¿Dónde Están Los Bombones?

Capítulo 5

Una Fresca Noche De Enero. En Algún Lugar De La Ciudad De México

Cien Gaviotas de Duncan Dhu sonaba a todo volumen en su cuarto, Miguel estaba en el baño rasurándose, mañana sería un día muy especial para él, por fin conocería a la chica que por mucho tiempo le había quitado el sueño, a aquella chica de las pláticas infinitas por Facebook, mensajes y llamadas.

Todo estaba listo, en la tarde había ido a la terminal de autobuses de Observatorio a comprar su boleto que lo llevaría a Toluca, no quería quedarse sin lugar, después había ido a una tienda de regalos a comprar un lindo oso de peluche y finalmente a un Sanborns donde compró una caja de ricos chocolates rellenos de vino. Todo estaba guardado en su mochila de los PUMAS.

Abrió la llave del agua caliente de la regadera y se metió a bañar mientras trataba de imaginar cómo sería la reacción de aquella chica, ¿Le gustaría? ¿Pensaría que es guapo? ¿Se decepcionaría?, tantas preguntas recorrían su mente en ese momento y él solo esperaba tener las respuestas cuando antes. No podía esperar un solo segundo más para poder estar a su lado, abrazarla y decirle todo lo que sentía.

Miles de risas provocadas por ella y ahora por fin la conocería, tenía un poco de miedo pues nunca había salido del DF solo y no quería perderse.

Pero la pregunta que no podía sacarse de la mente desde hace un par de meses era: ¿Estaba listo para una relación a distancia?, jamás había tenido una y solía ser muy celoso, tenía pavor a que eso arruinara todo, confiaba en Mariana pero a veces no podía controlarse, cuando le contaba que estaba con Jesús o con Jonhy, los celos lo invadía, aunque sabía que solo eran sus amigos y que los quería como sus hermanos. Ella tampoco había tenido una relación a distancia, suponía que eso ayudaría, aparte era una chica muy madura, quizás porque era mayor que él.

Salió de la ducha y se dirigió hacia el espejo, con su dedo escribió su nombre en el vidrio empañado, después con la palma de su mano limpió completamente el espejo, se quedó por un par de segundos observándose mientras empezaba a soñar despierto.

Mariana esperando en la salida del andén de la terminal, tan linda como en las fotos que había recibido, él salía del andén y corría hacia ella.

          - Eres más bella en persona – dijo Miguel al tiempo que le daba un gran abrazo.

          - Tú también eres muy guapo – contestó Mariana que se había sonrojado al verlo.

          - He soñado con este momento durante los últimos días – continuó Miguel mientras acariciaba el rosto de aquella chica.

          - Yo también y hoy por fin estamos juntos.

          - Hoy por fin podré hacer lo que tenía ganas desde el primer día que platique contigo – Miguel tomó a Mariana por la cintura hasta estar lo más cerca posible.

          - ¿Qué es eso que tienes ganas de hacer?

Y sin decir una palabra más, Miguel besó apasionadamente a Mariana como si no hubiese un mañana, en ese momento ambos se dieron cuenta que estaban destinados a estar juntos.

El celular sonó e hizo que Miguel despertara de aquel pequeño pero lindo sueño, reviso su celular emocionado esperando que fuera Mariana la que había mandado aquel mensaje pero no fue así. Era su ex novia Anahí, una chica simpática y con un buen humor, pero él pensaba que la relación no iba por buen camino, los últimos meses solían pelear por cualquier cosa, así que él decidió terminar la relación, pero ella no estaba muy de acuerdo y desde entonces le mandaba mensajes, correos y de vez en cuando le llamaba por las tardes al salir de la escuela, siempre con la intención de recuperar el amor que algún día tuvieron.

"¡Hola guapo! ¿Nos podemos ver mañana después de la escuela...? Necesito verte... Ya no puedo estar sin ti, cada día necesito más tus besos, tus caricias, necesito de ti..."

Miguel decidió no contestar aquel mensaje, después de todo no estaría y quizás eso sería lo mejor, pensaba que Anahí solo hacia eso para molestarlo. Salió del baño y caminó hasta su cuarto, mientras se vestía revisó su mochila para que nada le faltara pues todo tenía que salir perfecto al día siguiente.

Una Fresca Noche De Enero. En Algún Lugar De Toluca

Mariana miraba atentamente el monitor esperando ansiosa que él se conectara, pasaban los minutos y no llegaba, se paró de su cama y se dirigió a la cocina para tomar un vaso con agua, mañana sería un día muy importante para ella, sin embargo aún no estaba segura de ver a Miguel, algo en su interior le decía que no fuera, que quizás todo era un engaño, pero la curiosidad le ganaba.

El sonido del chat se escuchó mientras Mariana dejaba su vaso en el fregadero, caminó lentamente hasta su cama y de reojo alcanzó a ver quién le hablaba.

Jesús: Hola prima.

Mariana: Hola primo.

Jesús: ¿Cómo estás?

Mariana: Pues no muy bien.

Jesús: ¿Y eso?

Mariana: Mañana vendrá Miguel a Toluca y quiere que nos veamos, pero no sé si ir o no.

Jesús: Vaya, sabes lo que opino de las relaciones a distancia, no creo en ellas, ya sabes lo que dicen, relaciones a distancia los cuatro felices.

Mariana: Eso es lo que me preocupa, que solo quiera engañarme.

Jesús: ¿Y tú crees que él te vaya a engañar?

Mariana: Pues él no se describió así.

Jesús: Piénsalo bien antes de verlo.

Mariana: Tengo mucho que pensar.

Jesús: Si ya me di cuenta.

Mariana: Y tú, ¿Cómo vas con Jess?

Jesús: Creo que bien, de hecho estamos platicando.

Mariana: Eso es bueno.

En ese momento un nuevo sonido del chat se escuchó, sin embargo no provenía del chat con Jesús, su corazón empezó a latir fuertemente, los recuerdos de aquel invierno invadieron su mente, pensó que todo había quedado atrás, en aquella navidad en Tlaxcala.