¡Hola princesa!

¿Y ahora?

Hola princesa.

¿Sabes? Ya no tiene sentido callarme lo que siento, jajajaja sé que lo sabes, no sé por qué te pregunto. 

Y sé también que sientes algo por mí.

Mañana será un día definitivo, mañana quiero hablar contigo y decírtelo frente a frente.

Lo he pensado todo el día, todo el tiempo. Por mucho que intenté distraerme fue muy difícil, yo simplemente ya no puedo evitar pensar en ti.

Por eso hoy he estado practicando lo que voy a decirte, lo he practicado con varias personas y lo he repetido demasiadas veces frente al espejo. Estuve imaginando que es lo que haría, y también imagine todas tus posibles reacciones. 

Tranquila princesa, sabes que en ningún momento quiero que te sientas presionada, sé que ahora mismo estas supremamente confundida, es por eso que te daré tiempo para pensar en lo que te diré, mañana será sábado, y será una semana de vacaciones en la que espero que pienses lo que vas a hacer.

No quiero que te arrepientas de nada, por eso voy a responder todas tus dudas, no quiero que tomes una decisión sin antes estar segura de qué es lo que de verdad deseas. 

No quiero verte triste, no me gusta. Sé que en parte es mi culpa que estés así, yo he causado esta confusión en tí y por eso quiero solucionar las cosas.

Pero más que eso, estoy siendo egoísta, porque ya no puedo callarme más (en realidad puedo hacerlo, pero ya no quiero), quiero decirte lo que he estado sintiendo por tí desde la primera vez que te vi, quiero decirte porque no quiero estar un día más causando esta duda en tí sin que tu lo sepas. Aunque creo que ya lo adivinaste. La verdad es que ha sido muy obvio, es porque no he tratado de ocultártelo. 

No importa lo que deba hacer, te veré mañana, y te lo diré. 

Tu tendrás tu tiempo para pensar, y si necesitas más, no te preocupes, te lo daré. 

Prometo esperarte hasta que estés lista.