Capitulo 4

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POV BELLA.


¿Qué hice?

Habían tenido que llevar a Mike al hospital para que pudieran sacarle un cuchillo que le había clavado, no sé cómo sucedió, el director hablo conmigo me dijo que me entendía pero que no volviera a hacerlo porque tendría que expulsarme.

-¡Hey!- Escuche un grito, mire hacia atrás y vi a Edward en su automóvil.- ¿Quieres que te lleve a casa?

-No, creo que es mejor que vaya caminando.- Dije y seguí con mi camino.

-Insisto, anda sube.- Rodee los ojos, no me vendría mal un aventó, el comenzó a conducir, de vez en cuando me sonreía, no entendía porque lo hacía en verdad me incomodaba un poco.- Quería hablarte sobre los de ayer...- Lo mire.- Sobre el beso.- Abrí mis ojos y enarque la ceja.- Mira sé que soy irresistible y quizás te guste, tú también eres linda no te quedas atrás.- Estaciono debajo de mi departamento.

-¿Qué?- Grite.- Ya deja de mentir Cullen, nunca te bese.- abriendo la puerta intentando salir pero él me agarro del brazo y me estampo sus labios con los míos, eran cálidos y perfectos, sus manos recorrieron mi cintura hasta llega a mi muslos, solté un gemido, comenzó a besarme el cuello. ¡Oh por dios lo quiere hacer! ¿Aquí? ¿En su auto? ¿En la vía pública con toda la gente pasando por todos lados? Lo empuje y baje del auto, corrí al edificio y subí las escaleras.

-¡Bella, espera!- Grito Edward.

-¡Vete! Ya me trajiste a mi casa.- Le grite camine rápidamente hasta llegar a mi número de departamento abrí rápidamente la puerta, pero cuando estaba por entrar unos brazos rodearon mi cintura.- ¡Suéltame!- Edward volvió a besarme, me agarro entre sus brazos y cerró la puerta, me llevo al sofá, bajo sus besos a mi cuello y sus manos recorrieron mis espalda...


Pulsadas en todo mi cuerpo...


"Si me dejas salir quizás pueda hacerlo mejor que tu Bellita."


-¡Espera Edward!

-¿Qué paso? ¿Hice algo mal?- Pregunto mirándome confuso.

-Espera...- Respire hondo, pero las pulsadas no se iban.- Me duele.- Chille, mi vista se fue nublando.

-¡Bella ¿estás bien!?- Sentí su aliento en mi cara las pulsadas fueron bajando un poco.- ¿Bella? ¿Estás Bien?

-Sí, ya paso.- Dije, el me volvió a besar.- ¡Espera! Si va-vamos a hacerlo que sea en la habitación...

Me agarro entre sus brazos levantándome para llevarme a la habitación, en el trayecto fue besándome el cuello, sentí algo suave sobre mi espalda, seguro fue la cama, comenzamos a sacarnos la ropa entre ambos, me sentía un poco extraña, pero me gustaba cada vez que me besaba cualquier parte del cuerpo, cuando entro en mi lo hizo lento al principio dolió y comenzaron a llegarme a la mente momentos en los que mi padre me hacia esas cosas, pero sentía los labios de Edward y hacia que me tranquilizara.

Él se acostó a mi lado, me acosté en su pecho los latidos de su corazón parecían un tambor igual que los míos, levante la mirada sus ojos estaban cerrados me acerque a su rostro lo bese me respondió el beso con dulzura.

Desperté algunas horas después, Edward no estaba a mi lado pero se escuchaba que hablaba por el móvil fuera, me puse rápidamente mi ropa y sali.

-Sí Samuel, ya te dije que gane la apuesta... No, no me importa que la hayas besado, la apuesta era que había que acostarse con ellas... No, no me importa gane yo y punto, bueno ahora te dejo antes de que se levante... Mañana quiero mi dinero... Si, si mañana, adiós.

Todo era una apuesta. El y el tal Samuel habían jugado una apuesta, ¿Pero quién será la otra? ¡Oh no, seguro era Martina! Quizás el y el otro chico que no para de mirarla planearon todo esto.


Esto no se va a quedar así, nosotras no somos juguetes de nadie...


-Bella, ¿Qué haces ahí?- Dijo el asustado al verme en el pie de la escaleras.

-¡Eres un hijo de puta!- Grite.- Crees que soy un juguete, no soy un puta. Idiota.- Lo empuje a la puerta.- Vete de mi casa ¡AHORA!

El salió de mi casa, regrese a mi habitación me acosté en mi cama, pensando en que porque hicieron esa apuesta. Nosotras no somos un juguete, quizás no debí hacerlo con él, ni siquiera sé porque lo hice, quizás comenzaba a gustarme.



¡Basta Bella, él te uso era solo una apuesta!



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Sali del departamento y me dirigí al instituto al llegar vi a Martina besándose con el chico que supuse que era Samuel, me acerque a ella y la agarre del brazo.

-¿Pero qué te pasa?- Chillo, la arrastre hasta llevarla lejos del chico.

-Tengo que preguntarte algo...- Murmure. -¿Te acostaste con él?- Señale con la cabeza al chico.

-¡Bella!- Chillo.

-¿Lo hiciste?- Insistí.

-No, no lo hice... pero él quería.- Dijo- Pero le dije que apenas nos conocemos yo no soy tan fácil Bella.

-Martina... El y Edward hicieron una... - Samuel apareció de la nada y agarro del brazo a Martina.- Oye estaba hablando con ella.- Le grite.

-¡Samuel!- Grito separándose.- ¿Qué hicieron?

-Hicieron...-Alguien me tapo la boca con la mano yo le mordí.- Hicieron una apuesta.- Me apresure a decir.- Ellos hicieron una apuesta tenían que acostarse con nosotras el primero que lo haga ganaba y Edward gano.- Baje la mirada.

-¿Una apuesta?- Susurro ella.

-Martina déjame explicar...

-Tú y tu- Dijo señalando a Edward que se encontraba detrás mío.- Jugaron una puta apuesta con nosotras, ¿Acaso somos sus juguetes?

-Preciosa.- Samuel quiso acercarse a ella.

-¡No! No te acerques... Vámonos Bella.- Ella me tomo del brazo y empezamos a caminar mientras comenzaba a llorar, me detuve y la abrase.

-No llores, el no vale la pena.- Susurre.

-Pero, pero pensé que quería algo más conmigo.

-Tranquila esto no se va a quedar así...

Comenzamos a caminar de nuevo, entramos a nuestras clases normales, luego cuando terminaron Martina fue a mi departamento y nos quedamos hablando de todo, le conté lo que pasó con Edward, pero ella me dijo "Disfruta la vida" y tenía razón tenía que disfrutar la vida y no pensar en lo que había pasado con él.

Voces en mi Interior  | Crepúsculo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora