3 - El Arte De Matar

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¿Saben una cosa? Hace muchos años, en la histórica y precristiana Roma, había una tradición que encantaba a sus ciudadanos: compraban su entrada, se ponían sus mejores galas e iban al lugar indicado, donde se lo pasaban bien; era una auténtica fiesta, y a simple vista parecida a las de hoy en día. Pero hay una cierta diferencia entre el concepto que tenían ellos y el nuestro de ahora (con algunas excepciones, pronto lo entenderán): se encarcelaba a cristianos y se les llevaba al gran circo romano, donde posteriormente eran devorados por leones delante de cientos e incluso miles de personas que aplaudían y vitoreaban aquella auténtica carnicería. Pero, párense a pensar. ¿Quiénes eran las verdaderas bestias, los humanos que se divertían observando la muerte de un pobre ser inocente o los animales hambrientos que tan sólo seguían sus instintos primarios?

Pues bien, parece ser que a muchos de los humanos de nuestra época se les ha quedado esa mentalidad antigua y salvaje. ¿No les recuerda a una "tradición" muy española? Sí, señores y señoras, con animales sufriendo y un hombre con un traje confeccionado en las mejores sastrerías moviendo de un lado a otro una tela roja como la sangre que brota de las heridas de esos seres indefensos. Por si aún no lo saben, les estoy hablando del toreo. Un "arte" muy patrio y muy bello, con años y años tras él.

Pero, al fin y al cabo, es la misma base, ¿no es así? El goce de unos humanos con complejo de superioridad al ver la tortura de un ser que no ha hecho nada más que nacer siendo de una especie o teniendo una fe diferente a la de los demás hasta la muerte.

Ahora mismo, si ustedes son partidarios de esta fiesta, estarán atragantándose y pudriéndose de la ira que les provoca que deshonren a la cultura de su patria. Tranquilos, conozco sus argumentos, pues son siempre los mismos y no han variado en años, además de fácilmente derribables. Se los iré dejando en puntos para su mejor entendimiento, desconozco las capacidades de comprensión de los cavernícolas.

El toreo es una tradición, y como tal debe mantenerse. Bien, vuelvan al principio de esta reflexión y léanla durante unos segundos. Y si lo necesitan, pueden leerla un par de veces más. Sigamos. ¿No era aquella una tradición para los romanos? O, con otro ejemplo, ¿no era para los nazis algo normal y coherente llevar a campos de concentración a judíos, gitanos, homosexuales, contrarios, etc. para después gasearlos si se daba la ocasión?

Supongo que ahora seguirán con su argumento de "pero es que los toros son animales y nosotros humanos, es diferente". De acuerdo, ¿aprobó usted la biología en la escuela secundaria? Si no es así, yo se la resumiré. ¡Todos los seres vivos llegamos a la Tierra de la misma manera! ¡Qué sorpresa! Oh, y espere. ¡El Homo sapiens (o ser humano) pertenece al reino de los animales! Que nosotros supuestamente seamos superiores intelectualmente (aunque con estos casos hace falta replantearse esa teoría) no significa que estemos por encima de los demás. Saber escribir y razonar no le hace a usted más poderoso.

El último argumento ya es increíble y sólo entendible en gente que ha vivido toda su vida en una cueva perdida por alguna selva virgen: el toro es un animal, y por lo tanto, no siente dolor. Me gustaría que hiciera un experimento: si tiene usted mascota (porque sí, luego muchos partidarios de la tauromaquia se las dan de animalistas) o sabe de alguien que disponga de una, cójala un momento. A continuación, vaya a la cocina y coja un cuchillo jamonero (aunque cualquiera le puede servir) y hágale una pequeña incisión en el lomo al animal. Si ve que el animal comienza a lloriquear y a gemir, tranquilícese, es normal. El experimento ha sido exitoso. Si aún no se lo cree, pruébelo con usted mismo, sujeto animal número 2, y sacará usted conclusiones satisfactorias.

Por último, me gustaría pedirle un favor: póngase usted en el lugar de ese pobre cristiano que fue devorado por un animal, o en el de ese perro al que acaba de herir de gravedad, o en el del toro al que seguramente asesinarán en unas horas en la plaza de toros más cercana a su residencia. Créame, no creo que la sensación sea de su agrado.

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2016 ⏰

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Reflexiones y paranoias de una máscara lunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora