Prosas para ti

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Existen formas de curar el alma, la mía se llama poesía.

Existen formas de curar el alma, la mía se llama poesía

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Tardes para decir adiós

Fue tu mirada firme que no osciló ni un instante; Tu voz inmune de culpa, apática y caústica, impregnada con todo lo que desprecio de ti; tus palabras superficiales escupiendo quimeras incapaces de alcanzarme; tu rostro impasible, disfrazado con tu antifaz favorito ese que grita ¡Nada sucede aquí!; las memorias vividas tornándose vacías, perdiendo significado; el futuro indefinido cayendo; mis demonios susurrantes; mis pesadillas cobrando vida; las promesas flotando en el aire; el tiempo mal invertido; el cielo volviéndose infierno; tu mala costumbre de tener la razón; fue tu ausencia; la forma; la manera; el último beso y tu adiós lo que me mató.

Añorar

Me estás quebrando,

              desearía que dejaras de hacerlo pero te sigo queriendo.

                                                              Pienso de más;

Y me hundo en una profunda tristeza;

                                      Y tú quedas justo ahí entre lo que duele y quiero.

Entonces deseo volver el tiempo y congelarlo,

para capturar aquel instante cuando desbordaba plenitud.

Porque todo en esta ciudad tiene tu nombre escrito

Y todo lo que lleva tus marcas no me permite sonreír.

Así que seguiré corriendo; huyendo.

Hasta llegar al sitio dónde mis recuerdos se liberen de estos sentimientos.


Cárcel de vaho

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Cárcel de vaho

No me arrepiento de los caminos elegidos, sino de lo que por miedo o apatía contengo:

lo no vivido.

Existe miedo excesivo; demasiada bruma en mi mente que confunde mis ideas, evitándome vivir con sinceridad.

Toco suelo e intento volar.

Me pierdo en el laberinto que encarna mi existencia: buscando ser yo, exponer mi alma y desnudar mi ser sin temor a las heridas.

Pero miro mis manos atadas, contemplo mis alas rasgadas y vuelvo a caer.


Mí antónimo

Eres efímero; soy infinita.

Tu tan abstracto; yo tan precisa.

Todo en ti hermético, imposible descubrir la verdad,

 existencia cambiante que no termina de ser 

y yo nítida, carente de secretos.


Nocherniego

Cierro los ojos, sigues ahí.

El insomnio se apodera de mis noches.

Hace tiempo dejó de doler y aun así bajo el silencio de la madrugada brotan las lágrimas.

Con los pies descalzos deambulo por la ciudad. Atrapo recuerdos, extravío deseos, mato sentimientos y visito rincones dolorosos al contemplar.

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