Estoy nerviosa, tengo mucho miedo, no voy a engañaros, estoy a punto de tomar un vuelo que va a cambiar mi vida por completo. Me voy de un pueblo enano a la capital. Son las 6 am y el vuelo sale a y cuarto. Mi madre no suelta el teléfono, siempre está hablando de trabajo, de hecho, esa es la razón por la que nos mudamos. Le han ascendido y ahora es la co-directora de una empresa bastante importante, lo cual implica dejar todo atrás y empezar una nueva vida, de cero. Eso es lo bueno, en Madrid nadie me conoce, podré empezar de cero. Lo que me da pena es dejar a Ana atrás, es mi única amiga. Al menos mamá dijo que podría venir y quedarse en casa cuando tuviese vacaciones.
- "Los pasajeros del vuelo 701 con destino Madrid pueden comenzar a embarcar"- dice la voz de la megafonía.
- María, cielo, nos vamos ya...- me avisa mi madre.
Pongo un último tweet: "Madrid, prepárate". Es sorprendente, en cinco minutos ya tengo 20 retweets. ¿Quién está por twitter a estas horas? Bueno, soy un poco imbécil, es martes, la gente con instituto suele levantarse a esta hora. Cojo mi bolso y entro en el avión, me quedo dormida durante la hora que dura el vuelo. Mi madre me despierta, pero esta vez vuelve a estar con el móvil. Sin siquiera escucharle sé que se trata de trabajo, no le guardo rencor ni la odio, sé que se esfuerza tanto para darme un buen futuro. Recogemos las maletas y cogemos uno de los taxis que hay en la puerta de Barajas. El conductor habla conmigo amablemente hasta que llegamos a nuestra futura casa, bueno, piso, pero yo lo llamo casa. El piso en cuestión está en plena Gran Vía, cerca de la zona de los cines Callao y de la calle Preciados. La verdad es que está en una de las mejores zonas de la ciudad.
Paso la puerta de la entrada y me quedo flipando, ¡este piso es enorme! ¿De cuántos metros cuadrados será? Correteo de un lado a otro como una niña pequeña. Nada más entrar está la cocina de estilo moderno, separada del salón con una barra americana. El suelo es de baldosas de pizarra y las paredes estaban hechas de azulejos blancos. Todos los muebles son gris humo y la encimera es negra. El salón también es muy amplio, con unos sofás de cuero negro, una mesa de té frente a ellos y una televisión plana colocada en la pared. Al otro lado del salón está una mesa de comedor, la cual supongo que será usada si hay alguna comida o cena importante. Un pasillo divide el salón del resto de la casa. La primera puerta es un aseo para invitados y en frente está la habitación, también para los invitados. En la siguiente puerta veo mi nombre con letras de madera negra, justo en frente está la de mi madre. Abro la puerta de mi habitación y veo mi futura cueva. Mi madre se ha esforzado en dejarla parecida a la de mi antigua casa. Todo está en su sitio, la habitación tiene otra puerta que lleva a mi propio cuarto de baño, parece sacado de una película. Mi madre me ha traído todo, todo excepto mi maquillaje y mis cosas de dibujo. Qué raro, ella me dijo que ya había traído todo la última vez que vino.
- Mamá, no encuentro ni mi maquillaje ni mis cosas de dibujo.- digo medio gritado desde el pasillo. Mi madre aparece de la cocina con una sonrisa.
- María, cielo, te falta otra habitación por ver, mira en la de la estrella.- efectivamente, en frente de su despacho, al lado de mi habitación, había una puerta con una estrella de madera.
Abro la puerta y lo primero que veo es un espejo gigante a mi derecha, es de cuerpo entero, y es de esos que tienen muchas bombillitas en el marco, como el de los camerinos de los famosos. Justo al lado del espejo está un sofá de color negro, cerca de un escritorio tocador en el que veo que ya están organizadas mis brochas y productos de maquillaje. A mi izquierda hay un caballete con un lienzo y mis útiles de dibujos en un maletín, sobre la mesa de dibujo. Y justo en frente, un gran ventanal y un escritorio para poder hacer las tareas del instituto. En el escritorio están el ordenador de sobremesa y el portátil, en los laterales del escritorio, hay muchos cajones para guardar los libros de clase y el material escolar.
Voy frente al espejo, enciendo las bombillas y me saco una foto, bueno, varias, pero elijo la que más me gusta y la subo a Twitter e Instagram. Miro las notificaciones y veo que tengo 10 seguidores nuevos en Twitter y 20 más en Instagram, lo que hace que tenga unos 2050 en Twitter y unos 9000 en Instagram. Sí, puede decirse que soy algo famosilla en las redes sociales. Pero eso no quiere decir que tenga muchos amigos, bueno, antes los tenía, y de ellos sólo me queda Ana. Mi mente se pierde en mis propios ojos azules grisáceos, empiezo a divagar, recordando el pasado...
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Bueno chicas y chicos, esta es una pequeña novelita que estoy haciendo. Espero que os vaya gustando. ❤ María está siendo interpretada por Grave Phipps.
Agradecería comentarios y votos y que les enseñáseis la historia a vuestros amigos o amigas. Gracias por leerme. ❤
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Mi imperfecta vida perfecta
Novela JuvenilMaría tiene la vida perfecta que toda chica querría tener. Tiene dinero, muchos seguidores en las redes sociales y vive en un gran piso en plena Gran Vía de Madrid. La vida perfecta, ¿o no?