-No, por favor ¡para ya!, mi madre no tiene la culpa, ella solo intentaba ayudarme, ¡SUELTA EL CUCHILLO!
-Cállate, vete a tu cuarto ¡joder!
Dijo mi padre.Arrugo mi frente con rabia, doy media vuelta, y me alejo con el corazón en mis mano, mientras lo hago escucho gritos; no quiero escucharlos, asi que camino aún mas rapido, agarro la manija de mi puerta, pero escucho un grito fuerte.
Hubo un silencio que penetro mi corazón.
-Nooo...
Grité muy fuerte.
Escuche la puerta principal de la casa, corrí hacia mi madre; la miré llena de sangre. Todo era mi culpa.-Te quiero mucho madre, no te olvidaré.
Le digo con mi voz débil y temblorosa mientras ella cierra sus ojos.
Me limpio las lagrimas, me lleno de valor y dejo la casa; corro hacía la casa de Felicitie para contarle lo que había sucedido, pero miro el reloj, ¡son las tres de la mañana! (3:00 A.M.), sin embargo lo hago...
Llego a su casa y toco el timbre un par de veces. Nadie se asoma a la ventana.
-Quien viene a estas horas.
Se oye a lo lejos con una voz gruñona.-Thiago.
Respondí con una voz quebrantada.
-¡Joder! ¿Que haces aquí a estas horas?
-Déjame entrar y te contaré todo.
Pasaron las horas mientras hablaba con ella y se lo explicaba todo, pero miré mi reloj y dije:
-Mira, son las seis de la mañana (6:00 A.M.) tengo que irme.
-Espera, no te dejaré ir solo.