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PRIMER COMENTARIO AQUÍ
Después de quedarme desconcertada por lo de Dave, subí a darme una ducha rápida.
Entré a la bañera. Dejé que el agua cayera por mi cabeza mientras pensaba en lo que Dave había hecho minutos atrás.
¿Se puede saber qué significaba? Estaba desconcertada. Tenía ganas de ir a su cuarto y preguntarle. El único inconveniente es que estaba sin ropa y duchándome.
Salí de la ducha después de enjabonarme y enjuagarme. Me coloqué el albornoz y me enrollé una toalla en la cabeza. Me dirigí a mi dormitorio, pero antes me aseguré que no hubiese nadie.
Corrí por el pasillo y en cuanto entré a mi cuarto, cerré la puerta detrás de mí. Anduve hasta quedar enfrente del armario. Lo abrí y saque varios vestidos. Al final me decanté por un vestido blanco de tirantes gordos con encaje que casi cubría mis clavículas. A partir del pecho era liso. La falda, que era como la parte de arriba, llegaba a mitad muslo. Después me puse unos tacones del mismo color. Agarré el secador de pelo y lo encendí. Daba gracias que había heredado el cabello de mi madre y no tenía que hacer mucho, como otras personas, para que se me quedase bien. Me maquillé como siempre. Agarré un bolsito plata.
Bajé las escaleras con cuidado de no caerme por culpa de mis tacones.
—¡Me voy!— grité y cuando iba a abrir la puerta, oí una voz a mi espalda.
—¿Dónde vas?—preguntó Dave bajando las escaleras colocándose la camiseta. Parecía que se acababa de despertar. Suspiré porque Dave era realmente atractivo.
—Tengo una cita— contesté sonriendo.
—Ah— dijo cortante—. Yo luego iré a casa de Amber a... Ya sabes— sonrió. Por un motivo desconocido, me molestó.
—Típico, solo pensáis en acostaros con chicas— dije cruzándome de brazos.
—Habló la que se acostó con un desconocido— dijo e hizo lo mismo que yo.
—Y si lo hice, ¿qué? No es de tu incumbencia lo que haga o lo que no— contesté. Me fijé en sus profundos ojos azules. Estos irradiaban rabia y molestia.
—Suerte con tu cita— contestó pero no se movió ni un pelo. De repente llamaron a la puerta de fuera y contesté.
—Ya salgo— dije sonriendo aunque él no pudiera verme. Me giré y vi a Dave molesto—. Gracias— contesté—. Suerte tú también con... Ya sabes— sonreí y me dispuse a salir de la casa. Cuando cerré la puerta, oí como alguien la abría. Me giré y me fijé en unos ojos azules que me miraban.
—Yo también me voy ya a.. Ya sabes— dijo sonriendo.
—Ah— contesté cortante. Nos dirigimos hasta la puerta de fuera sin dirigir ni una palabra.
Salí y vi que William estaba apoyado en la pared fumando. Iba vestido con unos pantalones negros y una chupa del mismo color junto a una camiseta blanca de cuello de pico.
—Hola...— saludé un poco tímida.
—Hey— dijo y me dio dos besos–. ¿Quieres?— preguntó extendiéndome el cigarrillo. Me encogí de hombros y di una calada. No era la primera vez que fumaba. Lo hacía muy de vez en cuando. Solté el humo y cuando me giré, él me estaba sonriendo. Di una última calada y le devolví el cigarro.
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Viviendo en una fraternidad(VCC#1)
Novela JuvenilAlaska y Amanda, hartas de tener que seguir órdenes de sus padres, deciden abandonar la casa a una cualquiera que queda cerca de la universidad de California. Lo que no saben es que en esa casa, vive una fraternidad. ¿Qué podría pasar en una frate...