Capitulo #5: Esquivandote

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Luego de un fin de semana bastante agobiante, el sábado por la noche salí a comer, aunque curiosamente termine en un antro gay en donde conocí a un chaval que estaba que se partía y bueno, no hace falta que os explique la historia ¿no? Voy a ser sincero y diré que no me acuerdo nada de el y tampoco pensaba preguntárselo cuando lo vi acostado en mi cama el domingo, me había ido a comprar algo para el desayuno y no, no es que no tuviera pero de alguna forma le tenia que hacer llegar de que se valla.Y como lo esperaba así fue, al volver de comprar ya no se encontraba ahí , aunque un pequeño papel estaba sobre mi mesa de luz.

Bueno ya me imagino que habrás olvidado mi nombre, me llamo Nahuel y por cierto follas muy bien aquí te dejo mi numero y me tome la molestia de tomar tu móvil y sacar tu numero y agendar el mio, por si "se te pierde el papel" algún día ;).

Luego de leer la nota una sonrisa burlona se dibujo en mi rostro, ¿encerio pensaba que yo iba a llamarlo algún día? Yo no soy el tipo de chicos que folla mas de una vez con una persona, y en todo caso si follaría con alguien mas veces seria por que esa persona realmente tiene algo especial que me gusta, no con un chaval del cual ni siquiera recuerdo el nombre.

Al final del dia recordé unos archivos que tenia que ordenar, ya era muy tarde pero prefería no dormir muy bien hoy y mañana no tener tantas obligaciones. Me habia quedado hasta altas horas de la noche, para ser nas exactos hasta las 4:00 a.m . Esto esta mal, muy mal, yo usualmente despertaba 6:00 a.m para poder ordenar las cosas antes de salir, lo que solo me dejaría dos putas horas para dormir, no tenia la mas remota idea de que es lo que haría para no parecer un zombi en el trabajo.

Al salir del departamento choco un brisa casi congeladora contra mi rostro, la verdad fue una buena forma de despabilarme tanto que hizo que recuerde que hoy iba a estar mi nuevo secretario. Resfregue mis frías manos por mi rostro recordando que tenia que llegar temprano para recibir al nuevo empleado, eran las 6:35 lo que me daría tiempo para llegar a la hora acordada.
Al fin, había llegado al estacionamiento, tenia unas pintas que daban toda la pena así que antes de salir del coche tome unas gafas

Hoy iba a ser uno de mis peores días, estaba cansado, tenia que trabajar, me veía fatal y tenia que explicarle todo a mi nuevo asistente, Antonio me mando un E-mail con su información la cual no me preocupe por ver, no tenia por que saber ni quien era ni su experiencia , nada por que no me interesa.
Salí del estacionamiento y camine unos pasos hacia la entrada del edificio y vi a un hombre bastante fortachón parado en la entrada, tenia un buen cuerpo, espalda ancha, vestía un saco azul marino con pantalones del mismo tono y unos zapatos negros, la camisa por el borde que vi era blanca. Estaba de espaldas así que eso fue todo lo que alcance a ver.

Me acerque a el por la espalda y sin mirar a su rostro pronuncie:
- Entra, sube directo al séptimo piso tu oficina es la de la derecha de la mas grande, te detrás cuenta por que es la única que esta vacía, sobre el escritorio hay unos papeles, rellenalos y si necesitas ayuda esta la secretaria. Yo estaré en mi oficina, no me gusta que vengan a preguntarme cosas así que trata de no hacerlo.- dije lo mas duro posible y subí por el ascensor, siempre era muy frio con mis asistentes, si queria que me respetaran no tengo que ser cotilla con el el primer dia.

Al llegar a ni oficina me senté y vi aun mas papeles sobre el mismo, solte un suspiro.

