El olor a quemado me despertó; era de noche y la cabeza me dolía como si un camión hubiese conducido sobre mí, la sien y mi cráneo se sentía como estuviera a punto de explotar; comencé a analizarme, a recordar por qué me sentía tan molido pero no pude recordar absolutamente nada, cuando comencé a analizar totalmente mi cuerpo noté que estaba entumido pero todavía conservaba la sensibilidad así que descarté la paraplejia pero mi abdomen sentía una presión como si algo estuviera encima de mí algo un poco pesado; como pude bajé la mirada hacia el lugar oprimido y para mi sorpresa pude detectar que era una persona de cabello rubio que estaba dormido o dormida sobre mí; con mucho trabajo gracias al dolor muscular moví a esa persona para despertarle.
- Hm, James… 5 minutos más- una voz ronca ligeramente masculina contestó y para mi sorpresa me había equivocado con un tal “James”; me enojé y comencé a sacudirlo con más fuerzas, de algo estaba seguro esa persona era un hombre, o una mujer con voz de macho; lo sacudía cada vez más fuerte hasta que se despertó y me miró fijamente en ese momento todo se fue en ese momento incluso mis sentimientos actuales así como mis preocupaciones y entre otras cosas ¿estaba enojado? Al carajo, ¿me equivocaron un tal James? Al carajo, ¿me desperté por olor a quemado? Ah sí, ¿olor a quemado?
- ¿algo se está quemando?- dije sin salir del trance que me había metido, ¿trance? Si, estaba volviéndome totalmente estúpido, un irreal pendejo y ¿por qué? No tenía ni la más mínima idea, tenía frente a mí a un joven de cabello rubio, lacio y largo con el más hermoso rostro que he visto en mi vida; su cara ovalada y delgada con un par de mejillas sutilmente marcadas que le daban un aire de ternura; pestañas largas, ojos verdes y grandes que me miraban con atención y con un sentimiento inexplicable; nariz pequeña y refinada y una boca que me estaba volviendo loco, esos labios carnosos y ligeramente enrojecidos.
- ¿Quemando? No- su voz juvenil y algo masculina retumbaba en mi cerebro, no tenía idea quien era él pero me volvía loco y en mis adentros sabía su identidad aunque no lograba descifrar tantas cosas- ¿estás bien, James?- preguntó acercando su rostro al mío; podía oler su fresco aliento, su perfume muy dulce e incluso el olor del shampoo que usó y el jabón; me estaba volviendo loco, tanto que no noté que me volvió a confundir con ese tal James.
- Mi nombre no es James- dije entre suspiros forzándome a hablar; él se alejó de mí haciéndome sentir que arrancaba un pedazo de mi vida.
- ¿qué no te llamas James? ¿Estás intentando fastidiarme?- dijo cruzándose de brazos- entonces ¿cuál es tu nombre?
Buenísima pregunta, no se me venía algún nombre a la cabeza; no recordaba absolutamente nada.
- No recuerdo- respondí asustándome poco a poco, no sabía ni mi jodido nombre.
- Calma…- se acercó a mí y puso sus manos sobre las mías- ¿sabes quién soy?- lo miré más asustado y negué con la cabeza- Espera un momento, voy por el médico- sólo afirmé mientras me asustaba aún más.
Un hombre mayor entró vestido de una bata blanca; se acercó a mí y me checó, desde mis reflejos, la vista, mis sentidos; el joven desconocido tenía una de sus delgadas manos en la boca y me miraba con tristeza.
- Soy el doctor Andrés, puede decirme ¿dónde está justo ahora?
- No sé- contesté- si lo sé pero no me acuerdo. Es extraño, siento que tengo las ideas en la mente pero no logro descifrarlas.
- Debe mantener la calma- dijo el doctor mientras me sonreía- le voy a decir quién es usted y datos acerca de su vida para ver si así puede comenzar a descifrar esos datos que dice.
- Está bien
- Pero debe mantener la calma
- Está bien- sólo contestaba eso, el joven se sentó a mi lado y tomó mis manos; no me molestaba en absoluto y ya había mandado al carajo el no saber quién era él.
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Cenizas del pasado (Gay) -En edición-
RomanceUn hombre se despierta por un extraño olor a quemado en un hospital junto a un joven muy hermoso que le dice que está casado; no sólo olvidó 10 años de su vida si no que un secreto de su pasado volvió a la vida y lo seguirá hasta acabar con todo lo...