Prólogo

16 1 0
                                    

No pude creer que había roto la promesa.La verdad, esperaba romperla algún dia pero no tan pronto y mucho menos pensaba en ser la primera en hacerlo.Me sentía bien al haberlo hecho, aunque a veces me sentía ridícula por no cumplir mi palabra e inclusive impotente.A pesar de que era una niña y apenas había cumplido quince años, eran más que suficientes para ser consciente de mis hechos y mis palabras.

Thomas ha cambiado por completo mis planes desde el momento en que lo conocí o mejor dicho desde el instante en que lo vi.Él se robó hasta mis sueños y los convirtió en "verdaderos sueños"; nada comparado con lo que quería de pequeña.

Aun recuerdo aquel día.Solo porque fue y es el mejor de mi vida.
Esos ojos cafés, pequeños y tan intensos me tomaron desprevenida. Nunca he conocido a alguien como él.
Aquel día en que lo observe, yo estaba en el receso tratando de captar el mejor de los momentos con mi cámara. Algo que ya se volvía contidiano para mí, lo hacía por diversión y para compartirlas con mis compañeros de aula. Tan solo a unos pasos de mí se había creado la escena.

La vi primero a ella, una chica hermosa.Tiene los ojos marrones y un piel tan pálida como la mía; su cabello largo de un color oscuro y algo alborotado. Sabia que la había visto ya que era de mi clase, pero nunca la vi hablar con alguien, parecía siempre bastante reservada.Lleva puesto el uniforme y en sus brazos unos braceletes, los cuales le dan un toque vivo y bonito. Su sonrisa es su mejor accesorio, tan brillante ; y sus holluelos te podrían llevar a la perdición.

Recostado por el bloque estaba él.Un chico alto de cabello oscuro y con una sonrisa perfecta.En sus ojos reflejaba alegría y vergüenza, no sabría explicarlo.Se notaba el amor que él tenia por ella y sus ganas de corresponderla. Estoy segura de que ella lo quería pero no lo miraba con la misma intensidad que él.
Mientras aún observaba la escena, quede asombrada al ver que él la tomo de la mano y sonrió. Una sonrisa que llenaba el alma, provocandome al instante una sonrisa.Tome una fotografía.
¿Cómo alguien podría amar así después de tener el corazón hecho polvo?¿Será posible? -pensé.Estaba claro que el amor que yo había experimentado ya se había rendido en mí y ver que él no se rendía me fascinó. Es más, me lleno de consuelo y abrazaba mi corazón dándole razones para volverlo a intentar.

Me enfoque en solo observar. Él tembló, estaba asustado.Pude ver como respiraba, al parecer estaba nervioso. Inhala y exhala,una tras otra vez.
Colocó todo su peso sobre una pierna y le tomó unos segundos...se arrodilla. Sentí en ese instante el placer de ser casi la única que podía ver tal momento. Incluso yo estaba emocionada, era la primera vez que veía que un chico hacía esto.
La miró como si fuera que lo único que pedía es que su sonrisa nunca se apagará.
Tome un par de fotos más y me perdí unos minutos observando la imagen que había captado, era único y digno de admirar.
Para cuando levanté la vista, ya se habían ido.
Esa fue la primera vez que lo vi.
Siendo sincera en ese tiempo no me hubiera imaginado que esa persona sería el que volcara mi mundo por completo, no pensé que sería él quién se robaría mi corazón.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 30, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pedazos de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora