capítulo 10

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Me llevo cargando hasta su casa, me sentía segura entre sus brazos.

Creo que ya se volvió mi lugar favorito.

Tenia puesta su sudadera, su olor era único. Cerré los ojos y suspire para que ese olor lo recordará siempre.

Sentía su respiración en mi cabeza, de repente me daba besos y yo sonreía como una tonta.

- ¿No peso? - preguntó para romper el silencio que hay, pero para mi no es incómodo.

- No, mucho. Ya casi llegamos - Asegura - ¿Quieres bajarte? - Pregunta y se detiene.

No quiero, quiero seguir entre tus brazos. - digo en mi mente.

- Como tu quieras - Respondo.

- Te sigo cargando - Dice y puedo sentir que el sonrió.

El es mi salvador, mi ángel no se que hubiera pasado si no hubiera llegado.

Me siento sucia, pero me siento mejor estando cerca de el.

- Ya llegamos - avisa y me baja. Acomodo la sudadera y el me toma de la mano un escalofrío recorre toda mi columna.
Abre la puerta y se hace a un lado dejando me pasar primero y cierra la puerta después de pasar el. Su mamá sale pero al verme toda con el maquillaje corrido, mi cabello desordenado enseguida corre hacia a mi.

- ¿Pero que le paso a esta muchacha? - pregunta con preocupación mirándome con detenimiento.

- Luego te cuento mamá, la subiré a mi cuarto - Le contesta Abraham.

- Esta bien - Dice su mamá yo solo trato de sonreír.
Abraham de nuevo toma mi mano y me guía hasta su cuarto abre a puerta me deja pasar y cierra.

- Ahora si di me ¿Por que estabas a estas horas pasando por ese callejón? - pregunta algo molesto y se posiciona enfrente de mi con sus dos manos en sus caderas.

- L-lo siento - Digo cabizbajo, al recordar siento mi vista nublarse a causa de las lágrimas que brotan de mis ojos, me tapó mi cara con mis manos pero Abraham me abraza yo posiciono mi cabeza entre su hombro el solo a acaricia mi cabello mientras yo sigo llorando.

- Tranquila Cande, yo estaré siempre para ti y para cuidarte de todo - Susurra y hace que sienta miles de mariposas en mi estomago.

- Gracias Abraham, no se que hubiera pasado si no hubieras llegado a tiempo - dije abrazándolo con la poca fuerza que me quedaba.

- Cande - Tomo mi cara entre sus manos - yo te lo dije no voy a dejar que nada, ni nadie te haga más daño de lo que sufriste ¿vale? - dijo depositando un beso en mi frente.

yo sólo lloroba en sus brazos, me tranquilizaban, me daban paz, me sentía en el paraíso en sus brazos.

Joder se siente jodidamente perfecto estar entre sus brazos, ojalá este así siempre.

- Cande, ¿quieres quedarte a dormir? Y mañana te acompaño a tu casa, Ya es tarde. Te pegas un baño, comes y duermes. ¿Quieres? - preguntó mirándome.

- No, Abraham, no quiero ser molestias - dije mirándolo también.
Nuestros ojos conectaron por unos momentos, su mirada me cautivaba.

- No son molestias, anda llama a tu madre y di le - Me da un teléfono que por cierto me recordó a que venia.

- Abraham - lo llame.

- Nada de Abraham, anda llama la ahorita vengo - Me ignoro y salió hací que no tuve mas que llamar a mi madre.

Me dijo que si, pero que me quería temprano en la casa.

- ¿Y bien? - Pregunta mientras esta recargado en el marco de la puerta, de una manera sexy.

- Me dijo que si, pero que me quería mañana temprano - le contesté, enseguida se formo una sonrisa en su cara y camina hacia a mi, se pone en cuclillas cuando ya esta enfrente de mi.

- ¿Sabes? Te vez muy hermosa así - dice mirándome a los ojos.

- Claro que no, soy un asco todo es maquillaje escurrido, mi cabello desordenado, soy un as - Pone un dedo sobre mis labios haciendo que me callara.

- Para mi eres hermosa así - Me quede estática, solo nos mirábamos a los ojos, quito su debo y poso su mirada en mis labios y viceversa, cada vez era menos la distancia que nos separaba.

Besalo, besalo - me rogaba mi subconsciente.

Hací que rompí la distancia que nos separaba.

Lo besé, el me siguió el beso.

Esto es jodidamente genial.

Dos personas que se odian, se terminan besando, loco ¿no?

Abraham pidió acceso para introducir su lengua en mi boca, gustosa se lo di.

Nos separamos por falta de aire, maldito como quisiera que no dependiéramos de el.

-Este, perdón no me resistí, perdonadme Abraham - dije cabizbaja y algo nerviosa.

- No, pasa nada - me tomo de mi barbilla para que lo mirara - A mi me encanto - Y nos volvimos a hundir en un beso.




Hola! Otro capítulo.
Ya nos leen 1.000 personas joder nos lloramos todo.
Gracias, muchísimas gracias!
TonnyBrii

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