- Vamos Harry, corre - gritó un pequeño Louis de ocho años de edad. Harry, quien tenia tres años menos que él, paro a mitad del camino.
- No puedo Lou, es muy lejos - con su pequeña manita toco su pecho y se sentó en él césped. Su carita estaba toda colorada y su frente llena de sudor.
- No es lejos Hazz - rió Louis - Solo que no quieres llegar rápido.
- Quiero caminar Lou, contigo - él pequeño de ojos azules sonrió y ayudo a Harry a levantarse.
Juntos volvieron a tomar el camino a esa montaña. Ese lugar lleno de juegos y de todas las cosas que alguna vez ellos soñaron. Ese lugar solo tenia un camino. No era largo, pero tampoco corto. Era él tiempo justo para ellos, si llegaban tarde tal vez se queden y luego tengan otra oportunidad de ir.
Louis con ocho años era el mas ansioso en ir. Había escuchado toda su vida hablar de el y no quería perder la oportunidad de encontrarlo, y que mejor que encontrarlo con su mejor amigo, Harry.
Para ellos ese lugar era La tierra de Nunca Jamas de Peter Pan, el parque sin padres de Pinocho, las puertas misteriosas con lugares desconocidos de Monsters Inc, era el lugar que según Harry les traería paz.
- ¿Estas cansado Harry? - lo mira como si fuera lo único en su vida. Lo único que importara.
- Cargame Louis - extendió sus manitas hacia el castaño y el lo cargó hasta llegas a unos metros de la entrada.
Los ojos de Louis se iluminaron de tal manera que se saldrían de su rostro. Sus manos estaban sudadas y s la sonrisa no desaparecía de sus labios.
Subió a la sima y al ver lo que era su mirada se volvió oscura. Era una puerta azul cielo con nubes. Nada mas a su alrededor. Solo una puerta , sin marco sobre el césped.
La mirada de Louis viajo al cielo. Su viaje fue en vano, solo por una puerta. Tanto tiempo, tantas cosas había pasado y solo era una puerta.
¿Este era el final del camino?
¿Esta era la razón de luchar cada día?
¿Este era el final?
El castaño camino hacia la puerta, con una mirada expectativa la abrió. Pero solo vio el mismo paisaje que antes, la sima de la montaña.
El pequeño Harry -cansado- se sentó frente a la puerta. Mirándola pensativo.
¿Sera posible que esa sea la entrada?
¿Esta sera una prueba mas para llegar?
¿O solo es un sueño del que no podemos despertar?
- Se acabo Harry... - susurró Louis.
- ¿Po qué Lou? - los ojos verdes del rubio se volvieron brillantes, aproximándose las lágrimas.
- No hay nada mas allá, esto es todo lo que veremos - y se sentó a su lado.
Estaba decepcionado, triste y confundido.
¿Él le dijo que todo tenia un final o que nunca se sabe que quiere el destino?
¿Tendremos que volver atrás para averiguarlo?
Lágrimas brotaron de los ojos de esos dos pequeños perdidos en la montaña.
- Quiero volver Lou - lloriqueo Harry - Quiero volver con mamá y Gemma.
El castaño miro al pequeño con los ojos rojos y asintió. Se levantó de un salto y tomó la mano de Harry. Cuando empezaron a caminar el corazón de Louis latía muy fuerte, como si no hubiera latido hace mucho tiempo -aunque esa era la verdad-, sus manos empezaron a esfumarse en el aire, empezó a sentir que volaba entre nubes de pensamientos ocultos en su mente, empezó a recordar todas sus travesuras de niño, todos sus amores de adolescente, la vez que su madre lo hecho de su casa ya que no podía quedarse encerrado todo el día en la computadora sin empleo -gracias por eso mamá- pensó Louis.
A través de ese viaje sus manos se volvieron más grades, al igual que sus pies, su cabeza, estaba creciendo. Volviendo a donde empezó.