Capítulo 61

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Jess

Me quedo helada. 

- Es mi madre.

Dallas abre los ojos como platos y le quito el sobre de las manos. Camino lo más rápido que puedo hacia el ascensor del hotel y Dallas me alcanza antes de que se cierren las puertas. 

- ¿Qué rayos significa? - Me pregunta desesperado y mis ojos se cristalizan. 

- No lo sé. - Susurro.

No he visto a mi madre desde hace muchos años, ni siquiera estoy segura de si la reconocería si la encuentro en la calle o si la tengo frente a mí. Esta noticia de alguna manera me emociona, pero en gran parte me da rabia y curiosidad. Nunca me pregunté si algún día me habría gustado recibir algo de su parte, no después de que me abandonara. 

Desde el momento en que se fue sin dejar rastro decidí que dejó de ser mi madre, y si ahora cree que puede aparecerse de la nada por medio de un sobre y que puede arruinarme la vida una vez más, pues está muy equivocada.

- ¿Quieres que me vaya para que puedas abrirlo a solas?- Pregunta en cuanto entramos a la habitación y asiento despacio con la cabeza.

Me planta un beso en la frente y sale. Abro el sobre y es un carta. Me quedo mirándola un momento y pareciera como si mi corazón fuera a explotar. Unos minutos más tarde, me armo de valor y empiezo a leer.


Estoy segura de que nunca esperaste recibir algo como esto de mi parte, y menos en tu luna de miel.


¿Cómo sabe ella de Dallas y yo?


No es el mejor momento pero tengo que aprovechar tu estadía en el lugar en el que ahora vivo. Es mi oportunidad de hablar contigo y explicarte todo lo que sucedió, todo lo que debía decirte hace mucho tiempo, es hora de que sepas la verdad. No diré más, mi niña. Si aceptas, te estaré esperando mañana a las nueve en la cafetería del hotel, es importante.

Con amor,

Dakota Queen, tu madre.


Intento controlar mis emociones, todo está mezclado, el estómago se me revuelve y no logro entender nada. Tiro la carta al piso y empiezo a pisarla con furia con un par de lágrimas en el rostro, ¿por qué aparece justo ahora, justo en el momento más feliz de mi vida?

Siento los brazos de Dallas y automáticamente empiezo a sentirme un poco mejor. Le dejo leer la carta y al terminar me pregunta qué voy a hacer. Ni siquiera yo sé. 

- Lo que sea que decidas, te apoyaré.

Es todo lo que necesito escuchar. Mientras lo tenga conmigo, me siento lo suficientemente valiente para superar cualquier cosa. 

Dallas ordena café y un par de postres para hacerme olvidar el mal rato y que me relaje un poco.Lo abrazo con fuerza y le doy un suave beso en los labios. Pasamos un buen rato conversando sobre el tema y cuando siento que es suficiente, le pido que cambiemos de tema. De inmediato, me propone que nos demos una ducha y acepto. Me levanto de la cama y le extiendo mi mano, la toma y vamos juntos al baño. 

- Todo estará bien, - asegura y me toma de la mano - ¡espera!

- ¿Qué? - Pregunto y cuando me doy vuelta está conectando su celular a los parlantes de la habitación. -¿qué haces, Dallas?

- Nos hará falta.- Dice en cuanto empieza a sonar la canción de Atlas Genius "Trojans".

Sonrío sin poder evitarlo y se quita la camiseta, se acerca a mí y de un solo movimiento me sube a su espalda. En lo que se llena la bañera, me besa y empieza a quitarme ropa. Cuando entramos, el agua caliente se siente tan bien que se me cierran los ojos enseguida. Con Dallas besándome el cuello, rozando con sus dedos cada parte de mi cuerpo desnudo y el agua cayendo sobre mí, es inevitable sentir que estoy en el paraíso, luego de toda la presión que estaba conteniendo, esto es lo mejor que se le pudo ocurrir.

Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora