Me levanté de la cama y como no había quedado de verme con Alex, tomé una pinza y me agarré el cabello, baje trotando por las escaleras. Mi madre no estaba pero mi hermano si, estaba en la cocina con un pan tostado en la mano, lo saludé, un saludo muy simple por cierto, y me dirigí a la sala, agarré el control de la televisión y justo cuando la iba a encender.
-Oye Ale- mi hermano intentaba hablar pero tenia la boca repleta de comida, masticó por un momento y luego se tragó todo, era repugnante -Hay algo fuera que dice que es para ti- y volvió a meterse un gran trozo de pan.
Aventé el control al sillón y fui hacia la puerta, un poco insegura, ¿Qué tal y era una bomba que se activaba con el contacto? bueno tal vez exageré un poco. Cuando abrí la puerta me llevé una sorpresa, habían 2 botes de pintura con una nota encima que llevaba mi nombre. Cerré la puerta de golpe, mi hermano corrió hacia mi.
-¿Qué pasa? ¿Es algo malo?- no podía ser cierto, yo no se lo había dicho a nadie. Subí corriendo a mi cuarto y azoté la puerta, patee la silla del escritorio aventé los papeles y lápices y me dejé caer a la cama ¡No puede ser! tal vez estaba mal interpretando las cosas o es mas estaba alucinando, sí eso, tal vez era otra cosa y pensé que era pintura porque la necesitaba. Mi corazón latía a mil por hora, tenía miedo y miles de preguntas. Traté de calmarme, respiré hondo y baje las escaleras de nuevo, abrí la puerta pero era cierto, eran pinturas reales, no las estaba imaginando.me quedé inmóvil. Se me dificultaba respirar, tomé la nota y la abrí.
"Lo que necesites, por cierto si yo fuera tú me aseguraría de que mi madre estuviera bien, el orgullo no trae nada bueno" -Alex
Era increíble, estaba segura que estar cerca de él no me dejaría nada bueno, y cómo se atrevía a mencionar a mi madre y qué quería decir con eso, me dieron ganas de ir y darle una gran bofetada, que suerte tenía él pues no sabia en donde vivía ¿Era adivino o un acosador? Seguro un acosador, y un descarado por supuesto. Más que enojarme me daba pánico, aparte la pintura me transmitía una vibra demasiado extraña. No entendía nada.
Subí la pintura a mi cuarto y recordé la otra parte de la nota ¡MI MAMÁ! llevaba 2 días sin verla, corrí hacia su habitación, pero resultó ser el baño, abrí puertas como loca, la casa era muy grande, hasta que la pude encontrar. La puerta tenía seguro y se oía la televisión. Toqué, tal vez un poco desesperada. Mi madre se tardó en abrir y cuando me vio cerró la puerta. Yo preocupándome por ella ¿Por qué me odiaba tanto? ¿yo que le había hecho? Sin darme cuenta las lágrimas caían por mis mejillas. Fui a mi cuarto y cerré la puerta con toda la fuerza que pude. Estaba harta de todo, la ira me invadía por completo. El cuerpo entero me temblaba. Intenté calmarme, pensar en otra cosa, tal vez enfocarme en las pinturas, si tal vez eso podía ser lo mejor. Pero no pude hacer nada, me dejé caer lentamente por la pared hasta quedar sentada en el piso, se me salió un sollozo, me pasé las manos por la cara. No podía soportarlo. Alguien entró por la puerta y se sentó a mi lado, me abrazó y me acarició el cabello con mucha delicadeza, sabía que era mi hermano pero no estaba segura de confiar en él y mostrarle mi debilidad o hacerme la fuerte una vez más. Pero esta vez no podía, el dolor que sentía era más fuerte que nada, Puse mi cabeza en su pecho y comencé a llorar más, el me besó la cabeza.
-Tranquila Ale, no es tu culpa- Me acarició el brazo, me hizo sentir demasiado bien, por primera vez podía confiar en él, yo alcé la cabeza y lo miré a los ojos, me besó la frente, me acurruqué en él me siguió acariciando con tanta delicadeza y ternura. Pude notar un poco de debilidad en su voz y como una lágrima caía en mi cabeza, nunca lo había visto llorar, mientras tanto el me susurraba -No es tu culpa hermanita, no es tu culpa- después de unos minutos me limpié las lágrimas con el dorso de la mano y me levanté. Caminé de un lado a otro por la habitación, un tremendo deseo de contarle todo me invadió. Aún no estaba segura de su reacción ¿Qué tal y se burlaba de mi? O ¿Y si lo entendía todo y me apoyaba? Definitivamente era una moneda al aire, tenía que arriesgarme. Me volví a sentar esta vez frente a él. Me hizo una cara de extrañeza, respiré hondo.
-Gracias Fer- nunca lo había llamado así, tal vez me dejé llevar por el momento, al fin de cuentas era mi hermano, me rasqué la nariz con un poco de desesperación -Yo.. tengo que contarte algo- el asintió en señal de que siguiera. Tomé aire profundamente. Y se lo conté todo con lujo de detalle incluyendo a Alex y la pintura, realmente esperaba a ver su reacción quizás me tomaría como loca pero necesita desahogarme...
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No fue una casualidad
Teen FictionAle esta confundida, se siente sola cada momento de su vida. ¿Su madre? No es la mejor madre del mundo, y no quiere aceptar que le duele la partida de su esposo ¿Su hermano? Sólo la fastidia, es menor que ella pero no soporta sus estúpidas bromas ¿...