Capítulo VII "Malos entendidos"

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Terminaba una larga e incómoda semana en clases, entre las miradas de Niccolás y Belén, el idiota que extrañamente no se peleaba conmigo (y bueno, no es que sea incómodo que no me busque bronca, sólo que... resultaba extraño...) también debía sumarle el hecho que me sentía fatalmente sola, sin contar la parte dónde a la salida de clases, Belén se escapaba de su pololo para irse con Niccolás e Ismael la esperaba largos minutos, mientras me preguntaba si había venido a clases, si sabía que le pasaba, y un millón de cosas con las que no sabía lidiar.

Cómo sea terminé buscando con quién hablar, y el chico nuevo (Lucas) había resultado ser amigo de Iván (mi compañero de cuarto) y si bien a veces hablaba tanto como yo, lo que no resulta ser mucho, era una persona muy agradable.

Cuando terminaban las clases me iba directo a casa, y con Iván terminamos adoptando la rutina de sentarnos juntos a ver televisión, casi siempre se trataba de maratones de series o películas, sin embargo, hay un gran problema ¡IVÁN ODIA LOS DOBLAJES Y VE TODO SUBTITULADO! Insiste en decir que debo ser la única persona a la que le gustan los doblajes en castellano, y no pierde la oportunidad de echármelo en cara.

Y sin embargo (como decía Joaquín Sabina) toda la rutina me hartaba, porque me faltaba algo, y aunque sabía que ese algo era Richard, no dejaba de tener miles de sentimientos en contra.

Aún en la fiesta, el viento soplaba sobre mi cabello y se arremolinaba en mi cuello, Sandro miraba sólo a mis labios, y se acercaba cada segundo más a los míos, me había tocado las mejillas con sus manos frías y yo había dado un respingo, tenía los ojos cerrados, quería que me besara, después de tanto tiempo iba a besar a otra persona y a olvidarme de Amaru, pero entonces se oye la puerta que es cerrada bruscamente a nuestras espaldas, yo abro los ojos y observo, Sandro me suelta y se queda mirando también.

- ¡TE DIJE QUE CON ELLA NO! -Dice Richard, acechando a Sandro y sujetando su camisa con fuerza.

- ¡Hey espera! -grité yo. -¿Has estado llegando a algún tipo de acuerdo de algo que me compete sólo a Sandro y A mi?

Richard abrió la boca para decir algo, pero sea lo que sea que iba a decir, se lo calló.

- Sakura -Sandro se había sacado las manos que apretaban su camisa. -Lo siento, no quiero que ustedes tengan inconvenientes por mi culpa -Negué con la cabeza y me dirigí hasta la salida, nadie me siguió, no soy una puta actriz de una telenovela venezolana.

Intuyo que la intención de Richard es meramente protectora conmigo y algo celosa con su hermano, quizás iba a ser un beso y nada más, no es que nos fuéramos a casar, o estar juntos y él terminara siendo mi pseudo cuñado ¿O si? ¡Ok! Quizás quiso protegerme de eso, quizás me conoce y sabe que me ilusiono súper fácil, a mi a veces, ser así me ha servido para no ser una mierda de persona, quiero decir, hay mucho de ingenuidad en mis ilusiones, porque en vez de estar atacando mentalmente a Richard, sólo espero lo mejor de sus intenciones, porque sigo mirando mi teléfono, para que llame y me explique qué fue lo que pasó, ya que Sandro y yo perdimos (creo) la única y mejor posibilidad de probar algo, sea lo que sea, porque hay oportunidades que sólo se dan una vez.

Cómo sea era viernes, y mi papá había estado insistiendo en que viajara a verlos el fin de semana largo, así que estaba en el terminal esperando un bus que me llevara a los Arrayanes cuando los vi, era Edson y Romina, esta última tenía una gran barriga, después de todo se había embarazado, me oculté como pude detrás de una cabina y pasaron hablando sobre unos camote y una mermelada de alcayota, Edson se veía contento y Romina se veía realmente hermosa, me sentí estúpida por esconderme, a penas los vi alejarse, pensé en que Romina debió cambiar, que quizás planearon ser padres y todo eso, pensé en la historia que le contarían a sus hijos y sonreí, apretando play a la canción que había estado buscando en el Mp3.

Cerezos en Flor II ~ (Secuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora