Desnudando El Alma.

Capitulo 2.

Segundo capitulo.

Inesperado.

Escuche la puerta abrirse, gire la cabeza en dirección a esta y vi un cabello color avellana asomarse, seguido de unos ojos acaramelados mirándome fijamente.

-Liam, me espantaste – le lance un cojín mientras él estaba entrando, trato de esquivarlo pero ya era demasiado tarde.
-¿Qué te he dicho sobre ser tan agresiva? pareces niño – arrugo la nariz caminando hasta donde estaba, se sentó en la cama esperando a que dijera algo pero lo único que hice fue sacarle la lengua. – ¿Qué? ¿No te defenderás? – se lanzó sobre mi haciéndome cosquillas, no paraba de reír.
Ambos estábamos tirados en la cama mirando el techo, Liam en repetidas ocasiones hacia sonidos con su boca tratando de imitar a un helicóptero cosa que me hacía reír pero solo porque en realidad no le salía tal sonido, parecía como si lo estuvieran ahorcando.

-¿Por qué no me avisaste que llegarías hoy? – sabía su respuesta, pero me molestaba estar en silencio con mi hermano mayor. ¡Sí! Liam Payne mi hermano mayor, el chico universitario que había dejado más de un corazón roto en Doncaster, él era el típico chico popular en la preparatoria pero ninguna chica conquisto su corazón, a veces pensaba que era rarito por el simple hecho de no haber tenido ninguna relación en sus tres años de bachillerato, claro, romances y aventuras de una noche las tenía pero jamás quiso involucrarse con alguien a tal punto de sentimentalismo.

-Tampoco sabían nuestros padres, ¿crees que te iba a avisar a ti? Tú lo hubieras gritado en ese momento – hablo en tono de broma mientras una sonrisa cubría su rostro. Iba a decir algo pero en ese momento sonó su celular y contesto saliendo de mi habitación. Y ahora ¿qué iba a hacer, quedarme aquí en mi casa o salir? Era lo mejor hasta este momento, mañana tenia clases así que desvelarme no era mi mejor opción. Sonó el timbre y baje las escaleras para ver quién era, pero mi hermano ya iba de camino a la puerta.

-Bro… - escuche mientras caminaba hasta la puerta poniéndome detrás de Liam, unos ojos azules brillaban, una sonrisa impactante se reflejaba en el rostro de aquel chico – Hey… pequeña, ¿no me saludaras?

-Louis – sonreí haciendo un movimiento de mano – ahora te acuerdas donde está mi casa, solo porque Liam está aquí – rodee los ojos mirando en otra dirección, ellos continuaron charlando, algo que no le di importancia a sus palabras. Su coche estaba aparcado enfrente de mi casa, una chica estaba dentro mirando hacia abajo, tal vez veía su celular – Cambiaste de novia – alce ambas cejas mirando de Louis a su coche.

-¿Qué? – frunció el ceño mirando a Liam y después a mi como si pidiera a su mejor amigo que callara a su hermanita. Después de unos largos segundos miro a su coche y sonrió – te refieres a ella – afirmo riendo fuerte – es Eleanor – abrí los ojos como platos mirando en dirección al coche de nuevo, en eso la chica volteo a vernos y efectivamente era ella, se veía tan diferente pero su mirada y sonrisa no habían cambiado para nada, hice un movimiento de mano saludándola, Louis ya estaba haciéndole señas para que bajara del coche y se acercara. Cuando ya estaba cerca sonrió mirando a Louis, ellos estaban tan enamorados, creo que desde siempre han sido novios, y ¿quién no amaría así como loca a Louis Tomlinson?.

-Hey chicos – nos saludó Eleanor con esa sonrisa que la caracterizaba, mi hermano se acercó y la saludo con un beso en la mejilla, yo hice lo mismo dedicándole una sonrisa – entonces ya les dijiste, ¿Lou? – miro a Louis.

-¿Decirnos qué? – pregunté mirando a Louis y a Liam.

-Mañana es la fiesta de Zayn, así que estamos invitados - ¿invitados? ¿Había dicho que ambos estábamos invitados? Me quede quieta frunciendo el ceño, ¿por qué Zayn me había invitado a su fiesta de cumpleaños? Es amigo de mi hermano, pero siempre se había encargado de hacerme la vida imposible desde que tenía uso de razón.

-¿Estás bien? – pregunto Liam cuando Louis y Eleanor ya se habían marchado. Asentí con una sonrisa falsa – sabes que no te creo.

-Se supone que estoy invitada a la fiesta de la persona más odiosa del planeta – arrugue la nariz mirando a mi hermano, no apartaba esa sonrisa de su rostro - ¿Por qué sonríes tanto? – susurre mirándolo.

-Porque sé que quieres ir…

¿Cómo podía pensar eso? Yo jamás había tenido ganas de cruzar palabra alguna con Zayn, él se había encargado que mi odio incrementara hacia él, ya me encontraba en mi habitación mirando el techo, ya quería que obscureciera.

Así paso la noche y parte del día en el instituto, no había sido un día bueno para mí, ya era viernes, me quedaría en casa viendo películas las cuales me hacían recordar mi niñez. Escuche mi nombre al entrar a casa – Mamá ¿Qué haces aquí?

-Me da gusto saber que te alegra verme – me saludo sarcásticamente besando mi frente.

-Me da gusto pero… - mire que estaba acomodando algunos trastes en su sitio – es raro que estés aquí, es viernes y…

-Solo vine unos minutos, quería saber cómo estaban Liam y tu… - me interrumpió- Liam me conto sobre la fiesta que tendrá hoy y no quiero que estés aquí sola en casa, es fin de semana, sal un rato y deja de estar en ese computador, él no te resolverá la vida – fruncí el ceño agachando la mirada – adolescente se es solo una vez, hija! – susurro lo ultimo.

