CAPITULO I

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Estábamos sentados en el restaurante. Había mucho silencio ya que estaba casi vacío y solo nosotros estábamos comiendo. La cara de Richard era indiferente, realmente en todos los años que he pasado con el, casi nunca he logrado descifrar si esta feliz, triste, o enojado. 

Terminamos de comer y pedimos la cuenta, el se encontraba muy callado. La única razón por la que habíamos venido a comer aquí fue porque el necesitaba decirnos algo con ambos presentes, pero obviamente solo yo había llegado. 

-¡Buh!- grito Barney en la oreja de Richard, haciéndolo saltar del susto. Nosotros empezamos a reír.

-Oye Barney, veo que no se te ha quitado la maña de molestar a nuestro viejito.- Le dije tratando de respirar.

- Y veo que ha ti no se te ha quitado la maña de llamarme Barney.- me dijo mientras se sentaba a mi lado.

-Y veo que a ninguno se les ha quitado la maña de sacarme de quicio.- Nos dijo Richard mientras nos miraba seriamente.

Richard y, como yo le llamo, Barney son parte de mi familia. Recién nos mudamos a esta ciudad y tenemos esta tradición en la que cada vez que llegamos a una nueva ciudad hay que visitar su parque o al menos alguno de ellos. Pero esta vez tenia el presentimiento de que no seria como las veces anteriores.

Finalmente nos trajeron la cuenta y mientras Richard la firmaba, nos quedamos en completo silencio, como si la broma que hizo Barney hace algunos minutos nunca hubiera pasado.

-Ya podemos ir al parque.- Dijo Richard subiendo su mirada y dirigiéndola hacia nosotros.

-llegó la hora- dijo Barney mientras se levantaba de la silla 

Salimos del restaurante y nos dirigimos hacia el parque que quedaba a unas pocas cuadras. Era una noche cálida y había muchas personas en el lugar, lo cual me hizo sentir un poco mas cómoda.

-Chicos siéntense- dijo Richard señalándonos la banca que se encontraba frente a el. Tomamos asiento, pero el se mantuvo de pie. -Saben de que hicimos este trato hace mucho tiempo...- Se detuvo y nos miro esperando una respuesta.

-Richard, papá, sabemos que lo hicimos, solo empieza.- le dije segura. Barney lo acompaño moviendo la cabeza con aprobación. 

-Esta bien- dijo, esta vez dando un respiro profundo. - Hace 15 años iba a ser la celebración del cumpleaños del rey de Inglaterra, y como sabrán todo salió mal.- paró viendo hacia el suelo.

-Continúa..- le dijo Barney tratando de verlo a los ojos.

-Ellos... Ellos se escabulleron por los túneles, nadie lo esperaba. Empezaron a atacar, mataron a la mayoría a sangre fría.- Su voz comenzaba a quebrarse a cada palabra que decía.-Yo había perdido toda la esperanza, hasta que te vi a ti escondido bajo las escaleras.- Señalo a Barney mientras lo decía y desde ese punto su cara tomó un gesto diferente.- En ese momento decidí que si moría ese día, moriría sabiendo que salvé la vida de alguien mas. Te tome en mis brazos y corrí hacia la cocina, y ahí fue cuando te encontramos a ti, estabas en la esquina de la pared abrazando tus rodillas y enfrente yacía.- En ese momento mis ojos empezaron a cristalizarse.-Tu madre. Baje a Barney de mis brazos y le tome la mano, así que extendí la otra hacia ti y sin dudarlo la tomaste. Los agarre lo mas fuerte que pude y empecé a correr a hacia la puerta.-

Lo interrumpí y con la voz quebrantada le dije - Y así fue como salvaste nuestras vidas.-

Pequeña Mentirosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora