Capítulo 1

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Me gustaban las tardes de los días Miércoles, eran tranquilas, más de lo que suelen ser, casi siempre veía las mismas caras en aquella cafetería.
Aquel día estaba lloviendo, estaba hipnotizado viendo la lluvia caer por la ventana hasta que la campanilla de la puerta me regresó a la realidad, miré en dirección a la puerta de entrada y vi que era un chico alto, castaño, delgado, venía empapado, le dedique una sonrisa dándole la bienvenida al café, él me devolvió la sonrisa y en aquel momento sentí que mi sonrisa fue opacada por la suya, era hermosa, tengo que admitirlo, era amplia y sincera, quede embobado mientras él tomaba asiento.

Tomé mi libreta para tomar el pedido y me dirigí hacia él.

—Buenas, ¿Qué desea?.

—Hola, bueno... Me gustaría un café de vainilla con unas galletas que le acompañe.

—Buena elección, el café de vainilla es muy bueno.

—Tú si que sabes. —Dijo sonriendo amplio. —Es mi favorito.

—El mío igual. —Lo observé, me di cuenta de que tiritaba de frío, así que me apresuré. —Te traeré el café enseguida.

Fui a dejarle la orden a mi jefe ya que él era el que preparaba el café en ese lugar. Mientras preparaba el café del chico yo lo observaba, él miraba por la ventana, veía la lluvia caer, traía un bolso con él del cual sacó un libro bastante grueso y comenzó a leer mientras esperaba paciente. Me llamaba la atención, lo acepto, no podía quitarle la mirada de encima.

Pasaron menos de 5 minutos y la orden ya estaba lista, se la fui a dejar y noté lo concentrado que estaba leyendo, tanto que se me hizo imposible no sonreír.

—Aquí está tu café. —Dije dejando el café cuidadosamente en frente del, seguido por las galletas que gustoso elegí. —Y tus galletas, si deseas algo más no dudes en pedírmelo. —Le dedique una sonrisa, agarre mi bandeja y di media vuelva, pero antes de poder irme me detuvo.

—Disculpa... ¿Po... Podrías decirme tu nombre?. —Me preguntó algo sonrojado, lo cual lo hacía verse bastante adorable.

—Me llamo Jimin. —Dije algo sonrojado, ¿por qué?, no lo sé. —¿Y tú?

—Hoseok. —Me miró y sólo bajó la cabeza escondiendo el rubor de sus mejillas, me iba a ir a mi puesto de trabajo pero el evito que me fuera, nuevamente. —Jimin, disculpa, bueno, esto es vergonzoso, tú... ¿Te sentarías a tomar un café conmigo?, sé que estás en tus horas de trabajo, pero no hay mucha gente y... Mejor dejalo, no importa. —Dijo agachando la mirada.

—Oh, pues esto es algo inesperado. —Reí nervioso. —No creo que haya algún problema con ello, me llevo bastante bien con mi jefe, además está lloviendo, es muy poco probable que entre más gente... —No me dejó terminar y me interrumpió.

—Si quieres te pago el café, la verdad me gustaría compartir con alguien este momento, ya que el día está perfecto. —Sonrió delicadamente mientras miraba mis ojos.

—No... No es necesario que pagues el café, yo puedo tomarlo gratis. —Solté una risa nerviosa. —En verdad, sería un placer.

Sentí como me ruborizaba, mis mejillas estaban ardiendo, por instinto agaché la cabeza, ¿qué estaba haciendo?, no lo conocía, sólo sabía su nombre, pero aún así tenía muchas ganas de tomar un café con él.
Le expliqué a mi jefe lo que sucedió con Hoseok, él no tuvo problema ya que no había mucha gente, además que él igual iba a tomarse un tiempo para tomar un café a solas.

Volví donde Hoseok sentándome al frente de él con una taza de café y más galletas para compartir. Al sentarme capte su atención haciendo que apartara la mirada del libro, se dibujo en su cara una hermosa sonrisa y sus ojos brillaron de una manera la cual jamás pensé que unos órganos oculares podrían hacerlo.

—Pensé que no podrías.

—Pensé lo mismo. —Achiné mis ojos, aún más.

Just Coffee.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora