I don't like boys like you - Jimin

Capítulo 7

Narra Alice:

El fin de semana pasa demasiado rápido frente a los adolescentes que, como cada lunes, tienen que empezar, sin ganas alguna, otra semana de asistencia al instituto, grupo de adolescentes en el que me incluyo. Observo casi asqueada la felicidad con la que Tae se ha levantado esa mañana, comparándolo consigo misma, ella parece un muerto viviente.

-¿Se puede saber qué mosca te ha picado a ti hoy?- le digo apareciendo por su espalda y provocando en él un leve susto.

-No sabía que estabas ahí.- dice intentando disimular su sorprendente estado de ánimo, se puede decir que Taehyung los lunes por la mañana es lo opuesto a como está mostrándose ahora.- ¿No te alegra que tu hermanito esté feliz?- dice cogiéndome los mofletes y haciendo círculos con ellos.

-No me toques.- digo apartándome.

-Ponle un poco de azúcar a tu vida, Alice.- canturrea yendo de aquí para allá sin tener un objetivo claro.

Decido ignorar los cánticos de mi hermano e intentar comer las insípidas tostadas que acabo de preparar. Cuando acabo subo las escaleras para poder recoger mi pelo en una coleta, ya que éste se encuentra especialmente rebelde esta mañana, pero allí se encuentra mi hermano arreglándose el pelo como si no hubiera un mañana.

-¿Se puede saber desde cuándo Kim Taehyung se peina por las mañanas?- digo seria, ya un poco preocupada por el estado de Tae. Ante el silencio de mi hermano decido proseguir con la conversación.- Cuando volvamos del instituto tú y yo tenemos que hablar. El solo resopla y deja, por fin, que me pueda peinar.

Tras llegar al instituto ambos nos separamos camino a nuestras clases. Agradezco el poder entrar a mi aula sin que nada extraño esté pasando. Cansada me dirijo hasta mi mesa al fondo de la clase y me siento junto a Hoseok.

-Buenos días, Alice.- dice el chico preocupado al ver mi frente estampada contra la mesa.- ¿Te pasa algo?

-Últimamente no he podido dormir bien.- digo cortante, sin ganas de perder la poca energía que tengo hablando.

-¿Y eso?- pregunta Hobi, que justo está hablador el día menos indicado.

-Pesadillas.

-Ya veo.

Por suerte entra el profesor y Hoseok entra en su rutina habitual de tomar apuntes lo más corrector y limpios posibles. Yo solo le observo sin decir nada, pero está tan ocupado que apenas lo nota. Pronto me aburre mirarlo sin ningún tipo de respuesta de su parte así que mi mirada divaga por la clase. Mi corazón se agita cuando mi mirada se cruza con la de un moreno que se sienta dos asientos delante mío, a la derecha. Nos quedamos observando durante unos segundos, hasta que alzo mi mano y susurro: "Buenos días, Jimin". Él me corresponde el saludo y se gira inmediatamente después, dejándome sola con la mano levantada.

-¿Qué quiere preguntar, señorita Kim?- me pregunta el profesor Lee, pregunta que me pilla totalmente desconcertada. Paso mis ojos rápidamente por la pizarra intentando enterarme de qué va la clase que estamos dando.

-Perdone, ¿pero que pone ahí arriba? No consigo leer ese carácter desde aquí atrás- respondo ágilmente, pero con la voz de alguien que lleva dos días sin dormir.

-¿Aquí? Pone radioactivo. Intentaré hacer la letra más grande. Ahora prosigamos- dice Lee, no sin antes dedicarme una mirada de preocupación.

Las clases siguen igual de aburridas hasta que llega la hora de comer. Me dirijo hasta la cafetería esperando sentarme con mi hermano, pero me lo encuentro en una mesa repleta de otras chicas. Como no tengo fuerzas para enfadarme, simplemente me siento sola en otra mesa.

Narra Jimin:

-Hey Jimin, mira quién está allí- dice Jungkook señalándome con la mirada a Alice.- ¿No crees que deberías ir con ella?

-No pienso ir solo.

-El machote Park Jimin necesita ayuda para enfrontar a una mujer- dice mi amigo con cierto tono burlón en su voz.

-Iré solo, gracias por tu ayuda.

Me dirijo hacia ella separándome del idiota de Jungkook. Me siento enfrente de ella y la observo, esperando algún tipo de reacción ya sea buena o mala pero no encuentro nada. Alice mantiene su mirada en el vacío.

-¿Estás bien?- le pregunto, logrando llamar su atención.

-Ehh, sí.

-¿Segura?- insisto, ya que claramente no lo está.

-¡Te he dicho que sí, Park Jimin!- me grita delante de toda la cafetería, provocando que todos nos miren.- Lo siento. La verdad es que últimamente no he podido dormir bien debido a pesadillas y eso me hace estar irritable.

-Ya veo. Me pasó lo mismo cuando mis padres se separaron. Era horrible.

-¿Tus padres están separados?

-Así es, pero no digas nada. De cara al público siguen casados, ya sabes, por la reputación de la empresa y esas cosa- le explico. Ni siquiera yo entiendo porque le estoy contando estos secretos.

-Ah, no diré nada. Mis padres también se separaron, pero no es ningún secreto. Es por eso que estoy aquí, en Corea. Mamá pensó que venir a vivir al lugar de nacimiento de papá sería tan obvio que no vendría a buscarnos, ¿tonto, verdad?

-Bueno, creo que podría funcionar. ¿Cómo es que tus padres se separaron?

-Cuernos- dice Alice con cierto tono de tristeza. La situación se vuelve en extremo incómoda y pretendo cambiar de tema, pero no se me ocurre nada.

-Jimin, ¿tú estás bien?-me pregunta, creando miles de preguntas en mi interior. "¿Por qué me pregunta?", "¿Está interesada en mi?", "¿Me estoy haciendo falsas ilusiones?".

-Sí, ¿por qué?- respondo intentando parecer lo más seguro posible.

-Debe ser duro vivir rodeado de todas esas falsas amistades- sentencia fríamente, levantándose y yéndose de la cafetería.

Me acabo silenciosamente la comida. Para mi sorpresa ninguna chica viene a hacerme compañía y mucho menos mis amigos. El comentario de Alice me ha dejado reflexionando, ¿cuántos de mis amigos realmente lo son? Las ganas de llorar suben hasta mi garganta y amenazan con llegar hasta mis ojos. Para evitar dicho desastre, decido irme de nuevo a clase.