capitulo 1: el mirador

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He aquí la historia del pequeño kincho, un joven que vivía en los límites del océano y la ciudad.

El jovencito siendo sinceros odiaba todo lo que tenía que ver con calor, pero, por más tonto que parezca adoraba el agua, cada que podía el iba a observar toda su grandeza todo su esplendor pero sólo eso, sólo veía pues le gustaba más la calma que ser revocado entre las olas.

Entre tantas veces que sólo iba solo a ver, empezó a notar que no sólo el apreciaba esto de los atardeceres al mirar hacia la colina del lado oeste justo donde se ponía el sol, podía ver y notar una figura, una silueta algo escuálida para ser otro hombre y muy formada para ser sólo un niño.

Conforme pasaban los días su intriga aumentaba, incluso llegaron a pasar 15 días, hasta que fue completamente carcomido por su curiosidad.

Ese día llegó lo antes posible y empezó a subir hacia el mirador para su sorpresa aquella silueta ya se encontraba allí.
Ella con un giro de temor juntamente con un grito -aaah!

-olle- pero no le salieron más palabras empezó a sentirse estupido -am... Am... Am...

- quien rayos eres- seguido de un lanzamiento de piedra, quien por cierto con una pésima puntería.

-olle, tienes pésima puntería, enserio así te defiendes?- soltando una carcajada dijo kincho

-acaso te gusta ser golpeado? Lo hice solo para asustarte!

- ósea que fallaste al propio aja si claro

- obvio si- le dijo la silueta- o acaso crees que me presento ante todos a pedrada limpia?

- presentarse?...-pensó kincho- presentarse?..

- es cuando no conoces a alguien y pues... Te presentas? Que acaso nunca hablas con nadie más que con tu mamá?- le dijo la jovencita en son de mofa

- sé lo que es, pero mi intención no era esa

- ósea que sólo querías espiar y no hablar?

- no, no me estás mal entendiendo. Ah porque siempre hacen eso- dijo entre dientes kincho

- hacer que?

-pues deducir

- ah y vaya que tienes experiencia con mujeres

- tomándose la cabeza y resignando dice- sabes que sólo olvidalo ni si quiera me has dejado hablar.

- ahora me dejaras sola?

- tienes piedras de sobra o no?- tiro una risilla de burla

- sigue, sigue que la próxima si será a quema ropa!

-quema ropa? Ni que tuvieras una pistola - definitivamente se carcajeó a más no poder

- pero bueno que es, que te gusta burlarte? O solo te comportas como tonto para impresionar.

- tonto yo?- definitivamente paro de reírse y continuo- sabes que empecemos de nuevo, mucho gusto soy christopher pero me dicen kincho

- hasta que al fin

- y...- dijo kincho intrigado

-que- respondió la jovensita

frunciendo el ceño levantó levemente su voz- como que, como que -se tranquilizó inmediatamente- me podrías tú amablemente decir tu nombre o te llamo amante de rocas?

- primero que nada si tuteas que sea cuando me conoces, si no se escucha medio rarito

- podría USTED! señorita decirme SU nombre por favor, así o algo más?

- no así está bien gracias.

-y...?

- ahora que?

- sigues sin decirme tu nombre, rayos!

- ahh es cierto

-....- espero un rato lo que impuso un silencio un tanto incomodo - y....- - dijo kincho

- bueno ahora porque el " Y" alargado?- dijo la joven mientras esbozaba una leve sonrisa

- ah si?conque vengativa? Esto es por burlarme de tu pésima puntería cierto?

- tu que crees?

- creo que debería saber al menos el nombre de tan honorable rival - hace una reverencia y mientras se levantaba se da a notar una mueca con la lengua afuera

- tan lindo, aún no maduras... Que ternurita

- oye, no te puedo tutear pero tú si me puedes alagar? Al menos un café antes no?

- hey! Yo no te estoy... Ah ya veo - dijo la joven

Alzando una ceja responde kincho - dos podemos jugar ese juego...

- un placer! Pamela pero me dicen lala

- me perdiste, que fue eso?

- nada simplemente que te ganaste conocer mi nombre

-ja! Por haberte ganado? Suuuper, genial recuerdeme volver a hacerte trizas la próxima vez- reaccionó y su cara empezó a tornarse de un rojo algo poco discreto- aunque no es que haiga una próxima vez

- si vuelves a decir haiga creeme no habrá próxima vez pues lo próximo será mi piedra en tu cara- dijo lala rodeando sus ojos en señal de desaprobación

- queee!- un grito que espantó hasta un par de lagartijas que había en el suelo- lo siento, en serio es sólo que me puse algo nervioso- tornando su cara otra vez rojiza - y no es por ti okey, sólo que ahh! rayos.

- y ese mi estimado desconocido fue el empate- rió hasta sostener su estómago

- ja, ja, ja súper gracias, burlarte cuanto puedas...- decía en tono sarcástico kincho mientras lala seguía riendo

- a todo esto- dijo lala limpiándose una lágrima que se asomaba por tanto reír

- que pasa - rezongo kincho haciendo pucheros

- en serio eres tan tierno, no aguarda esa no es la pregunta ¿que rayos haces aquí?

- pues vivo como a medio kilómetro de aquí y me gusta ver atardeceres - al instante maldijo en silencio pues le dio más ventaja para la guerra de burlas-

- no- dijo lala- ya encerio, no te burles sólo porque yo lo haga

- hey! Pero yo solo me burlo un, amm no lo sé 80% del tiempo, habló encerio eso me da tranquilidad pues nunca he soportado el color.

Mirándolo con una de esas miradas que culminaría al mismo Hitler y toda su valentía
-cuanto tienes de espiarme - sin aflojar esa mirada, pero aun así kincho en sus ojos no podía evitar ver más que belleza pura y le dice - pues llevo viendo que una silueta hacia lo mismo que yo pero desde este mirador.

- así que - dijo lala- sonriendo hacia un solo lado y asomando un Camanance más grande que nunca hubiera visto en su mejilla izquierda - admites que espiabas...

- contigo no se puede - se volteó para evitar ver ese Camanance y empezó a caminar hacia abajo del mirador

- te vas?

- querida desconocida amante de rocas, ya ni siquiera vimos el atardecer es un poco tarde para ambos no?

Bromas Y AtardeceresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora