Y tú lo fuiste todo.
Fuiste el principio y el final.
Fuiste todos mis temores y todos mis alivios.
Fuiste la única persona a la que quería ver día y noche.
Fuiste los paseos por la calle cogidos de la mano.
Fuiste cada rincón al que íbamos.
Cada calle, cada bar, cada local.
Fuiste aquel beso bajo la lluvia.
Y todos los demás.
Fuiste las risas y las lágrimas.
Fuiste la persona que peor me has hecho sentir en el mundo y la única que podía arreglarlo.
Fuiste mi apoyo.
El motivo de mis sonrisas.
De mis piques.
Fuiste y te fuiste.
Te fuiste pero no del todo,
porque a pesar de todo el daño,
yo sigo reteniéndote en cada recuerdo,
en cada foto,
en cada noche,
y en cada litro de alcohol.