-Está bien, mamá – me despedí de ella y subí a mi habitación a arreglarme. Liam no me había dicho la hora pero estaría lista temprano, busque en mi closet algo que dijera “soy linda” pero que no pasara a ser vulgar. Sonreí al ver un vestido de lentejuelas color negro con ambas mangas a tres cuartos, mi cabello lo había rizado un poco haciéndolo ver informal pero sin ser fachoso, me senté en mi tocador mirando mis pinturas, solté una bocanada de aire alzando la vista al espejo, a quien quería engañar, por más que me arregle jamás iba a verme como las otras chica. Tocaron la puerta – adelante.

-Veo que te estás arreglando – rio Liam, gire el rostro para verlo, se veía bien con su atuendo, unos jeans con una camisa de manga larga color azul y su chamarra de cuero negra. Al ver que no dije nada continuo hablando – nos vamos a las ocho – salió de mi habitación y de nuevo me mire en el espejo.

Comencé a maquillarme, no quería parecer payaso así que puse un poco de delineador y rímel en mis ojos, rubor color coral y un poco de gloss en mis labios, estaba lista a las 7:48. Me mire por última vez en el espejo observando cada detalle en mí, no era fea, solo había que dar unos pequeños arreglos a mi forma de vestir, continúe mirándome pero una risita hizo que me espantara.

-¿Qué tanto te ves? Así estas preciosa – sonrío Liam mirándome – como has crecido hermanita, creo que esta noche debo cuidarte de cualquier persona con hormonas – reímos mientras él me hacía girar con una mano – vámonos – salió de mi habitación y yo detrás suyo, iba ansiosa por lo que no dejaba de jugar con mis manos ya arriba del coche.

-Compraste el regalo? – susurre tratando de hacer el momento menos incomodo.

-Sí, un barril de cerveza – sonrió mas para sí mismo que para mí, rodee los ojos mirando en el asiento trasero donde yacía el barril.

-Sé que le gustara – fruncí el ceño. Ellos amaban beber, era como su mundo, o de esa forma lo veía yo. Ya que se acercaban las vacaciones de verano aprovechaban para beber hasta el tope, dos semanas más y yo estaría fuera del instituto, era el motivo del que Liam estuviera hoy aquí conmigo y mi familia, él había terminado ya sus clases, estaba de vacaciones pero en cambio los pequeñitos de esta ciudad aun no salíamos de clases.

Llegamos a la casa, demasiados coches estacionados por el vecindario, se escuchaba la música antes de entrar, había adolescentes por doquier con sus vasos de cerveza o con alguna chica en sus labios. Fruncí el ceño dándome cuenta que este tipo de lugares no me gustaba mucho.

-Hey bro – caminamos hasta donde estaba Louis y Eleanor – que bueno que llegaron – me miro sonriendo – pensé que no vendrías.

-Pero aquí me tienes – susurre, salude a Eleanor que estaba sentada junto a Louis, Niall también estaba ahí, aunque me costara admitirlo él era amigo de Zayn también, odiaba cuando debía dividirse en dos cuando peleábamos.

-Niall – lo salude dándole un ligero beso en la mejilla, el hizo lo mismo y me invito a sentarme a su lado.

-Que bien que viniste – sonrió ofreciéndome alcohol.

-No, gracias – Niall comenzó a hacerme señas para que mirara hacia donde el veía, y ahí estaba Zayn junto a mi hermano, Liam le estaba entregando el barril de cerveza y el solo sonreía, sus ojos pasaron por el lugar deteniéndose sobre los míos, demonios, dije para mis adentros, ahora vendría a hacerme molestar como siempre.

-¿Quieres bailar? – pregunto ya estando frente a mí, sus ojos parecían bañados en acero oxidado, si lo estaban, reí tratando de parecer despreocupada.

-¿Bailar contigo? – me pare tratado de quedar a su altura, vaya que era alto pero eso no me intimidaba – desde cuándo quieres que… - me callo poniendo su dedo sobre mis labios.

-Solo quiero un baile… - rodo los ojos mirándome – será mi regalo – susurro en cerca de mi oreja, extendió la mano esperando que la tomara pero solo camine hasta la pista de baile esperando que me siguiera. Me detuve girándome para comenzar a bailar pero él estaba demasiado cerca de mí, lo aleje un poco poniendo mi dedo sobre su pecho. La música comenzaba a gustarme, Zayn acariciaba mi cintura con una mano, y yo se lo permitía, bailábamos demasiado cerca uno del otro, me pego más a su cuerpo con ambas manos en mis caderas y yo solo rodee su cuello con mis largos y finos brazos. ¡STOP! No estaba ebria pero quería seguir bailando con Malik, a quien engañaba me gustaba el roce de su cuerpo con el mío, entonces su rostro comenzó a acercarse a mí, pego su frente con la mía, mi nariz rosaba con la suya, el solo cerró los ojos y continuo bailando, en ¿qué momento me había comenzado a agradar?, arrugue la nariz mirándolo, sus labios se acercaron a los míos haciendo que parara de bailar, Zayn estaba besándome delicadamente, mis labios continuaron como piedra sin moverse al compás de los suyos pero él seguía intentando que le correspondiera en el beso, aparte mis brazos de su cuello intentando zafarme pero sus brazos eran más fuertes y me tenían acorralada, sus labios fueron haciéndose más deseosos y esta vez no podía dejar de negarme, continúe con el beso, se sentía bien el estar así con él, no era mi primer beso pero era placentero sentir los labios de alguien con deseo hacia mí.

-Malik – escuche la voz no muy lejos de nosotros me quede atónita al verle ahí parado, Zayn se separó de mi con una manera renegada lo miro…

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