Su mirada se oscureció, dios nunca había visto algo así. Era escalofriante y muy tétrico, yo seguí viéndolo por la ventanilla del auto mientras el entraba al cuarto número "4" del Motel. Entro y nunca salió.
Arranque el auto y me dispuse a salir hacia la carretera, demonios nunca tuve que haber aceptado investigar a este tipo. Dios.
Llegue al apartamento cuando escuche una sirena de policía un auto paso rápido al frente de mi apartamento y sabía a donde iba y porque. El la mato.
La mato fríamente, rápido y con mucho dolor. Si hubiera entrado a la habitación o disparado antes de que el entrara, ella estuviera viva, pero no lo hice.
Perseguí a la policía y aparque unos metros antes. Cogí mi cámara "Cannon" y sali del auto vi como la ambulancia sacaba el cuerpo descuartizado de la mujer. Jesús.
Y el arma... Un simple cuchillo. Que ahora estaba bañado en sangre. Dios que sádico.
La pequeña manta que cubría el cuerpo de la mujer chorreaba de tanta sangre y solo habían pasado 7 minutos desde que me fui. 7 minutos suficientes para que el la matara y ella muriera. Oh dios.
El no estaba -claro es profesional- un asesino perfectamente capacitado para matar y huir. Asesino. Asesino. Pensé sopesando las palabras, saboreando cada una de las 7 letras. Asesino.
Como era posible que alguien fuera tan sádico y calculador. Bueno hay alguien que es asi... El.
Pobre mujer, una vendedora de sexo, una prostituta. Ella sabía que iba a morir, lo supo el primer día que lo conoció a el, en ese mismo Motel, el día que se acostaron juntos que el simplemente la folló y la dejo. Dios... Pobre.
Ni un rastro de semen ni nada. Nada.
Una nota nada más. 4 palabras, una advertencia.
Es solo el comienzo.
Comienzo de que? De matanza?. Eso lo tenía que averiguar. El era místico y peligroso. Pero quien era el...
Bueno el era el mejor asesino que puede haber. Chase Hall.