Capítulo 3

8 0 0
                                    

- bueno, tienes razón, lo mejor será que los deje solos para que se conozcan mejor - dice mientras sale del lugar.

Me quedo sola con el extraño.

- bueno Alexa, toma asiento a mi lado - no digo nada y sólo camino hacia el sillón y me siento - sé que esto puede llegar a ser difícil, pero quiero que aunque sea nos llevemos bien, ¿entendido?
- eh, sí claro, es decir yo sólo tengo 16 años y usted 40, no le parece un poco ¿extravagante?
- sé a lo que te refieres, mira esto es una especie de trato entre tu padre y yo, verás, él tiene ciertos problemas en su bufete de abogados y pues la alianza entre nuestras empresas va a mejorar todo ¿comprendes?
- si, claro que lo hago, yo solo soy un simple objeto en este arreglo - digo conteniendo mis lágrimas - nadie nunca me pregunta que opino, que siento yo.
- no te lo tomes así, tu padre sí está pensando en ti, quiere que tengas lo mejor, la mejor educación, la mejor vida.
- preferiría vivir debajo de un puente entonces - digo en un hilo de voz.
- ¿qué te parece si te invito a tomar un café para que te tranquilices un poco?
- si, estoy de acuerdo.
- ¿cómo la están pasando? - entra Eric a la sala.
- bien, muchas gracias, ¿te parece si llevo a Alexa a tomar un café?
- no, para nada, que se diviertan - se da media vuelta y se va.

Unos minutos después estoy subiéndome al auto de un hombre que acabo de conocer. Eso sonó terrible, quiero decir, estoy subiéndome al auto de mi prometido que tiene unos 40 años, ¿esto no es ilegal?

Como sea nos dirigimos a un restaurante, está haciendo algo de frío, al parecer va a llover.

Llegamos. Es un restaurante bastante caro, para ser sincera y yo no traigo mis mejores ropas.

Caminamos a la entrada y nos recibe el mesero, nos encamina hacia la mesa más alejada de los demás, esto no me da confianza, pero recuerdo que si algo llega a pasar puedo gritar, el mesero se retira y me quedo con Leonardo, nos sentamos y al poco rato llega nuevamente el mesero y nos da la carta.

- yo sólo quiero un café americano, por favor - me dirijo al mesero.
- ¿no quieres algo más? - pregunta Leonardo con preocupación.
- no, muchas gracias, no tengo mucho apetito aún - suelto sin más, tratando de no sonar grosera.
- ok, a mí deme un café como el de la señorita y una rebanada de pay, por favor.
- si, enseguida, con permiso.

Se va el mesero, de nuevo sola con el desconocido, o algo así.

- bueno, te he traído aquí porque no quiero que tu padre escuche lo que quiero decirte - hay cierta ansiedad en su voz, espera, ¿a qué se refiere con que no quiere que escuche mi padre?
- ¿por qué no quiere que escuche mi padre?, ¿es algo malo?
- para ti y para mí no, tal vez, pero para él seguro que sí.
- ¿podría dejarse de rodeos e ir al grano?, por favor - contesto irritada, odio que no me digan las cosas como son.
- promete que no le dirás a nadie, ni siquiera lo puedes escribir en papel, esto es sumamente importante.
- lo prometo.
- bueno, verás... Como te lo explico, yo soy... Soy tu papá - esto es incómodo...
- ¿mi papá?, no, mi papá es Eric Harmony, no usted
- no Alexa, él no es tu padre, yo soy tu padre.
- demuestralo - lo miro retadora.
- tu madre es Elizabeth Carter.
- eso no es suficiente, seguro mi padre te lo contó.
- no, él ni siquiera la menciona, yo conozco a tu madre, porque soy tu padre.
- no te creo.
- mira esto - dice sacando la billetera de su bolsillo, busca algo, que parece ser una foto y me la muestra, ¿esto es broma no? Es una foto donde estamos mi madre, él y yo, yo aún era una bebé, mi madre me carga en sus brazos y sonríe mientras que Leonardo la abraza y sostiene una sonrisa igual que mi madre, no puede ser, ¿si es mi padre?

- ¿ya me crees? - suelta interrumpiendo mis pensamientos, me quedo petrificada, no sé que decir, miles de preguntas llenan mi cabeza pero no puedo decir ni una sola palabra.
- estás pálida, te voy a llevar a un hospital.

No contesto, no muevo ni un solo músculo, no puede ser, Eric no mentía, él no es mi verdadero padre, Leonardo es mi verdadero padre, pero... ¿Dónde estuvo todos estos años? No sabe todo lo que he tenido que sufrir todos estos malditos años a lado de Eric, todo lo que me ha hecho, todo éste infierno, todo éste dolor, todo esto, esto es una MIERDA, me duele la cabeza, son demasiadas dudas, todo me da vueltas, mi vista se está nublando, todo se escucha lejano, sólo recuerdo que Leonardo me mira preocupado y me dice si estoy bien y pide ayuda y... Todo se vuelve oscuro.

                    ************

Despierto. Me encuentro en un cuarto totalmente blanco, estoy en una especie de cama, hay una cosa conectada en mi dedo, un aparato que marca mi ritmo cardíaco, con ese característico pitido molesto, en mi muñeca tengo una aguja enterrada con un tubo que supongo conduce suero a mi cuerpo, y al lado derecho está Leonardo sentado en un sillón marrón, creo que está dormido o tal vez meditando no lo sé. La puerta se abre y entra una enfermera, me observa un momento y sigue caminando hacia mí.

- que bueno que ya despertaste, estuviste desmayada por 3 horas, tienes anemia, no has comido bien, ¿verdad?
- algo así - contesto aturdida.
- llegaste aquí pálida, estabas desmayada, pero temblabas, fue raro, pero ya estás bien, ahora voy a cambiar el suero.

Ví como la enfermera hacia su trabajo y posteriormente salía de mi habitación, para ese momento Leonardo, todavía no puedo llamarle padre, ya había despertado.

- ¿cómo estás?
- cansada - hice pausa antes de decir 'cansada de todo y de todos'.
- bueno, puedes dormir un poco más si quieres yo no voy a moverme de aquí.
- ¿y Eric?
- ya sabe que te desmayaste y que te traje a un hospital, vino hace un par de horas, le dije que no se preocupara que podía irse, que yo te cuidaría.
- muchas gracias, Leonardo.
- ¿podrás decirme padre algún día? - sus ojos se cristalizaron
- cuando me sienta del todo segura a tu lado - dije tratando de no herir sus sentimientos.
- te entiendo, no es fácil confiar en alguien que dice ser tu padre y que acabas de conocer.
- gracias por comprender.
- ... Hija, es decir Alexa, la enfermera dijo que tenías anemia, ¿has comido bien?
- ah, eso, es solo que no había comido ni desayunado - miento.
- ¿segura?, no quiero entrometerme, solo quiero que estés bien.
- estoy bien, solo un poco cansada, eso es todo - no hay confianza aún, no le voy a contar mis asuntos así, de buenas a primeras.
- está bien, será mejor que descanses - suelta mientras me da un beso en la frente, eso no me lo esperaba.
- si, tú también.
- yo estaré bien, hija - esa palabra aún es extraña en sus labios.
- bueno, gracias por cuidarme, buenas noches.
- no tienes que agradecer, estaré en ese sillón, si no me ves, estoy en el baño o fui a comprar café.
- sí.

Se sentó en el sillón y cogió una revista, que raro, un hombre que lee revistas, como sea, después de eso solo cerré mis ojos y pronto me dormí.

                    ************

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Las 'Bonitas' También SufrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora