Cuatro Formas de ver El Mundo

El encuentro

Existen muchas formas de ver el mundo, pero la mía, es solo una de las millones y millones que existen. Mi nombre es Blade, y tengo una historia que contar.

Las personas siempre buscan lo que no tienen, yo no tenía amigos, quería amigos... reales, no imaginarios, quiero personas en las cuales poder confiar. Cada día se me hace más difícil, pero almenos tengo una mejor amiga, La soledad; La soledad me permite estar solo, me acompaña a todas partes, excepto ese día, donde por fin conseguí un amigo, él es alto y de cabello castaño, tiene ojos café y es muy delgado, su nombre es Adam, no es el amigo por excelencia, pero al menos ya no estaba solo. 

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En un mundo donde las personas piensan diferente y cada quien tiene su manera ver el mundo, todos deseamos ser escuchados, yo soy uno de esos, pues también tengo algo que decir:

Soy Adam, un adolescente con 17 años de edad, vivo una vida feliz y tranquila, me gusta disfrutar del fútbol, es mi pasión, pero en muchas ocasiones me reúno con mis amigos para compartir nuestras ideas y opiniones acerca del mundo en que vivimos. Como todos los que viven en este mundo poseemos puntos de vista diferente sobre la mayoría de cosas, comparamos nuestros pensamientos, y luego justificamos el por qué lo vemos así.

Al principio solo éramos Blade y yo contra el mundo, pero luego en uno de los días que nos reunimos para hablar conocimos a un chico, bajo, ojos color verde, cabello castaño y rizado, llamado Shake, quien daba la coincidencia tiene muchas cosas en común con nosotros. Después de un tiempo ya no éramos dos, sino tres... tres pensadores.

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En el mundo hay diversas cosas misteriosas, por la cual nosotros meditamos, ésta es mi forma de pensar, cada persona tiene sentimientos diferentes, cada quien es como es por lo que siente o ha sentido alguna vez. Mi nombre es Shake, y ésta es mi forma de ver el mundo:

Un día estaba pensando en uno de mis lugares favoritos (una cancha de fútbol), de pronto me topé con un par de chicos, iban conversando, ambos llevaban el rostro alegre, me acerqué a ellos.

Blade, un chico muy amistoso, me saludó y presentó a su amigo Adam, se me hizo extraño ya que no confiaba en nadie, nunca antes alguien había sido amable conmigo.

Empezamos a hablar, teníamos muchas cosas en común como el fútbol y los videojuegos. Desde ese día nos convertimos en amigos.

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Adam y yo, conocimos a Shake, es un chico muy sentimental, siempre habla de cómo se siente y cosas así, después de un tiempo, Adam, Shake y yo nos convertimos en la sombra del otro, somos inseparables.

Un día los tres decidimos visitar un lugar nuevo donde nunca antes habíamos estado.

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Tanta mentira, tanta falsedad, tantas cosas sin explicación en el mundo, me hace dudar de todo y todos, no confío en las personas y trato de mantenerme a distancia, hasta que un día conocí a un trío de chicos que parecían conocerse desde hace mucho tiempo, se encontraban en mi lugar de siempre, nunca antes había estado alguien más aquí, aparte de mí.

- ¿Qué hacen aquí? - dije.

-Pensamos – dijeron los tres.

-Hola, soy Blade – me saludó uno de ellos, con actitud picarona.

No respondí a su saludo, se hizo silencio por un minuto, solo intercambiamos miradas. Uno de ellos le molestaba mi presencia o eso parecía.

- ¡Vamonos de aquí! – dijo el chico quien llevaba una capucha negra en la cabeza.

- ¿Qué pasa Shake? Seamos amables con la chica – Habló el otro chico del lugar.

-Si ¡Váyanse! Este es mi lugar – espete, con cara de fastidio – solo era mi forma para alejar a las personas, sentí envidia al ver como se tenían el uno al otro, podían compartir sus ideas, pensaban juntos, al contrario, yo, hago todo sola, solo me tengo a mi.

Se acercó a mi uno de ellos, alto de pelo castaño, quien demostraba ser el más amable de los tres, me había defendido unos segundos atrás.

- ¿Por qué alejas a las personas? – pregunto.

- No lo hago – respondí.

- Entonces no te importara compartir el lugar, permítenos acompañarte – dijo con una sonrisa en su rostro, y me invitaba a estrechar su mano.

- Asentí – soy nieve – me presente, mientras tomaba su mano.

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Adam, Blade, Shake y Nieve, disfrutaron de su momento, juntos cada uno dice su perspectiva de ver el mundo sin ofender o menospreciar la idea del otro.