Capítulo 4

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Una Fresca Noche De Enero

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Una Fresca Noche De Enero. En Algún Lugar De Toluca

Su corazón latía muy fuerte, lavaba los platos a toda velocidad para subir a su habitación, aquel mensaje se había significado mucho para él, y no quería perder más tiempo para saber aquello que la chica de sus sueños tenía que decirle.

"Jesús, tú me has enseñado muchas cosas, me has ayudado a sobrellevar todo lo que me ha pasado, me has demostrado que vas a estar incondicionalmente sin importar nada y sobre todo me has demostrado que estás dispuesto a todo con tal de que yo sea feliz... Necesito hablar contigo, tengo muchas cosas que decirte <3"

Cada vez que él pensaba en Jessica una sonrisa se dibujaba en su rostro, aún tenía un par de pendientes por hacer antes de subir a su habitación, faltaban platos por lavar y tenía que sacar la basura, hacia todo lo posible para terminar rápido, la emoción invadía su cuerpo, los segundos pasaban más rápido de lo normal y él lo único que quería era subir a su habitación a platicar con la chica que le provocaba insomnio todas las noches, la dueña de sus pensamientos.

Cuando por fin terminó de lavar la pila enorme de platos, salió a tirar la basura y en ese instante observó la hermosa luna que era adornada por una cantidad inmensa de estrellas, algo raro, pues en la ciudad difícilmente podías observar tan bello paisaje que regala la naturaleza.


Una Fresca Noche De Enero. En Algún Lugar De Toluca

El viento tocaba delicadamente su rostro y la luna lo iluminaba resaltando su belleza, ambos testigos de los pensamientos y planes que recorrían su mente en esos instantes, era la hora de dar ese gran paso que tanto anhelaba, solo esperaba a que él se conectara para decirle lo que sentía.

Tantas aventuras juntos, tantas pláticas y tantos secretos, era la hora de confesar todo, de sacar a la luz sus sentimientos que por mucho tiempo guardó en su corazón.

Sus pensamientos se perdían en el tranquilizante silencio de la noche, y su mirada estaba llena de ilusiones y deseos, empezó a soñar despierta, era hora de intentar algo nuevo, de cambiar su vida, tantos planes nuevos y todo gracias a una sola persona, de repente el sonido del chat la despertó de su sueño en el balcón, la trajo de nuevo a la realidad, caminó rápidamente hasta la computadora esperando que fuera él quien había mandado ese mensaje, su corazón empezó a latir fuertemente y los nervios invadieron su cuerpo de pies a cabeza.

Jesús: Hola.

Jessica: Hola.

Jesús: ¿Qué te parece la noche?

Jessica: Muy tranquila y linda.

Jesús: ¿Ya viste la luna?

Jessica: Si, esta hermosa.

Jesús: No tan hermosa como tú.

Jessica: Basta, haces que me sonroje.

Jesús: Esta bien... ¿Qué me querías decir?

Esas palabras pusieron aún más nerviosa a Jessica, era el momento de confesarle todo lo que sentía hacia él, no quería equivocarse esta vez, en el fondo pensaba que era el indicado, el que le ayudaría a curar las heridas que llevaba en el corazón después de que se enteró que su ex novio la había engañado, después de todo él siempre estuvo ahí para ayudarle a salir adelante, para apoyarla en todo y sobre todo para soportarla en sus momentos más difíciles, cuando no veía la luz entre tanta oscuridad.


Una Soleada Tarde De Noviembre. En Algún Lugar De Toluca

Las clases habían terminado, por fin era viernes y los alumnos de 3º "B" eran los primeros en salir, las cosas no le habían salido muy bien últimamente a ninguno de los dos, pero su amistad cada día crecía más y nada mejor que ir juntos al cine para olvidar sus penas, relajarse, divertirse y olvidarse de todo aunque fuese solo por un par de horas.

Ambos guardaron sus libretas en su mochila, se despidieron de sus amigos, y juntos salieron caminando de la escuela, sus pláticas siempre provocaban una sonrisa en el rostro del otro, no sabían si era lo que decían o simplemente era la presencia de su acompañante. Desde hace varios meses se habían vuelto grandes amigos, casi inseparables, se empezaban a conocer de una manera distinta, su amistad se basaba en la sinceridad y aprovechaban al máximo el tiempo que estaban juntos, ya que al tener amistades distintas, el tiempo que pasaban juntos era poco.

Los minutos pasaban y la plática continuaba, era imposible que se aburrieran estando juntos, siempre había algo que decir, algo que contar, secretos que revelar. Caminaban por la calle mientras platicaban sus fracasos amorosos de los últimos meses, Jessica se había enterado que Carlos la había engañado y había decidido terminar la relación más larga que había tenido, por su parte Jesús había terminado con Brenda porque pensaba que su relación ya no tenía rumbo.

Después de quince minutos caminando por fin llegaron a su destino, entraron a Grand Plaza y subieron por las escaleras eléctricas para llegar al cine, revisaron la cartelera para decidir qué película verían y después de una larga discusión decidieron que entrarían a ver "Terror En Lo Profundo" y se formaron en la larga fila que había para comprar boletos, un par de jóvenes que se encontraban delante de ellos se besaban apasionadamente, seguramente no entrarían a ver la película pensaron los dos. Tras estar formados por un par de minutos por fin llegaron al principio de la fila para poder comprar sus boletos, caminaron hasta la dulcería para comprar palomitas y refresco y finalmente llegaron a la sala mientras reían y jugaban aventando las palomitas.

Escogieron los asientos de la última fila al ver la sala casi vacía, tomaron sus asientos y esperaron a que empezara la función mientras seguían con su plática.

Durante la película sus miradas se encontraron en varias ocasiones, provocando que ambos apartaran la mirada tan pronto como fuera posible, hasta que Jesús finalmente la abrazó y ella se recargó en su pecho para que una vez más sus miradas se volvieran a encontrar, esta vez sin que apartarlas, Jessica comenzó a sentir mariposas en el estómago, estaban tan cerca que no podía resistir la tentación, quería besarlo, pero no podía hacerlo, era su amigo y aun no podía superar lo que había pasado con Carlos, resistió la tentación y simplemente evitó su mirada una vez más.

La película no había estado mal del todo, pero Jessica aun no sabía que le había pasado, ni porque tuvo esas ganas de besarlo y no quería quedarse a averiguarlo, abandonaron la sala del cine e inmediatamente salieron a la calle para que Jessica tomara su camión y se fuera a su casa.

La cabeza de Jessica daba vueltas, empezaron a surgirle dudas mientras observaba como pasaban camiones para todos lados, pero ninguno que la llevara a su casa, ¿acaso era el destino que quería tenerlos juntos un rato más?

          - ¿Estas bien? - dijo Jesús quien vio a Jessica un poco preocupada.

          - Sí, estoy bien.

          - Te noto un poco rara – insistió Jesús que sabía que algo le pasaba a su amiga.

          - Tengo que llegar antes que mi mama o ya sabes cómo se pone – mintió Jessica que nuevamente empezaba a sentir mariposas en el estómago.

          - Tranquila llegaras a tiempo – dijo Jesús para poder tranquilizar un poco a su amiga al tiempo que la tomaba de la mano.

Aquel gesto tan simple provocó que Jessica se ruborizara de inmediato, sus miradas se encontraron por un momento y una sonrisa se dibujó en el rostro de ambos, en ese instante solo existían ellos dos y sin pensarlo más ambos se unieron en un tierno beso otra vez. En ese momento Jessica se dio cuenta que lo que sentía por Jesús era algo más que amistad.

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