Capítulo 6: Búsqueda y captura

54 5 0
                                    

BÚSQUEDA Y CAPTURA

Yo iba de camino a casa, con el rostro agachado y muy decaído, había presenciado la muerte más horrible que se podría ver, la de unos miembros de tu familia muriendo delante de ti y sintiendo que fue culpa tuya por no haber podido salvarlos, me arrepentí mucho de aquella situación y mis lágrimas no dejaron de caer, incluso estando en los brazos de Gilberto, aún recuerdo sus rostros llenos de tristeza y inocencia, que lo única que pedían era libertad por algo que no habían cometido, Gilberto el cual, se encontraba a mi lado acompañándome a casa,, estuvo preocupado tanto por mí, que, no paro de preguntar.

-Sofía,¿ Os encontráis bien?, se que es demasiado difícil para vos pero, por ellos y por Bianca y Fernando, tenéis que ser fuerte, a ellos los gustaría que no estuvieras triste por algo que no ha sido culpa tuya, no te preocupes, te ayudaré en todo lo que pueda y encontraremos al culpable de esta traición.-

En ese momento me volví hacía a él con el rostro lleno de lágrimas.

-¿Sabes qué es lo que realmente duele?, perder a los que quieres delante tuya y tu sin poder hacer nada. Por favor Gilberto, gracias por acompañarme pero puedo llegar sola.-

-Sofía tú y tu familia os tenéis que ir de aquí, estáis en peligro.-

-¡No necesito tu ayuda!.-Salí corriendo hasta llegar a casa donde madre estaba jugando con Fernando con una sonrisa, sin saber que había pasado no pude decir nada, puse una sonrisa forzada para que no supieran el suceso, aún así, salude y me fui dentro de la habitación, me tumbé en la cama y intenté dormí un poco aunque fue imposible.

Era de noche, y solo conseguí dormir poco, me dolía mucho la situación, las palabras que le había dicho a Gilberto, él no se las merecía, quería verle para pedirle perdón aunque no sirviera de mucho.

Me asomé por la ventana de la habitación mirando al cielo, tenía que escapar con mi familia a otra parte, estábamos en peligro y los guardias nos buscaban pero no sabía que hacer estaba perdida.

Alguien tiro pequeñas piedras a mi ventana.

-¡Sofía!, ¿Os encontráis mejor?.-

-Gilberto, ¿Qué hacéis aquí a estas horas?.-

-¿Me dejáis subir?, esto es importante.-

-¡Claro!.-

Gilberto escaló hasta llegar a la venta de mi habitación, yo estaba cruzada de brazos y le miré a los ojos.

-Antes de nada quería pedirte perdón por mis modales, no se que me pasó.-

-No os preocupéis, te entiendo, yo...Perdí a un ser querido delante mío siendo pequeño, indefenso y no pude hacer nada, fue a manos de...No os lo puedo explicar yo pero, fueron hombres que nos tendieron una emboscada yo pude salir ileso y esconderme pero, mis padres e incluso mi hermana no pudieron escapar.-

-Lo siento, no lo sabía, disculparme.-

-No os disculpéis de verdad que no hace falta, cometí un error y no recordé lo que me pasó a mí.-

Lo mire a los ojos atenta, su rostro de colmó te tristeza, nunca le había visto así, me agaché al suelo y le puse mi brazo en su hombro.

-De verdad lo siento, pero juntos conseguiremos encontrar los culpables.-Sonreí para que se alegrará aunque solo fuese un poco.

-Si, tengo que entregarte una carta que tu padre guardaba en su bolsillo de la chaqueta.-Se sacó la nota del bolsillo del pantalón y se la retuvo en la mano.

-Quieres decir que, ¿Saqueaste el cuerpo de padre?.-Mi rostro se volvió un poco agresivo.-

-Si pero,...Fue por encontrar alguna pista, siento haber tenido que hacer algo tan rastrero...

-No os preocupéis, se que era algo para bien pero, es una falta de respecto a un cadáver, y más al de padre.-

-Lo se y lo siento pero.-Se levanto y me cogió de la mano mirándome a los ojos.-Es muy importante.-Cogió la nota y me la puso en mi mano.-Yo no la he leído pero, creo que deberías de leerla cuanto antes.-Miró con gesto serio, se puso las manos en los bolsillos mirando fijamente.

-Gilberto, gracias por todo lo que estas haciendo por mi familia y por mi, y si esta nota era tan importante, la leeré ahora mismo.-

Abrí la nota, estaba algo manchada en sangre, pero lo hice con cuidado para no romperla, en ella había una firma y un sello, enseguida reconocía la letra, padre la habría escrito un día antes de morir, sabía perfectamente cuando iba a ocurrir.

Querida hija mía si estás leyendo ahora esto,

es que ya no voy a estar para verte, ni para cuidarte,

escribo esto porque hay cosas que deberías saber pero,

que siento haberlas ocultado, no puedo contártelas porque no hay tiempo,

no seré yo quien lo haga, pronto descubrirás la verdad pero ahora,

tienes que hacer todo lo que pone en esta nota,

deberás ir a mi despacho, en la chimenea hay 2 candelabros, mueve el de la derecha,

es una entrada secreta que lleva a un cofre, la llave esta en un base de madera que hay colgada, cógela, con eso deberías de poder abrir el cofre, coge todo lo que haya dentro, no preguntes porque, no te pares, no hay tiempo, ya hallarás respuestas, vístete con ella, equípate con las armas que estarán dentro, coge a Bianca y Fernando y iros de la ciudad, id a la Trento donde os encontraréis con tu tío Leandro Farinelli Dineratti, pero la ciudad está vigilada, utilizar una entrada de un túnel que esta cerca de la casa y llegaréis allí, rápido no hay tiempo que perder, siento no haberte contado la verdad, se que el perdón es algo tarde para pedirlo pero, realmente lo siento, debería de haberlo contado antes.

Firmado: Fiorello.

No podía dar crédito a lo que estaba leyendo, quería que hiciera cosas que no entendía ni sabía pero, que obtendría respuesta.

-Gilberto, tengo que irme con familia a Trento a la villa de mi tío Leandro...-

-Iré con vosotros. No dejaré que te pase nada-

-No quiero meterte en problemas Gilberto, tu familia...-

-Ellos no son mi familia, ¿Recuerdas?, pero prometí protegerte a ti y a tu familia, y por tanto, iré con vosotros y no dejaré que os pasa nada.

Mire a los ojos a Gilberto y, con una simple mirada, agradecí la preocupación que tenía por mi y mi familia, acepté que viniera, no sabía que pasaba y tampoco sabía que hacer y el era un gran amigo, por tanto, me alegre de saber que aún quería ayudarnos.

En ese momento no pensé simplemente actué, me acerqué al despacho de padre, y busqué la entrada secreta, busqué el cofre y me equipé con todo lo que había allí, cogí a mi familia, ellos no paraban de preguntarse que pasaba y Gilberto respondió por mi tranquilizando a madre, entré dentro de la entrada del túnel dirigiéndonos camino a Trento, a buscar a mi tío Leandro, no sabía el futuro que me iba a deparar, pero no iba a esperar para averiguarlo.

Bendecida por las sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora