1 Nunca te dejaría

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-¿Otra vez? -pregunto enojada-. Volvieron hace tres días, mamá. Hace tres días.

-Lo sabemos, hija -mamá trataba de mantenerse en calma-. Nuesra vida es así, amamos lo que hacemos y eso conlleva viajar. Y si no quieren venir con nosotros, está bien. No los obligamos a nada.

Es increíble, hace tres días habían vuelto de un viaje que los hizo estar fuera un mes entero y hoy se van de vuelta, por 3 meses más.

Mis padres eran fotógrafos y vivían viajando, era más tiempo que pasaban a fuera del que estaban conmigo y mi hermano.

-Bien, hagan lo que quieran. Total, aunque no queramos se van a ir igual -mi hermano mayor, Sebastian, se levantó del sofá y volvió a su habitación.

-Sebastian tiene razón -y también me fui.

Odiaba esto, venían y se iban, venían y se iban. Ya no era necesario que se quedaran con nosotros. Eramos solo mi hermano y yo, nosotros dos sólos, como siempre.

Esto no fue siempre así, ellos pasaron nuestra infancia con nosotros, pero cuando cumplí 13, y mi hermano 15, volvieron a viajar. Mi tía Sabrina cuidaba de nosotros, pero desde hace dos años que no nos cuida. Nuestros padres piensan que ya tenemos la suficiente edad para cuidarnos sólos.

Hace dos días comenzaron las vacaciones y tenia la esperanza de pasarla con mis padres. Pero ni mi hermano ni yo queremos viajar, ya estamos acostumbrados a estar sólos.

-¿Sofia? -mamá entró a mi habitación sin tocar la puerta, odiaba eso.

-¿Que? -respondí de mala manera.

-Ya nos vamos -avisó.

Podía estar enojada con ellos, pero los despedí igual, son mis padres y los amo a pesar de que nos dejen siempre. Sebastian también los saludo y luego cada uno volvió a su habitación.

Me tire sobre mi cama y tome mi celular .

-¿Thomas? -llame a mi mejor amigo por teléfono.

-Dejame adivinar. Ya se fueron.

-Si...

-No te preocupes nena, es mejor para ti. Podemos hacer fiestas en tu casa ahora que empezó el verano -contestó mi mejor amigo gay...

-Hoy no tengo ganas de nada, Thomad. Lo dejamos para otro día. ¿Por que no venís? Comemos helado y miramos una peli triste.

-Me encantaría, amor. Pero no puedo, quede con Patrick en media hora.

Mire mi reloj y eran las 18:00

-Lástima, bueno, usen protección.

-Como si fuera a quedar embarazado.

-Uno nunca sabe. Te amo.

-Te amo -dijo y colgó.

Me pase todo el día acostada, escuchando música en los auriculares nuevos mientras pensaba en la vida. A eso de las 22.00, Sebastiano entra a mi habitación.

-Baja a comer -y se fue, antes de que pudiera gritarle que no entrara a mi habitación sin permiso.

Antes de bajar, me di una ducha rápida y me vestí con mi pijama que consiste en un top negro y un short de franela rosa.

Con mi celular en la mano, baje por las escaleras son hacer ruido, ya que estaba descalza. Camine hasta la cocina, que se escuchaba el ruido de platos y las sartenes.

Me apoye en el marco de la puerta de la entrada a la cocina y mire a mi hermano que estaba de espaldas a mi.

No tenia camiseta, solo usaba unos pantalones que le colgaban desde las caderas. Sebastian es perfecto, con su cabello castaño, sus ojos mieles y su cuerpo escultural. El es él tipo chico popular de la universidad, aunque recién va en su primer año. Yo recién entro de 2 años entraría.

Por un momento llegue a imaginarme pasando la mano por el cuerpo de mi hermano. Eso seria...

¡NO! Eso no puede ser, Sofia.

Me regañó mi conciencia.

De poder, se puede. Pero no se debe.

-¡Sofia! Te estoy hablando, niña idiota -dice mi hermano colocando los dos platos en la mesa.

Me senté a su lado, para ver que mi plato tenia tres sandwiches.

-Estabas haciendo tanto ruido con las sartenes ¿para hacer un par se sándwiches?

-Agradece que alimento. Come antes de que yo me coma lo tuyo.

-¿Crees que volverán pronto? -pregunte luego de tragar un bocado.

-No, dijeron que eran tres meses -él agachó la mirada, parecía triste.

-¿Estás bien?

-Sofi, yo... Decidí comprar un apartamento para... -no lo deje terminar

-¡¿Que?! ¡¿un apartamento?! ¿te aburriste de la compañía de tu hermana? ¿También me dejas sola?

-Sofi...

Sin más me levante y subí corriendo las escaleras. Apagué las luces de mi habitación quedando en completa oscuridad. Me acosté en mi cama y sin i portar que haga calor, me tape con una frazada. Cerré mis ojos tratando de que las lágrimas no salieran. Era increíble, primero mis padres y ahora mi hermano. ¿Que habré hecho mal en mi vida pasada para que todos me dejen sola?

No tenía amigos, mis únicos amigos eran Thomas y su novio Patrick.
A pesar de que era bonita y lo sabía, no era presumida ni nada por el estilo, no me gustaba hablar con chicos por que la mayoría me buscaba para sólo tener alguien con quien acostarse. No era una santa, pero me hacia respetar. Y creo que es eso lo que me hace quedarme sola.

-Sofi... -minutos después entro Sebastian. No le hice caso, ni me moví cuando se acostó a mi lado.

-Dejame en paz -me di vuelta dándole la espalda.

Uno de sus brazos me rodeo la cintura y pegó mi espalda a su pecho.

-Como siempre no me dejaste terminar, seria un apartamento para los dos. Algo más chico que esta enorme casa en la que vivimos los dos solos.

Me si vuelta y lo mire en la oscuridad.

-¿De verdad?

-Nunca te dejaría, al menos que me lo pidas y aún así no se si te dejaría -murmuró y besó mi frente.

Volví a darme vuelta, y me quedé dormida entre sus brazos.


*-*-*

Amor al incesto 💕💖

Ada+

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2016 ⏰

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