Albus vio el porte de su amigo, sereno, imponente, pero... tan frio y calculador que Albus recordó dolorosamente, que aunque quisiera aceptarlo o no... él era un Malfoy, Albus entendió todo... un Malfoy, era sereno orgulloso, imponente... pero demasiado perfecto para serlo, la perfección que habían presumido desde hace varias generaciones, era tan imperfecta... los Malfoy se habían resguardado en aquella perfección, tanto, que eran demasiado imperfectos.
-¿A qué te refieres? –contesto amigable Albus.
Scorpius frunció el ceño, después volvió a tener su mirada inescudriñable, su porte sereno... llegaba a inquietar la mente de Albus, Scorpius solo tenía 11 años ¡Por Merlin 11 cortos años! Pero Scorpius era tan maduro, parecía un adulto...
-Bien sabes a lo que me refiero –dijo con voz neutral -¿Qué es lo que quieres de mí, Potter?
Albus estaba en shock, no podía negarlo, pero comprendía el porqué del cuestionamiento de Scorpius... siempre durante toda su vida, todas las personas se acercaban a él, solo por ser el hijo de Harry Potter, nunca lo miraban como Albus... siempre le recordaban lo parecido que era a su padre... Y Scorpius no tenía que sentir solo el peso de una generación, si no de cientas... que habían herido a la comunidad mágica, al menos a Albus lo adoraban, pero a Scorpius lo repudiaban en cualquier lugar.
-¿Yo? –Dijo calmado Albus –Te mentiría si digiera que nada... -Albus diviso los vestigios de la decepción en los ojos de Scorpius –Se muy bien la desconfianza que le tienes a todo el mundo... Lo único que espero que comprendas que lo único que quiero de ti... no es humillarte ni nada parecido.
-¿Qué es lo que quieres? –Dijo con clara molestia - ¿Qué me aleje de ti? ¿Qué me vaya a Slytherin como la sucia serpiente que soy? –La serena postura se había perdido, y el tono de voz había subido hasta que Scorpius casi gritaba -¡¿Irme de Hogwarts como...
-Ser tu amigo –interrumpió secamente Albus -Lo único que pido es estar a tu lado como un amigo...
Scorpius se quedó congelado... parecía no respirar, la impresión era lo que surcaban sus ojos mercurio.
-¿Qué? –Dijo en un hilo de voz -¿Po-por qué?
Albus solo sonrio, extendió su mano esperanzado de que Scorpius la cogiera... agarrara la única forma para sacar a un Malfoy de la oscuridad, sacar a Albus de su propia oscuridad.
-Vamos –dijo sonriente, mientras agitaba un poco su mano –Ya es tarde... mañana continuaremos con esto.
Scorpius solo sonrió de medio lado, comenzó a caminar pasando de largo, solo se limitó a tocar levemente el hombro de Albus, aunque el de ojos esmeraldas estaba algo indignado, solo pudo soltar una sonrisita feliz... había hecho un buen avance en tan solo unas cuantas horas, Albus solo tenía que ser paciente... para poder estar al lado de un orgulloso Malfoy.
¡El perro de Malfoy!
Era lo que citaba una de las cartas que mandaban sus compañeros de Gryffindor... Albus Potter según todos en Hogwarts se había vuelto el perro de Scorpius Malfoy, realmente a Albus le daba gracia el apodo y más aún cuando veía como molestaban a su hermano James... eso si alegraba el día a Albus.
-Deberias dejar de seguirme –dijo frio Scorpius –La imagen perfecta de los Potter se...
-¿Arruinara? –Dijo divertido Albus –Sabes que no me importa "la imagen de los Potter" es la imagen de mi padre, no mía... -dijo mientras daba un sorbo a su jugo de calabaza –Pero mira que son rápidos para esparcir rumores.
-¿Rumores? –dijo algo interesado Scorpius.
-Claro –dijo Albus mientras miraba las cartas –"sirvienta del Escorpion" "Hijo desertor" "Perro de Malfoy" –Dijo leyendo los miles de apodos que le estaban dando –Solo he estado junto a ti dos días y ya dicen tremandas babosadas.
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Solo cambiemos de rumbo
DragosteÉl en definitiva era mi perdición, sus ojos plata y personalidad afilada me traían completamente loco. Lo sabía desde aquel momento en que conocimos en el tren, sabía que Scorpius Malfoy sería el único que podría adorar con una sola sílaba dada...