-En serio pensaste que él te quería, jajá no me hagas reír- dijo "ella" después de aventarme botes de pintura encima entre otras cosas, por otro lado sus amigas tomaban fotos y videos por diversión
-el solo estaba contigo por una apuesta, no te creas especial- repetían una y otra vez.
Fui una tonta confiando en él, pensé que él me quería pero solo era una forma de matar tiempo. Ellas tienen razón...Me desperté de golpe y me quede viendo mis manos, las cuales no dejaban de temblar, a pesar de haber sido un sueño. No, es una pesadilla de la que no puedo escapar.
Solo recuerdo sus risas al terminar lo que sea que teníamos y el sufrimiento que ellas me hicieron pasar después.
Los recuerdos volvían para recordarme que fui una idiota total y que a pesar de lo que hiciera eso no cambiaria. Suspire levemente intentando apartar esos recuerdos, me levante para checar la hora, era temprano, más de lo normal.
Genial otra hora de sueño perdida por culpa de mis sueños.
Tome un libro de mi estantería, no me importaba cual fuera, ahora solo quería una forma de pensar en otras cosas aprovechando que no dormí mucho.Dure una media hora leyendo antes de dejarlo en su lugar para poder alistarme para salir hacia el instituto. Salí más temprano que lo usual y me tome mi tiempo en llegar.
Al llegar al instituto todo era como siempre, nadie me miraba y eso estaba bien, entonces vi a Kayla a lo lejos hablando con unos tipos de otro grado y decidí ir directo al salón, em vez de interrumpir su plactica.
Justo al entrar al aula me di cuenta de que él ya estaba ahí, Nathan estaba hablando con unos compañeros, pense en ignorarlo e ir directo a sentarme, pero Kayla apareció tras de mi y me sobresalto al saludarme.-Hola Liah, ¿Cómo te ha ido?- su amigable saludo me tomo por sorpresa pero.lo deje pasar, que importa un pequeño susto mañanero.
-Bien bien, ¿y a ti?- dije correspondiendo a su sonrisa.
-Genial!! Y veo que a ti también- dijo con un tono burlesco.
-¿Qué quieres decir Kayla?- estaba muy confusa, no he hecho nada especial que resaltar- Estoy igual que siempre.-
-Liah... ese chico no ha dejado de verte desde que entraste al aula- sus palabras me tomaron por sorpresa, nadie me ve a mi, no importo. Estará bromeando de seguro.
-Kayla, no digas...- mas tonterías iba a decir pero fui interrumpida.
- No está nada mal, él es muy apuesto felicidades- dijo abrazándome como si fuera algo muy bueno lo que me está diciendo.
- Kayla lo siento, pero ya basta- dije ganándome su mirada de incrédula- El seguramente te ve a ti y, además, tu sabes que esas cosas a mi no me importan...- ella iba a responder pero la campana la detuvo y se tuvo que retirar o iba a llegar tarde, pero no se fue sin antes decir que teníamos que hablar.
Me dirigí a mi asiento con la mirada fija en el suelo sintiéndome observada, lo que me hacia sentir incómoda. Tome mi asiento sin voltear a ver a nadie,excepto en un momento que capte a Nathan viéndome, él intento decir algo pero el maestro entro y empezó con su clase, durante toda la hora yo intentaba ignorar la presencia de Nathan a un lado mío. De seguro quiere que le presente a Kayla, como todos.
Las clases duraron una eternidad y a la hora del descanso salí casi corriendo del lugar dejando a Nathan atrás cuando intento hablarme.
Fui a la azotea porque ahí nunca había gente, lo que lo hacía el lugar perfecto para mi, me senté a pensar en todo y nada. Como siempre.Me quede dormida sin darme cuenta e iba a llegar tarde a la siguiente clase, pero no me importo y decidí saltarme todas las clases del día y descansar. Prefiero estar un tiempo sola.
Varias horas después las clases habían terminado, logre salirme con la mía porque a nadie le importa que fakte a algunas clases, salí del edificio y camine a mi trabajo en una librería, cuando mi suerte tuvo que hacer de las suyas. Había chocado con alguien y me había caído, lo peor fue que esa persona era Nathan.
-¿Estás bien Liah?- dijo ofreciéndome su mano para ayudarme a levantarme.
Ignore la mano que me ofreció y me levanté por mi cuenta, entonces solo seguí con mi camino, él me llamó pero lo ignore, entonces él me detuvo y me miro directamente a los ojos, como buscando algo.
-¿Hice algo para ofenderte?- preguntó confundido por mi comportamiento.
-La verdad me gustaría que no me hables, es lo mejor... - eso lo sorprendió mucho, su rostro lo delataba - Es... molesto- no quería decirle eso pero no pienso equivocarme de nuevo.
No lo mire directamente ni nada solo salí corriendo lejos de ahí escuchando su voz repitiendo mi nombre, cada vez más lejano.Llegue a mi trabajo y me dispuse a olvidarme de lo que paso y seguir con mi vida diaria igual que lo había hecho los últimos años. No pienso arrepentirme de nada, no cometere los mismos errores.
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Mi pasado, Yo y Él...
RomansPuede el pasado afectar tanto el presente. Puede una persona dañada volver a confiar. Pueden evitar cometer los mismos errores.