero aun así, este podía sobresalir sin problema alguno. Me la coloque de inmediato y esta desapareció entre mi pijama y mi piel, observe por algunos momentos aquel acontecimiento, después volví la mirada al libro. Por alguna razón me sentía diferente, y en ese momento me percate de algo ; entendía la historia.

Había aprendido a leer.

Di pequeños saltitos de felicidad en mi cama, aun que, cada vez que bajaba la mirada al libro, decía algo diferente a lo que había leído con anterioridad.

Mi madre entro en la habitación  tratando de hacer el menor ruido posible y se percato de que tenia el libro en mi poder.

-Hora de dormir pequeña traviesa- me sujeto y me abrazo con fuerza, pude notar las lagrimas que caían por sus mejillas. Yo me acomode en sus brazos y quede profundamente dormida.

No importa lo que ocurrió al día siguiente, si no de lo que me entere a la semana siguiente.

Mi padre había muerto en un misterioso accidente automovilístico, sin poder encontrar su cuerpo o, bueno, lo que quedara de el.

Mi madre no se notaba para nada sorprendida. Ella desde antes lo sabia.

Quien diría, que a mis pequeños y escasos tres años todo cambiaría. No fue la muerte de mi padre lo que me cambio, si no el guante. Algo había estado aconteciendo en mi ser desde que decidí colocármelo aquella noche.

Algo se despertó.

Estaba lista para ello , lo sabia, pero no para lo que conllevaría en mi vida.



Another Soul (Conociendo el poder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora