¿Qué pasaría ahora? El delicado cuerpo del menor temblaba con fuerza, estaba muy asustado, era bien sabido que la homosexualidad era considerada como el peor pecado, e incluso casi un delito. Sabía que si se lo llevaban le torturarían hasta la muerte, y ya no podría volver al lado de William... ¿Qué sucedería...?
Grell se encontraba forcejeando para liberarse de aquellos brazos que le retenían y le impedían correr hacia los de William, en busca de huir de ahí, pero, poco a poco comenzaba a rendirse y, muy a su pesar dejó de forcejear dejándose así vencer. No tenía sentido que continuase, la diferencia de fuerzas entre aquel hombre que le aguantaba y él era notable, por mucho que quisiera no podría hacer nada... Por lo que se limitó a suspirar y, a dedicar, la que sería su última mirada hacia William, la cuál acompaño con unas pequeñas y delicadas lágrimas que caían de sus ojos.
William no sabía como reaccionar, se sentía impotente ante aquella situación, era cierto que había comenzado a sentir algo por ese chico de cabellos carmesí, pero también era cierto que, o bien por miedo, o por orgullo, no admitía aquellos sentimientos.
Pero ahora todo era diferente... Solamente quería golpear a todos los que estaban allí presentes y tras ello, coger al menor y salir corriendo de allí, pero ahora eso era imposible, y, únicamente podía quedarse ahí quiero, apretando sus puños y mirando al suelo, rezando al cielo, por, si de verdad había alguien, que le permitiese volver a ver a Grell aunque fuese una vez más después de esto...
Aquellos hombres habían estado hablando, diciéndole algo a los dos acusados, pero William estaba tan sumido en sus pensamientos que de lo único que se enteró fue, de como, al final se lo llevaban, y una vez se quedó solo, dejó caer lágrimas...
Habían pasado días desde aquel suceso, a las afueras de la ciudad, en una vieja casa abandonada y en un estado que dejaba mucho que desear, se encontraba un joven de largos cabellos carmesí...
Este se encontraba tirado en el suelo, en sus muñecas, ya enrojecidas, tenía unas cuerdas atándole, al igual que en sus tobillos. La que antes fue su hermosa piel que nada envidiaba a la de una hermosa muñeca de porcelana, ahora se encontraba llena de heridas, pequeños cortes y moretones, ocasionados por los golpes que había recibido durante todos estos días.
Estaba cansado, no podía hacer más que llorar y suplicar por salir de ahí, pero, ya se encontraba en ese momento en el que no salían más lágrimas de sus ojos, estaba dispuesto a dejarse morir, no podía más... se encontraba muy débil, incluso estar despierto le comenzaba a costar, pues, desde que entró ahí ni siquiera pudo tomar un poco de agua... Quería morir, sabía que ese era su fin, ¿entonces, para qué retrasarlo más?...
Tocaron a la puerta, y, en cuanto la abrieron un escalofrío recorrió el cuerpo del carmesí, sabía que quién fuera que estaba por entrar era para pegarle... Pero se equivocó, y lo que vió no podía creerlo..
Entró por la puerta el mismo hombre, pero esta vez acompañado... Acompañdo por aquella persona que jamás pensó que volvería a ver, no podía creerlo y sin querer, de sus ojos comenzaron a caer pequeñas lágrimas. Dejaron allí a William, para sorpresa del menor no le habían atado.
El azabache se acercó a Grell mirándole con lástima por su estado, se arrodilló a su lado y comenzó a desatarle, una vez lo hizo, le abrazó fuerte, provocando así el llanto de ambos.
-William... ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasó? ... -Preguntaba el menor entre lágrimas, mirando con total confusión al mayor, de quién esperaba respuestas, pero este tan sólo se limitó a suspirar y a guardar silencio durante un rato.
-Yo... Sólamente no podía dejar que te quedaras el castigo para ti solo.. -Fue lo único que dijo, pero al pequeño carmín le sirvió para abrazarle aún con más fuerza...
Unos minutos después, Sutcliff se levantó ayudado por la pared. Dedicó una mirada llena de dolor y pena a William, y sonrió acercándose a paso lento hacia una silla posicionada al lado de la pared, sobre la que descansaba una pistola.
-William... yo... Llevaba un tiempo queriendo decirte esto...
-¡¡Grell!! ¿¡Qué piensas hacer?! -Dijo el mayor obviamente preocupado por lo que el joven pudiese hacer.
Grell sólamente le sonrió e hizo un gesto de que guardase silencio, a la vez que cogía aquella pistola entre sus finas y pequeñas manos, las cuales temblaban con levedad.
-Sé que después de esto me odiarás... quizás para siempre pero.. igualmente vamos a morir en breve.. ¿No es así...? -Lágrimas caían de su cara chocando con el frío metal de la pistola. William no sabía que hacer, querría poder entrar en la mente del menor y así saber que estaba planeando hacer... - William.. Yo.. Te quiero...
Nada más terminar esa frase, sin tiempo a poder reaccionar, un disparo resonó en aquella pequeña habitación, y, seguido de ello, el impacto de aquel frágil cuerpo cayendo al suelo, manchando todo de ese hermoso color que, en vida, tanto le había gustado.
William estaba impactado, querría poder insultar ahora mismo a Grell.. ¡Si tan sólo hubiese esperado un poco más! Pero no.. No pudo ser así.... Lágrimas comenzaron a emanar de sus ojos, y en su rostro se dibujó una sonrisa lastimosa.
-Idiota... yo.. también a ti... -Se posicionó al lado del cuerpo del menor, cogiendo la pistola, pero no iba a disparar, no aún. Acercó sus labios a los del carmesí, y poco antes de besarle, otro disparó retumbó entre aquellas paredes.
Abrió los ojos sobresaltado, con la respiración agitada y un tanto pálido. De nuevo ese sueño que tanto le atormentaba.. Cada vez aparecía con más frecuencia... Pero siempre había un cambio, el final nunca era el mismo.
Volvió a acurrucarse y miró hacia el otro lado de la cama, donde se encontraba un joven bastante apuesto dormido, cuyos brazos rodeaban el cuerpo del más pequeño. Suspiró apenado ante tal situación, ¿qué había sucedido...?
// ¡Buenas tardes! ^^ Hace cosa de una semana y media... o algo así agradecía por que la historia llegó a las 100 lecturas, y hoy agradezco que sean 242. ;u; Me sorprende muchísimo ver que la han leído tantas veces. <3 Siento haber tardado tantísimo en actualizar, la verdad es que estos últimos días han sido horribles y no he tenido ganas. u3u Pero bueno, aquí está, espero que os guste. ^^
También me gustaría decirles que he decido que cambiaré la portada del fic cada tres capítulos, ya que tengo una nueva portada súper asafgs, pero está en mi móvil, y parece que está queriendo fastidiarme por que la función de pasar archivos no va, así que, al siguiente habrá portada nueva. Bye-Bye Chú! <3 //
ESTÁS LEYENDO
Mi amada carmesí.
Storie d'amoreAño 1800, un amor prohibido y una decisión muy apresurada, aunque con resultados beneficiosos.