Unos minutos despues escuche gruñir mi estomago y me dispuse a pedirle el desayuno a mi secretario suponiendo que ya le habran informado que es lo que tendria que hacer.
Salí de mi oficina para entrar a la del otro joven, entre sin tocar la puerta, se sobresalto pero no levanto la mirada.

-¿Donde está mi desayuno? - mi voz quiza sono un poco demandante aunque yo no quería transmitir eso.

-S-si ya s-se lo entrego- me dedique a mirar un poco la oficina, no estaba a acostumbrado a entrar ahi. Desvié la mirada a su ancha espalda y denuevo a la oficina.

-Señor...  -

En ese momento  si hubiera sabido con lo que me encontraria cuando girara el rostro podria afirmar que no lo habria hecho.

Era el.

Estaba igual.

Sus anchos hombros.

Su sonrisa reluciente.

Sus grandes ojos marrones.

Ese encanto que siempre traia consigo.

Asqueroso.

Asco es lo unico me transmite.

Esa odiosa sonrisa.

-Gracias- declare seco.

-¿Encerio ni un beso en la mejilla me das?- se acerco peligrosamente hacia mis labios, se los habia remojado antes. Mis reflejos no le dejaron siquiera besarme, solo logro lanzar un beso al aire.

-No tenga tanta confianza el primer dia he que le puede ir muy mal si sigue asi- di la vuelta con mi desayuno en mano dejandolo con la mirada un poco perdida.

Confiado.  Asi me sentia,  pasos firmes hacia la puerta,  claro destino.  Dejar su despacho. Senti una mano rodeando fuertemente mi brazo y un fuerte tirón hacia atrás, me acorraló contra la mesa con ambas manos a cada lado.

Las respiraciones se entremezclaban,  respirabamos el mismo aire,  no me atrevia a mirar siquiera sus ojos,  no quiero mirar esos ojos por que se que volveré a caer en esa trampa, en esa trampa de ojos marrones con esos labios que ahora mismo estaban húmedos, con fuertes brazos,  los que me cargaban cada vez que pedia,  juro, encerio juro que intentaba alejarme pero no puedo,  no puedo alejarme y aunque no quisiera nada de el o eso creía, ¿Por que no me besaba?  Que tenia en la cabeza para no besarme en este momento,  el mas que nadie debia saber lo vulnerable que estaba.

Aveces lo que deseamos no es lo que esperamos.

Se acerco,  tomo mi rostro con su mano aunque realmente era una caricia, no hacia fuerza.  Senti sus labios sobre los mios, sus ojos cerrados y veia la desperacion en su rostro,  ni siquiera se podria calificar como un beso, eso habia sido una caricia, un toque, un simple e insignificante toque.  Nada mas.

¿Por que?  Por que tengo que estar aceptando besos de el, por que tiene que venir solo para confundirme,  yo estaba perfectamente bien sin el.  Mi vida era perfecta justo antes de que el apareciera con esa estupida sonrisa intentando enamorar al primer pringao que se pase por delante.  ¿Quien se cree que es para arruinar mi felicidad?  Nadie.  No es nadie.

Lo empuje, se veía en su rostro la confusión, se volvió a acercar y me beso con mas fuerza.  Un empujon y un puño en su cara es lo que recibió.

-NO VUELVAS A HACER ESO EN TU PUTA VIDA ME ESCUCHASTE?!!! QUIEN COÑO ERES PARA VENIR A BESARME GILIPOLLAS?- su cara de sorpresa era tremenda, no sabia que hacer ni decir,  estaba desesperado por una ayuda. 

-Ponte a trabajar- me sali de su oficina limpiando mi boca,  no quería volver a probar esos asquerosos labios.

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Holaa, sorryperdon,  disculpas por no haber subido antes pero no estoy acostumbrada a escribir con horarios fijos, simplemente escribo cuando me apetece pero intento seguir con la historia tal y como la tenia planteada pero ueno yo me voy y dejenmen comentarios lindos que siempre motivan.  Beshoo.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2016 ⏰

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