Nota #78

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Hola Liz:

Después de ese momento tan tenso, Jane nos llamó a comer, espero que ella logre poner un ambiente más cómodo porque realmente fue muy incómodo lo de hace rato.

La comida estuvo normal y me ayudó a calmarme porque también me había puesto nervioso gracias a ti, Lizeth.
Pero de pronto tú dijiste que tenías que contar algo importante, Jane y yo te regresamos a ver ansiosos de lo que podría ser.

Tus manos de pronto comenzaron a jugar con tu pelo, estabas nerviosa y no sabías como iniciar. Sin embargo, sacaste el valor y nos contaste sobre Edgard, pero nos contaste cada detalle de lo que había hecho cuando fue al hospital. Yo ya me había enterado cuando leí las cartas que me entregaste hace unos días, pero aún así no sabía los detalles, ni cómo sucedió.
Además, Jane no estaba enterada sobre lo que ocurrió con Edgard en el hospital y era necesario que sepa si querías que ella también te ayude.

Y eso fue lo que pasó...—decías mientras acababas tu relato tímidamente.

¡¿Quién se cree para entrar así al hospital?!—grité furioso.

Tranquilo Esteban, no lo he vuelto a ver desde esa vez.—dices mientras me agarrabas de la mano.—Pero si tengo miedo de aquella amenaza de Antonella, me dio apenas una semana para dejarte ir o sino la íbamos a pasar mal.

Yo voy a hablar con ella.—repliqué sin pensarlo.

No Esteban, es muy arriesgado.—añadiste mientras seguías agarrando mi mano.—Al parecer la única forma de no salir mal es separarnos...—

De pronto sentí como mi corazón se detuvo, no podía creer que tú te ibas a a rendir así tan fácilmente sin dar pelea, tú, Lizeth, la persona que más ha luchado se iba a rendir fácilmente. Simplemente no podía creerlo.

¿Por qué se lamentan tanto por una amenaza de una chica? Ustedes dos pueden detenerla, ella es una, ustedes pueden ganarle.—mencionó de pronto Jane.

Yo sonreí al ver como quería ayudarnos, pero me acordé de que también está Edgard. Al parecer pensamos lo mismos Lizeth, porque luego le dijiste.

No está sola, tiene a Edgar, ya son dos.

Pues que pena que ellos sean dos, porque nosotros somos tres.—añadió Jane.

Le miré atónito, no podía creer lo que oí.

¿Tienes algo en mente Jane?—pregunté mientras veía como se le formaba una sonrisa.

¡¿Vas a venir con nosotros?!—exclamaste eufórica.

Así es Lizeth, voy a ir con ustedes, voy a ayudarles.—mencionó Jane con una sonrisa en su rostro.

De pronto te levantaste de tu asiento donde estabas comiendo y fuiste a darle un abrazo a Jane, estabas muy feliz, se notaba en tu rostro. Definitivamente Jane ha hecho muchas cosas por nosotros y no sé como agradecerle, pero estoy muy feliz de que venga con nosotros.

Att: Esteban, tu novio

Las cartas que él nunca envió. [EDITANDO] [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora