Capítulo 3.

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Me senté en la banca que había a un lado de la casa y escuche a alguien venir detrás de mí; "seguro es Jimin que viene a molestar", pensé.

—Jimin, si vienes a molestarme no te funcionará.

—Creo que te equivocaste de persona —su voz, su risa, este chico me matará algún día de lo perfecto que es—.

—Ah... jaja... lo siento, pensé que eras el —rasque mi nuca y voltee a verlo— ¿Por qué no estás en la fiesta?

—Me aburrí de estar ahí —se sentó a mi lado.

—Oh, ya veo... ¿No te gustan las fiestas?

—Un poco, solo vine porque me lo pidió Jimin... ¿tú porque estás aquí? —sus ojos se encontraron con los míos y en ese momento, en ese simple momento pensé que me desmayaría—.

—Yo... mh, me sacaron de mi cueva —hice unas comillas con mis dedos— No les gusta que me la pase encerrado ahí, así que me trajeron.

—¿Cueva? —de nuevo su risa tan perfecta—.

—Sí, mi cueva como dice Suga hyung, es mi departamento.

—Ja, ¿tan divertida es que te la pasas ahí todo el día?

—La verdad lo es, me divierte mucho porque siempre me cuenta tantos chistes —intentaba hacer reírlo para escuchar su risa de nuevo, lo cual funciono.

—Eres tan lindo —acerco su mano a mi mejilla y la apretó—.

—Amm... ¿gracias? —agaché mi cara para que no pudiera verme sonrojado—.

—Más cuando te sonrojas —esta vez subió su mano hasta mi cabello despeinándolo un poco— No sé, me agradas aunque no te conozco aún.

Alcé la mirada a él encontrándolo sonriéndome; maldición, es más que perfecto.

—Ahora eres mío —no sabía que estaba diciendo ni haciendo. De un momento a otro lo abracé. Su olor se quedaría guardado en mi memoria.


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El sonido se iba haciendo más fuerte cada vez más fuerte. Estiré mi brazo intentando encontrar mi celular y apagar esa maldita alarma. Me quedé un rato sentado en la cama con mi cabeza apoyada en mi mano. Finalmente decidí levantarme de la cama y tomar un baño.

Bajé a la sala a desayunar los más rápido que pudiera o se me haría tarde de nuevo para ir a trabajar. Mi trabajo constaba de ser mesero o cantar.

Podría hacer las dos, pero era muy cansado al terminar. Ahí trabaja conmigo J-hope hyung quien también es dueño de ese bar y aunque sea mi amigo no se toca el corazón y me castiga por llegar tarde. Miré la hora en el reloj de alado de la puerta, 3:15 pm, todavía me sobraba tiempo para comer tranquilamente.

Al terminar, recogí todo, tome mi abrigo y salí de mi casa. Que fastidio, volver al trabajo después de dos meses largos, quisiera más vacaciones como de seis meses al menos.

Llegue al local, subí las escaleras sin ganas, con los brazos colgando a mis lados. Encontré a Hope hyung limpiando las mesas.

—Tú, mocoso ven aquí a ayudarme.

—Hyuuung, no quierooo —le hice un puchero mientras me sentaba en una de las mesas—.

—Yah! No te sientes ahí —me tiro un trapo en la cara—.

—Bueno... —le saque la lengua mientras me paraba y comenzaba a limpiar las mesas— Hyung, ¿aún no sabes nada de él?

—¿De Tae? — asentí — Creo que se fue de vacaciones a Estados Unidos.

Baje la mirada un tanto triste. Desde aquella fiesta que hizo Suha hyung no lo había vuelto a ver, había intentado localizarlo, pero nunca lo encontraba.

—Algún día ya se encontraran de nuevo pequeño.

—Sí, algún día... —suspiré al recordar el abrazo que nos dimos. Ciertamente su olor se quedó en mi memoria—. 


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〘Can't live without you〙.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora