Últimos Latidos
Parte 1= ¿Por qué?
Era una noche casi perfecta, las estrellas adornaban todo el interminable manto oscuro que cada noche al menos una persona se quedaba a admirar. Eran aproximadamente las diez y cincuenta en todos los relojes, la discoteca "Enigma" se encontraba llena de adolescentes, con las hormonas hasta el tope, los cuales bailaban como si no hubiera un mañana en sus calendarios.
-¡Wow Axel! Gracias por invitarnos a la fiesta.- Gritó siendo empujada hacia la puerta, algo hiperactiva por los tragos, Patricia. Una chica bastante alta, más que todos los demás a su alrededor, con un hermoso cabello de color rubio oscuro bastante largo recogido en una coleta y un cuerpo muy formado gracias a el exceso de ejercicio.
-¿Cómo no las iba a invitar? Recuerden que siempre tengo pases V.I.P- Le contestó Axel subiendo el tono de voz, tapando con una mano uno de sus oídos debido al alto volumen, demasiado alto, de la canción de David Guetta que había puesto el DJ, su tío Joe.
Axel era un chico moreno, a veces comparado con Bruno Mars por su "parecido". Con unos ojos un poco achinados color marrón, un cuerpo no muy tonificado, a lo lejos parecía musculoso pero la verdad es que era un flojo. Contaba con una sonrisa bastante grande y un sentido del humor demasiado usado.
Hizo un fichero con su mano, despidiéndose de la alta rubia que era arrastrada por la puerta bastante tomada. Siendo la primera de sus invitados en irse a casa junto a Heidi su mejor amiga, como era de costumbre. Ambas eran demasiado parecidas en cada rasgo, excepto en la notable diferencia en sus estaturas.
De un momento a otro, sin avisar, Joe bajó el volumen de la canción, aliviando a casi todos los presentes. Para buscar una melodía que combinara con la hora de la noche.
-¡Oye! ¿Por qué cambias la maldita música?- Gritó el chico de pelo corto y una camisa sin mangas llamado Bryan el cual contaba con una actitud no muy buen vista para sus maestros, siquiera por sus amigos o compañeros de clase, al momento que se acercaba a una chica que se encontraba muy cerca de él.
-¡Ya son las 11:00pm! Así que es hora de que todos los enamorados bailen.- Dijo pícaramente Joe señalando a su sobrino Axel mientras movía sus cejas de arriba hacia abajo.
Axel claramente sabía a qué se refería el hombre musculoso con la camisa blanca, demasiado grande de talla, y gorra hacia atrás al cual llamaba tío.
-¡Qué porquería, vámonos chicos!- Gritó nuevamente el chico cuyo pasatiempo era gritarle a los demás mientras exhortaba a los restantes a salir de la pista, tratando de rodear con el brazo a una chica con muy poca ropa.
Algunas personas se dejaron llevar por el gritón y salieron de la pista para seguirlo a quien sabe dónde. Joe no le dio importancia solo quería asegurarse que su amado sobrino aprendiera de él, su "gran" maestro.
Axel se dirigió hasta unos asientos acojinados que nunca podían faltar en las discotecas, ahí se encontraba la chica de sus sueños. Ella, con un perfecto cabello castaño muy lacio, tal vez con un poco de nudos por haberlo movido demasiado bailando, una blusa sin mangas roja y unos vaqueros negros muy entallados, la cual mostraba un leve sonrojo al verlo aproximarse.
-Le dije que viniera en vestido pero no me hizo caso.- Le susurró muy cerca de su oído una chica rubia de anteojos con un pequeño vestido azul a la cual Axel no reconocía.
Él, simplemente no le contestó. Miró velozmente hacia atrás viendo como la chica se alejaba con unos pasos demasiado largos.
Se sentía frustrado ya que la de ojos azules lo había despertado de ese momento en cámara lenta en el que sabía todo lo que le iba a decir a la chica de ojos marrón oscuro con lujo de detalles, en el que se sentía muy seguro de sí, pero ya no era el caso, por culpa de esa rubia había quedado sin palabras, no tenía idea de que decir teniéndola a solo dos pasos contados enfrente suyo.
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Últimos Latidos...
Mystery / Thriller"Cada corazón falso, tiene su vajilla fina. Cada gritó audible, tiene un oído cubierto de vino para ser escuchado ."